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“La verdad que duele verlo, duele escuchar y ver el testimonio de esos padres que perdieron a sus niños, el testimonio de mucha gente que dice, que este hecho destapó la negligencia la corrupción, lo calcinado que está mucho de este sistema, el trafico de influencias en el País”
ISMAEL CALA (CNN en Español)
Ningún padre debería enterrar a su hijo.Cuando un hijo muere, el dolor es tan grande que no tiene nombre. La muerte de un niño parece como algo “fuera de lugar”, “fuera de orden” y equivocado. Cada fibra de nuestro ser llora diciendo “¡no es justo!”, y realmente no lo es. No sólo se pierde la vida... se te van sus sueños, su juventud, sus fuerzas, su sonrisa... se te va aquella felicidad a la que por el simple hecho de haber nacido tenía derecho... se te van los años que pudo haber estado contigo...
Se vive una pesadilla por la cual nadie debería pasar.
Si el infierno existe ahí estaba5 de Junio de 2009
Hermosillo, Sonora
A eso de las 3 de la tarde, cuando los niños de la Guardería ABC dormían la siesta, comenzó un incendio. La versión oficial dice que comenzó en la bodega de documentos que el edificio compartía con la Secretaría de Hacienda: El sistema de enfriamiento falló, se sobrecalentó, el hierro se fundió y fragmentos en llamas cayeron sobre los documentos almacenados, desatando el fuego.
Una densa columna de humo y fuego se levantó mientras la bodega ardía. En cuestión de segundos fundió el techo de la estancia infantil y se coló en sus pasillos. Llamas, calor, humo y gases tóxicos invadieron el lugar... lugar que no contaba con salidas de emergencia, ni extintores, ni detectores de humo... una maldtita trampa mortal. Los paramédicos, bomberos, policías y vecinos hicieron de todo para tratar de entrar... rompieron ventanas, estrellaron sus autos contra las paredes para tumbarlas, se lanzaron a las llamas...
... en el interior de aquella guardería había 176 niños, de entre 5 meses y 5 años; y 50 empleados.
Sobre vehículos particulares, ambulancias o patrullas, los niños rescatados eran enviados a hospitales de distintas partes de la localidad. En medio del caos generalizado, los padres buscaban a sus pequeños, peregrinando de hospital en hospial hasta dar con ellos, sólo para encontrarse con la peor noticia posible...
49 niños fallecidos. 49. La mayoría por afixia, al respirar los gases tóxicos. Pero hubo quienes murieron quemados, o a causa de las quemaduras.
76 más resultaron heridos. Algunos con heridas que requieren tratamiento de por vida.
¿Silencio y olvido?
Negligencia. Incendio provocado. Tráfico de influencias. No importa... porque a pesar de todo el tiempo que ha pasado: Los criminales no han sido enjuiciados. Nadie ha respondido por este crimen. NADIE. La tragedia infnatil más grande en la historia de México, y todavía no se les da justicai ni a las victimas, ni a los pades.
una cosa es afrontar la pérdida de un hijo por situaciones de enfermedad y otra muy diferente saber que a ese bebe tuyo NO LE TOCABA MORIR que más bien LO MATARANON que murió porque faltaba atención medica, salidas de emergencia y medicinas y equipo necesario!
Que haya justicia.
Que la memoria venza a la indiferencia, a la corrupción, al olvido.