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Description

Decidí hacer las cosas de modo diferente esta vez, e hice esta reconstrucción usando lápices de colores. Utilicé una “mezcla” de diferentes conjuntos de lápices de colores de diferentes marcas y calidades que estaban disponibles en mi casa.

Esta reconstrucción la hice a propósito del artículo recientemente publicado, sobre un fósil de manatí hallado en la localidad de Pubenza, en Cundinamarca, Colombia (1). Este fósil, junto con aquellos de otros vertebrados, proviene de las rocas conocidas como Formación Barzalosa, que se encuentran en el Valle Superior del Rio Magdalena. Estudios de Geólogos colombianos como Diana Ochoa (Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales) y Felipe de La Parra (Instituto Colombiano del Petróleo), y colaboradores, nos muestran que estas rocas se formaron entre 17.7 y 16.5 millones de años atrás (2, 3).

Los estudios geológicos también revelan que el ambiente de la formación Barzalosa era de aguas quietas en lagos y pantanos. Los microfósiles de polen y esporas indican que la vegetación terrestre era de ambientes selváticos. Otros microfósiles representan organismos de agua dulce, como los granos de polen llamados Mauritiidites franciscoi, que representan palmas de pantano de la familia Lepidocaryeae. Las especies vivientes de este tipo de palmas, conocidas en la región de los llanos de Colombia como “moriches”, crecen en zonas pantanosas, y se representan al fondo de la ilustración. También se encontraron algunas esporas de los pequeños helechos acuáticos flotantes del género Azolla, así como microfósiles de algas verdes, con especial abundancia de aquellas en los géneros Botryococcus y Pediastrum, Estos microfósiles ayudan a indicar que se trataba de ambientes de agua dulce, y por eso el agua en la ilustración se representa de verde.

Los fósiles de vertebrados de Pubenza fueron inicialmente hallados por Manuel Mendoza y Eutimio Salgado Bohorquez, habitantes de la región. Los hallazgos se relacionan con la explotación de depósitos de yeso en la región. En 2003 y 2005, comisiones del INGEOMINAS (Hoy Servicio Geológico Colombiano), visitaron el área y recuperaron restos de dos edades diferentes. Los fósiles más recientes recuperados por el INGEOMINAS son del Pleistoceno tardío, hace unos 40 mil años, y fueron objeto de otro estudio recientemente publicado (4). Los fósiles más antiguos, que incluyen el manatí, son del periodo Mioceno temprano, con entre 17.7 y 16.5 millones de años de antigüedad.

Los fósiles de tortugas del Mioceno de Pubenza, estudiadas por el Paleontólogo santandereano Edwin Cadena, representan tortugas charapas (Podocnemis, arriba a la derecha) y mata-matas (Chelus, abajo a la izquierda) muy parecidas a las especies vivientes de estas tortugas de agua dulce (5, 6). La mayoría de los fósiles de cocodrilos conocidos de la Formación Barzalosa (7) representan gaviales de hocico largo y estrecho, como el que puede verse nadando por detrás del manatí, mientras que otros pocos provienen de caimanes de hocico corto y ancho, como el que puede verse como una sombra al fondo.

Las características del fósil de manatí permiten indicar que se trataba de una forma muy similar al Potamosiren magdaleniensis, una especie de manatí representado por varios fósiles en las rocas del grupo Honda en el Desierto de la Tatacoa (8). El fósil de Pubenza está muy incompleto como para determinar si es del mismo P. magdaleniensis, o si se trataba de otra especie cercanamente emparentada de Potamosiren. Las rocas del grupo Honda, que también afloran en el Valle Superior del Magdalena, son entre 4y 6 millones de años más jóvenes que las de Pubenza. Estas rocas se formaron en ambientes principalmente de ríos caudalosos, en contraste con los ambientes lacustres de la Formación Barzalosa.

El manatí de Pubenza, si bien es algo más pequeño que el P. magdaleniensis, comparte con este varios rasgos en la forma de los molares. Uno de esos rasgos es un esmalte dental inusualmente grueso, como adaptación temprana a una dieta de plantas en ambientes continentales. Los manatíes modernos tienen un modo inusual de desarrollar sus molares. En la mayoría de mamíferos, brotan primero dientes de leche que luego se caen para dar paso a los definitivos. En contraste, los dientes de los manatíes brotan en la parte de atrás, y van moviéndose hacia adelante empujados por otros dientes que van brotando, para luego caerse cuando llegan al extremo anterior de la fila. Los fósiles de Potamosiren del desierto de la Tatacoa y de Pubenza indican que este sistema de reemplazamiento dental aún no había evolucionado. Por otro lado, un fósil de manatí más reciente, (el Ribodon de Argentina, con unos 7 millones de años de antigüedad), ya muestra el sistema especial de reemplazamiento de molares con el que cuentan los manatíes vivientes.

Referencias
1) Suarez, C.; N. Gelfo, J. N.; Moreno-Bernal, J. W.; Velez-Juarbe, J. 2021. An early Miocene manatee from Colombia and the initial Sirenian invasion of freshwater ecosystems. Journal of South American Earth Sciences, Volume 109, 103277. doi.org/10.1016/j.jsames.2021.… .
2) Ochoa, D., Hoorn, C., Jaramillo, C., Bayona, G., Parra, M., De la Parra, F., 2012. The final phase of tropical lowland conditions in the axial zone of the Eastern Cordillera of Colombia: evidence from three palynological records. J. S. Am. Earth Sci. 39, 157–169.
3) De La Parra, F., Pinzon, D., Rodriguez, G., Bedoya, O., Benson, R., 2019. Lacustrine systems in the early Miocene of northern South America – evidence from the upper Magdalena valley, Colombia. Palaios 34, 490–505. doi.org/10.2110/
4) Alfonso Rojas, A., Herrera Gutierrez, L. M., Suárez, C., Ciancio, M., Pelegrin, J., & Cadena Rueda, E. A. (2021). Late Pleistocene biota from Pubenza, Colombia; turtles, mammals, birds, invertebrates and plant remains. Journal of Quaternary Science, 36(3), 450-466. [3299]. doi.org/10.1002/jqs.3299
5) Cadena, E., Jaramillo, C., Paramo, M.E., 2008. New material of Chelus colombiana (Testudines; Pleurodira) from the lower Miocene of Colombia. J. Vertebr. Paleontol. 28, 1206–1212.
6) Cadena, E., Paramo, M., Gaona, T., Torres, V., Jaramillo, C., 2006. Podocnemididae and Chelidae turtles from the early Miocene, middle Magdalena valley, Colombia: the oldest record of Podocaiemis and Chelus in South America. In: Abstracts of Papers, Journal of Vertebrate Paleontology, p. 47A
7) Moreno-Bernal, J.W., 2006. Reporte preliminar sobre los Crocodylia de la formacion Barzalosa (Mioceno inferior?), Valle Medio del Magdalena. In: II Congreso Colombiano de Zoología, p. 487

8) Domning, D.P., 1997. Sirenia. In: Kay, R.F., Madden, R.H., Cifelli, R.L., Flynn, J.J. (Eds.), Vertebrate Paleontology in the Neotropics: the Miocene Fauna of La Venta, Colombia. Smithsonian Institution Press, Washington and London, pp. 383–391.

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Decidí hacer las cosas de modo diferente esta vez, e hice esta reconstrucción usando lápices de colores. Utilicé una “mezcla” de diferentes conjuntos de lápices de colores de diferentes marcas y calidades que estaban disponibles en mi casa.

Esta reconstrucción la hice a propósito del artículo recientemente publicado, sobre un fósil de manatí hallado en la localidad de Pubenza, en Cundinamarca, Colombia (1). Este fósil, junto con aquellos de otros vertebrados, proviene de las rocas conocidas como Formación Barzalosa, que se encuentran en el Valle Superior del Rio Magdalena. Estudios de Geólogos colombianos como Diana Ochoa (Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales) y Felipe de La Parra (Instituto Colombiano del Petróleo), y colaboradores, nos muestran que estas rocas se formaron entre 17.7 y 16.5 millones de años atrás (2, 3).

Los estudios geológicos también revelan que el ambiente de la formación Barzalosa era de aguas quietas en lagos y pantanos. Los microfósiles de polen y esporas indican que la vegetación terrestre era de ambientes selváticos. Otros microfósiles representan organismos de agua dulce, como los granos de polen llamados Mauritiidites franciscoi, que representan palmas de pantano de la familia Lepidocaryeae. Las especies vivientes de este tipo de palmas, conocidas en la región de los llanos de Colombia como “moriches”, crecen en zonas pantanosas, y se representan al fondo de la ilustración. También se encontraron algunas esporas de los pequeños helechos acuáticos flotantes del género Azolla, así como microfósiles de algas verdes, con especial abundancia de aquellas en los géneros Botryococcus y Pediastrum, Estos microfósiles ayudan a indicar que se trataba de ambientes de agua dulce, y por eso el agua en la ilustración se representa de verde.

Los fósiles de vertebrados de Pubenza fueron inicialmente hallados por Manuel Mendoza y Eutimio Salgado Bohorquez, habitantes de la región. Los hallazgos se relacionan con la explotación de depósitos de yeso en la región. En 2003 y 2005, comisiones del INGEOMINAS (Hoy Servicio Geológico Colombiano), visitaron el área y recuperaron restos de dos edades diferentes. Los fósiles más recientes recuperados por el INGEOMINAS son del Pleistoceno tardío, hace unos 40 mil años, y fueron objeto de otro estudio recientemente publicado (4). Los fósiles más antiguos, que incluyen el manatí, son del periodo Mioceno temprano, con entre 17.7 y 16.5 millones de años de antigüedad.

Los fósiles de tortugas del Mioceno de Pubenza, estudiadas por el Paleontólogo santandereano Edwin Cadena, representan tortugas charapas (Podocnemis, arriba a la derecha) y mata-matas (Chelus, abajo a la izquierda) muy parecidas a las especies vivientes de estas tortugas de agua dulce (5, 6). La mayoría de los fósiles de cocodrilos conocidos de la Formación Barzalosa (7) representan gaviales de hocico largo y estrecho, como el que puede verse nadando por detrás del manatí, mientras que otros pocos provienen de caimanes de hocico corto y ancho, como el que puede verse como una sombra al fondo.

Las características del fósil de manatí permiten indicar que se trataba de una forma muy similar al Potamosiren magdaleniensis, una especie de manatí representado por varios fósiles en las rocas del grupo Honda en el Desierto de la Tatacoa (8). El fósil de Pubenza está muy incompleto como para determinar si es del mismo P. magdaleniensis, o si se trataba de otra especie cercanamente emparentada de Potamosiren. Las rocas del grupo Honda, que también afloran en el Valle Superior del Magdalena, son entre 4y 6 millones de años más jóvenes que las de Pubenza. Estas rocas se formaron en ambientes principalmente de ríos caudalosos, en contraste con los ambientes lacustres de la Formación Barzalosa.

El manatí de Pubenza, si bien es algo más pequeño que el P. magdaleniensis, comparte con este varios rasgos en la forma de los molares. Uno de esos rasgos es un esmalte dental inusualmente grueso, como adaptación temprana a una dieta de plantas en ambientes continentales. Los manatíes modernos tienen un modo inusual de desarrollar sus molares. En la mayoría de mamíferos, brotan primero dientes de leche que luego se caen para dar paso a los definitivos. En contraste, los dientes de los manatíes brotan en la parte de atrás, y van moviéndose hacia adelante empujados por otros dientes que van brotando, para luego caerse cuando llegan al extremo anterior de la fila. Los fósiles de Potamosiren del desierto de la Tatacoa y de Pubenza indican que este sistema de reemplazamiento dental aún no había evolucionado. Por otro lado, un fósil de manatí más reciente, (el Ribodon de Argentina, con unos 7 millones de años de antigüedad), ya muestra el sistema especial de reemplazamiento de molares con el que cuentan los manatíes vivientes.

Referencias
1) Suarez, C.; N. Gelfo, J. N.; Moreno-Bernal, J. W.; Velez-Juarbe, J. 2021. An early Miocene manatee from Colombia and the initial Sirenian invasion of freshwater ecosystems. Journal of South American Earth Sciences, Volume 109, 103277. doi.org/10.1016/j.jsames.2021.… .
2) Ochoa, D., Hoorn, C., Jaramillo, C., Bayona, G., Parra, M., De la Parra, F., 2012. The final phase of tropical lowland conditions in the axial zone of the Eastern Cordillera of Colombia: evidence from three palynological records. J. S. Am. Earth Sci. 39, 157–169.
3) De La Parra, F., Pinzon, D., Rodriguez, G., Bedoya, O., Benson, R., 2019. Lacustrine systems in the early Miocene of northern South America – evidence from the upper Magdalena valley, Colombia. Palaios 34, 490–505. doi.org/10.2110/
4) Alfonso Rojas, A., Herrera Gutierrez, L. M., Suárez, C., Ciancio, M., Pelegrin, J., & Cadena Rueda, E. A. (2021). Late Pleistocene biota from Pubenza, Colombia; turtles, mammals, birds, invertebrates and plant remains. Journal of Quaternary Science, 36(3), 450-466. [3299]. doi.org/10.1002/jqs.3299
5) Cadena, E., Jaramillo, C., Paramo, M.E., 2008. New material of Chelus colombiana (Testudines; Pleurodira) from the lower Miocene of Colombia. J. Vertebr. Paleontol. 28, 1206–1212.
6) Cadena, E., Paramo, M., Gaona, T., Torres, V., Jaramillo, C., 2006. Podocnemididae and Chelidae turtles from the early Miocene, middle Magdalena valley, Colombia: the oldest record of Podocaiemis and Chelus in South America. In: Abstracts of Papers, Journal of Vertebrate Paleontology, p. 47A
7) Moreno-Bernal, J.W., 2006. Reporte preliminar sobre los Crocodylia de la formacion Barzalosa (Mioceno inferior?), Valle Medio del Magdalena. In: II Congreso Colombiano de Zoología, p. 487

8) Domning, D.P., 1997. Sirenia. In: Kay, R.F., Madden, R.H., Cifelli, R.L., Flynn, J.J. (Eds.), Vertebrate Paleontology in the Neotropics: the Miocene Fauna of La Venta, Colombia. Smithsonian Institution Press, Washington and London, pp. 383–391.