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Gunnar, encontró a Gardi en lo profundo del bosque de las almas perdidas... Gardi aún era un cachorro tratando de sobrevivir, su madre y sus hermanos habían fallecido en circunstancias inexplicables... el era el último huargo de su camada, y, por lo visto, tal vez de la zona... y era un muy raro, era un huargo albino... durante el encuentro con Gunnar estaba moribundo, el hambre lo tenía dominado hasta el agotamiento... Gunnar en principio, siendo aún muy joven empuñaba su espada para darle muerte, pero como sucede siempre cuando eres muy joven, el valor de la vida de un cachorro hace que pienses que puede que no sea buena idea, y entonces, en vista de su propio pasado, él también era huérfano, hizo una especie de conexión con Gardi (nombre por el que decidió llamarle)… de forma que, en vez de darle muerte, lo acogió, lo crió y creó un relación de compañeros que era inquebrantable, a pesar de la opinión de los aldeanos que a su vez habían abrazado la existencia de Gunnar... Años transcurrieron, Gunnar ya no era un muchacho, y Gardi se había vuelto enorme... apareció en el bosque un portal, y con él una invasión de seres desconocidos... Ambos, con los aldeanos, lucharon por la defensa de la aldea... y defendiéndola, abriéndose paso hasta el líder de los invasores, se lanzaron contra este, consiguiendo cerrar el portal, pero cayendo también con él, perdiéndose ambos para siempre... Los aldeanos consiguieron liquidar a los invasores restantes, pero a un alto costo... Habían perdido a dos de sus más amados miembros... al entrar por ese portal y este cerrarse, no había garantía de que sobreviviesen... Aun se escucha la canción que describe su sacrificio, y en ella, se puede percibir la zozobra de no saber con seguridad si viven o si están muertos...

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Gunnar, encontró a Gardi en lo profundo del bosque de las almas perdidas... Gardi aún era un cachorro tratando de sobrevivir, su madre y sus hermanos habían fallecido en circunstancias inexplicables... el era el último huargo de su camada, y, por lo visto, tal vez de la zona... y era un muy raro, era un huargo albino... durante el encuentro con Gunnar estaba moribundo, el hambre lo tenía dominado hasta el agotamiento... Gunnar en principio, siendo aún muy joven empuñaba su espada para darle muerte, pero como sucede siempre cuando eres muy joven, el valor de la vida de un cachorro hace que pienses que puede que no sea buena idea, y entonces, en vista de su propio pasado, él también era huérfano, hizo una especie de conexión con Gardi (nombre por el que decidió llamarle)… de forma que, en vez de darle muerte, lo acogió, lo crió y creó un relación de compañeros que era inquebrantable, a pesar de la opinión de los aldeanos que a su vez habían abrazado la existencia de Gunnar... Años transcurrieron, Gunnar ya no era un muchacho, y Gardi se había vuelto enorme... apareció en el bosque un portal, y con él una invasión de seres desconocidos... Ambos, con los aldeanos, lucharon por la defensa de la aldea... y defendiéndola, abriéndose paso hasta el líder de los invasores, se lanzaron contra este, consiguiendo cerrar el portal, pero cayendo también con él, perdiéndose ambos para siempre... Los aldeanos consiguieron liquidar a los invasores restantes, pero a un alto costo... Habían perdido a dos de sus más amados miembros... al entrar por ese portal y este cerrarse, no había garantía de que sobreviviesen... Aun se escucha la canción que describe su sacrificio, y en ella, se puede percibir la zozobra de no saber con seguridad si viven o si están muertos...