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Description
♠ Nombre: Jane Marlene Harris

♥ Fecha de Nacimiento: 24 Noviembre, Sagitario

♣ Nacionalidad: Inglesa

♦ Edad: 18 años

♠ Año en curso: Repitiendo 8º

♥ Altura y peso: 1.70 cm , 58 kg

♣ Historia:

Los Harris enlazaron sus vidas al mismo tiempo que fusionaban sus grandes empresas en un matrimonio concertado por ambas familias. Ambos eran conscientes de la situación y aceptaban de buena gana vivir en un matrimonio sin amor si eso beneficiaba a sus negocios familiares. Ambos eran conscientes de los affairs del otro, pero mientras no hubiera filtraciones a los medios de comunicación, ambos estaban bien con eso. Al poco de casarse, ambos coincidieron en que el siguiente paso era traer al mundo un heredero que asegurase el bienestar del gran imperio familiar. Sin embargo, en este punto las cosas se torcieron ligeramente, ya que los Harris eran incapaces de concebir un heredero. Después de varios intentos, decidieron que el señor Harris tendría un hijo con una de sus amantes, forzándola después a renunciar a sus derechos como madre y siendo la criatura adoptaba legalmente por la señora Harris. Y así fue, nueve meses después nació Angelique, al tiempo que la señora Harris descubría que, pese a lo imposible, estaba en estado. Así pues, no uno si no dos bebés, potenciales herederos del imperio familiar, crecerían en la casa de los Harris. Puesto que ambas fueron niñas, se decidió que ambas serían educadas para ser las cabezas de familia, pues aunque Angelique era la mayor, Jane era la hija legítima de ambos.

Las niñas crecieron rodeadas de lujos, los mejores profesores y las agendas llenas de actividades extraescolares: música, poesía, equitación, ballet y una larga lista que completaba su educación. A pesar de sus ajetreadas vidas, ambas hermanas aprovechaban cada minuto libre juntas, escapando de la presión de sus padres en su propio mundo. Sin embargo, las líneas que separaban el amor fraternal de algo más se volvieron difusas, sobre todo para Jane, que incapaz de controlar sus emociones se confesó a su hermana mayor. A partir de ese día, ambas desarrollaron una relación más íntima e inocente, llena de amor sincero y puro, pero no pasó demasiado tiempo hasta que sus padres las descubrieron besándose en la habitación de una de ellas. Aquello era un escándalo, era inaceptable. Rápidamente decidieron internar a Angelique en una institución para señoritas, donde la tendrían vigilada, mientras Jane seguiría siendo educada para ser la heredera. La pequeña de las Harris lloró y gritó con desesperación al ser separada de su hermana, y prometió ser la mejor hija, la mejor estudiante, lo que fuera, con tal de que trajeran a Angelique de vuelta. Estudió más duro que nunca, se esforzó hasta el agotamiento, hasta que un día sus padres llegaron con una propuesta para un matrimonio concertado. Jane no quería aceptar, no podía. A aquellas alturas era más que consciente que su atracción por su hermana no se limitaba simplemente a ella, si no que le gustaban las mujeres. La idea de casarse con un hombre le revolvía el estómago. Pero ella no era la única a la que habían concertado un matrimonio, pues Angelique estaba en las mismas, salvo que, en su caso, ella sí aceptó. En ese momento todo el mundo de Jane se vino abajo, como un castillo de naipes. Así que daba igual lo que hiciera, el resultado sería el mismo, ¿no? Todo por lo que había luchado había perdido todo el significado. Se enfadó, se enfadó mucho, y puso punto y final a aquella vida, a cumplir las expectativas de sus padres, a ser una buena hija, y empezó a vivir su vida como se dio la gana. Se cortó y tiñó el pelo, tiró sus estúpidos vestidos y se consiguió ropa nueva. Malgastó el dinero de su familia en alcohol y drogas y descubrió que se le daba muy bien escaparse de la mansión por las noches. Los Harris, incapaces de tolerar un escándalo más, la mandaron al internado St. Trinians y, no solo eso, si no que decidieron que la única que heredaría el imperio familiar sería Angelique. Sin embargo, este hecho no le afectó lo más mínimo. Ya la habían hecho todo el daño que podían haberle hecho, sobretodo Angelique, a la cuál no pudo olvidar pese a sus intentos, pero por la cuál desarrolló una relación de amor-odio.

♦ Personalidad:

Después de vivir tanto tiempo reprimida por sus padres, ahora es todo lo contrario, una persona desfogada y libre, que no tolera más ataduras en su vida. Le gusta pasárselo bien y portarse muy mal. Cada travesura es un logro contra su familia, es una prueba de que su vida solo le pertenece a ella y a nadie más. No soporta a las niñas buenas, pues ve en ellas un reflejo de su yo pasado, pero ve también un reflejo de su hermana Angelique, por lo que al final siempre acaba seduciéndolas hasta corromperlas, y entonces las abandona y pierde todo interés en ellas. Es consciente de que no superó su amor por Angelique, pero el corazón y el cuerpo son cosas distintas, así que busca incansable calor y pasión en los cuerpos de otras mujeres para saciar su lujuria y el vacío de su corazón. Rápidamente se encapricha de una chica, y hace todo lo posible para hacerla suya, y cuando lo consigue pasa a otra. Es incapaz de sentir otra cosa más que deseo, y cuando lo sacia vuelve a enfrentarse a un vacío existencial que trata de llenar con el cariño de otra chica.

Es aventurera y la primera en apuntarse a cualquier travesura. Adora la sensación de romper las reglas y sentir el peligro de ser descubierta. Caminar por la línea entre el bien y el mal es uno de sus pasatiempos favoritos. Otro es la música, rock, punk, muy alto y desenfrenado.

No es especialmente estudiosa, pero, debido a toda la caña que le metieron de niña, se le da bastante bien. Sin embargo, en el último año se encaprichó de una chica de un curso inferior, por lo que repitió a posta para poder coincidir con ella.

♠ Objetos:

✦ Tocadiscos: Se lo regaló su abuelo materno, el único que la aceptó desde el primer momento. Es el que cubría, casi siempre, los líos en los que se metía. Es al único al que echa de menos de su familia. Siempre que utiliza el tocadiscos se acuerda de él y se siente mejor.

✦ Petaca:Esta fue una de las primeras cosas que compró en su nueva vida. 'Beetle juice' le pareció simplemente perfecto, así que si le preguntas que lleva en la petaca seguramente te contestará 'Solo es zumo, dale un trago'. Por supuesto, es el zumo más fuerte de la licorería.

✦ Zippo: Este es un objeto muy especial para ella, que siempre lleva en el bolsillo. Se lo dio la mujer con la que perdió la virginidad a los 15 años. Era mayor que ella, salvaje y experimentada. Era todo aquello que Jane aspiraba a ser. La admiraba, y aunque solo hubiera pasión y no romance entre ellas, sí que acabaron cogiéndose mucho cariño mutuamente. El zippo se lo relagó aquella primera noche. 'Lady fuck' es como siempre la llamó Jane desde ese día, con una sonrisa.

✦ Navaja suíza: 'Si vas a ser mala, tienes que estar preparada', le dijo su abuelo, y ella se lo tomó al pie de la letra. Al principio era una inútil manejándose con aquella cosa, y a menudo acababa cortándose a sí misma sin querer, pero con los años fue aprendiendo algunos truquitos útiles, sobre todo para dos cosas: para abrir cerraduras y para abrir las botellas de cerveza.

✦ Teléfono móvil: Ahí es donde apunta a todas sus nuevas conquistas con un corazoncito junto al nombre, por lo que su lista telefónica está llena de nombres con corazoncitos. Tiene la pantalla rota en una esquina de los golpes de la vida.

✦ Dispensador de chicles: Es pequeño, lo tiene en su mesilla de noche. El tabaco es caro, y no siempre fácil de conseguir en la escuela, por lo que masca a menudo chicle como sustitutivo del vicio.

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♠ Nombre: Jane Marlene Harris

♥ Fecha de Nacimiento: 24 Noviembre, Sagitario

♣ Nacionalidad: Inglesa

♦ Edad: 18 años

♠ Año en curso: Repitiendo 8º

♥ Altura y peso: 1.70 cm , 58 kg

♣ Historia:

Los Harris enlazaron sus vidas al mismo tiempo que fusionaban sus grandes empresas en un matrimonio concertado por ambas familias. Ambos eran conscientes de la situación y aceptaban de buena gana vivir en un matrimonio sin amor si eso beneficiaba a sus negocios familiares. Ambos eran conscientes de los affairs del otro, pero mientras no hubiera filtraciones a los medios de comunicación, ambos estaban bien con eso. Al poco de casarse, ambos coincidieron en que el siguiente paso era traer al mundo un heredero que asegurase el bienestar del gran imperio familiar. Sin embargo, en este punto las cosas se torcieron ligeramente, ya que los Harris eran incapaces de concebir un heredero. Después de varios intentos, decidieron que el señor Harris tendría un hijo con una de sus amantes, forzándola después a renunciar a sus derechos como madre y siendo la criatura adoptaba legalmente por la señora Harris. Y así fue, nueve meses después nació Angelique, al tiempo que la señora Harris descubría que, pese a lo imposible, estaba en estado. Así pues, no uno si no dos bebés, potenciales herederos del imperio familiar, crecerían en la casa de los Harris. Puesto que ambas fueron niñas, se decidió que ambas serían educadas para ser las cabezas de familia, pues aunque Angelique era la mayor, Jane era la hija legítima de ambos.

Las niñas crecieron rodeadas de lujos, los mejores profesores y las agendas llenas de actividades extraescolares: música, poesía, equitación, ballet y una larga lista que completaba su educación. A pesar de sus ajetreadas vidas, ambas hermanas aprovechaban cada minuto libre juntas, escapando de la presión de sus padres en su propio mundo. Sin embargo, las líneas que separaban el amor fraternal de algo más se volvieron difusas, sobre todo para Jane, que incapaz de controlar sus emociones se confesó a su hermana mayor. A partir de ese día, ambas desarrollaron una relación más íntima e inocente, llena de amor sincero y puro, pero no pasó demasiado tiempo hasta que sus padres las descubrieron besándose en la habitación de una de ellas. Aquello era un escándalo, era inaceptable. Rápidamente decidieron internar a Angelique en una institución para señoritas, donde la tendrían vigilada, mientras Jane seguiría siendo educada para ser la heredera. La pequeña de las Harris lloró y gritó con desesperación al ser separada de su hermana, y prometió ser la mejor hija, la mejor estudiante, lo que fuera, con tal de que trajeran a Angelique de vuelta. Estudió más duro que nunca, se esforzó hasta el agotamiento, hasta que un día sus padres llegaron con una propuesta para un matrimonio concertado. Jane no quería aceptar, no podía. A aquellas alturas era más que consciente que su atracción por su hermana no se limitaba simplemente a ella, si no que le gustaban las mujeres. La idea de casarse con un hombre le revolvía el estómago. Pero ella no era la única a la que habían concertado un matrimonio, pues Angelique estaba en las mismas, salvo que, en su caso, ella sí aceptó. En ese momento todo el mundo de Jane se vino abajo, como un castillo de naipes. Así que daba igual lo que hiciera, el resultado sería el mismo, ¿no? Todo por lo que había luchado había perdido todo el significado. Se enfadó, se enfadó mucho, y puso punto y final a aquella vida, a cumplir las expectativas de sus padres, a ser una buena hija, y empezó a vivir su vida como se dio la gana. Se cortó y tiñó el pelo, tiró sus estúpidos vestidos y se consiguió ropa nueva. Malgastó el dinero de su familia en alcohol y drogas y descubrió que se le daba muy bien escaparse de la mansión por las noches. Los Harris, incapaces de tolerar un escándalo más, la mandaron al internado St. Trinians y, no solo eso, si no que decidieron que la única que heredaría el imperio familiar sería Angelique. Sin embargo, este hecho no le afectó lo más mínimo. Ya la habían hecho todo el daño que podían haberle hecho, sobretodo Angelique, a la cuál no pudo olvidar pese a sus intentos, pero por la cuál desarrolló una relación de amor-odio.

♦ Personalidad:

Después de vivir tanto tiempo reprimida por sus padres, ahora es todo lo contrario, una persona desfogada y libre, que no tolera más ataduras en su vida. Le gusta pasárselo bien y portarse muy mal. Cada travesura es un logro contra su familia, es una prueba de que su vida solo le pertenece a ella y a nadie más. No soporta a las niñas buenas, pues ve en ellas un reflejo de su yo pasado, pero ve también un reflejo de su hermana Angelique, por lo que al final siempre acaba seduciéndolas hasta corromperlas, y entonces las abandona y pierde todo interés en ellas. Es consciente de que no superó su amor por Angelique, pero el corazón y el cuerpo son cosas distintas, así que busca incansable calor y pasión en los cuerpos de otras mujeres para saciar su lujuria y el vacío de su corazón. Rápidamente se encapricha de una chica, y hace todo lo posible para hacerla suya, y cuando lo consigue pasa a otra. Es incapaz de sentir otra cosa más que deseo, y cuando lo sacia vuelve a enfrentarse a un vacío existencial que trata de llenar con el cariño de otra chica.

Es aventurera y la primera en apuntarse a cualquier travesura. Adora la sensación de romper las reglas y sentir el peligro de ser descubierta. Caminar por la línea entre el bien y el mal es uno de sus pasatiempos favoritos. Otro es la música, rock, punk, muy alto y desenfrenado.

No es especialmente estudiosa, pero, debido a toda la caña que le metieron de niña, se le da bastante bien. Sin embargo, en el último año se encaprichó de una chica de un curso inferior, por lo que repitió a posta para poder coincidir con ella.

♠ Objetos:

✦ Tocadiscos: Se lo regaló su abuelo materno, el único que la aceptó desde el primer momento. Es el que cubría, casi siempre, los líos en los que se metía. Es al único al que echa de menos de su familia. Siempre que utiliza el tocadiscos se acuerda de él y se siente mejor.

✦ Petaca:Esta fue una de las primeras cosas que compró en su nueva vida. 'Beetle juice' le pareció simplemente perfecto, así que si le preguntas que lleva en la petaca seguramente te contestará 'Solo es zumo, dale un trago'. Por supuesto, es el zumo más fuerte de la licorería.

✦ Zippo: Este es un objeto muy especial para ella, que siempre lleva en el bolsillo. Se lo dio la mujer con la que perdió la virginidad a los 15 años. Era mayor que ella, salvaje y experimentada. Era todo aquello que Jane aspiraba a ser. La admiraba, y aunque solo hubiera pasión y no romance entre ellas, sí que acabaron cogiéndose mucho cariño mutuamente. El zippo se lo relagó aquella primera noche. 'Lady fuck' es como siempre la llamó Jane desde ese día, con una sonrisa.

✦ Navaja suíza: 'Si vas a ser mala, tienes que estar preparada', le dijo su abuelo, y ella se lo tomó al pie de la letra. Al principio era una inútil manejándose con aquella cosa, y a menudo acababa cortándose a sí misma sin querer, pero con los años fue aprendiendo algunos truquitos útiles, sobre todo para dos cosas: para abrir cerraduras y para abrir las botellas de cerveza.

✦ Teléfono móvil: Ahí es donde apunta a todas sus nuevas conquistas con un corazoncito junto al nombre, por lo que su lista telefónica está llena de nombres con corazoncitos. Tiene la pantalla rota en una esquina de los golpes de la vida.

✦ Dispensador de chicles: Es pequeño, lo tiene en su mesilla de noche. El tabaco es caro, y no siempre fácil de conseguir en la escuela, por lo que masca a menudo chicle como sustitutivo del vicio.