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Pasa el rato y nos ponemos de nuevo en marcha a casa. No lo se, pero aprovecho el camino para mirar con más atención Danville. Un lugar tranquilo relativamente, muchos habitantes que llevan años aquí dirían lo contrario, de seguro... ufff, vive en Inglaterra y luego en Japón y verás lo que ea una ciudad concurrida.

En fin... Bride no para de quejarse del frío, nunca le ha gustado y estoy segura que nunca le gustará, en cambio a mi... No se porque me traen buenos recuerdos, no se... No se porque me gusta la nieve. Cuando menos lo imagino esta ya no toca mis pies y estamos frente al departamento.

-Espero que ese chico este mejor, yo no quiero volver a salir- casi me gruñe Bride mientras abre la puerta.

-Claro, claro, como tú digas- entró solamente rodando los ojos: -¡Eliot, ya volvimos!-

Y como de esperarse, asoma su cara por la cocina: -Se nota- me contestó saliendo de la cocina... ¿¡C-Con mi celular!?: -Por cierto, lo olvidaste y sonó... No conteste, y por cierto, tu tono es muy raro, ya había pensado que una banda japonesa se había metido a la casa-

-¡Maldito, cállate!- Le grite golpeandole haciéndolo caer al suelo mientras lo tomaba: -además, no tiene nada de extraño mi tono, ¿Que tendrás tu? ¿Esa música country o de algún artista que nadie conoce?- Le pregunté sin mirarlo revisando las llamadas.

-¡Para tu información, es electrónica!- me contestó parandose y poniéndose junto a mi: -vaya chica grosera que resultas ser... ¿Eh? ¿Jame?-

... No podía simplemente decir algo.

De repente Jame se quedó callada y sin hacer nada. Tanto Bride como yo nos quedamos sacados de onda.

-Eh, ¿Tania...?- preguntó Bride acercándose a ella tocandole levemente el hombro, pero el también al ver el celular se quedó estupefacto: -no, es, posible...-

-Īe kuso masaka!- dijo por fin Jame empujando ligeramente a Bride y temblando al parecer... ¿De la emoción?: -¡NO LA MAMES, ELIOT! ¿¡Como fuiste tan tonto como para haber contestado!?-

Empezó a caminar amenazadoramente hacia mi, empuñando su mano. No comprendía nada: -¡Obviamente no lo conteste porque era tu teléfono! Además, ¿Como iba a saber quién era el que te estaba hablando como para que te pongas así?... por cierto, ¿Quien era?- Se me ocurrió preguntar al final confundido aún.

-¡No puedo creerlo! Debes tener uno de esos libros para tontos en el cerebro... ¡Era de la compañía de mi mamá, baka!-

-... eso explica porque era extranjero-

-¡Cállate y déjame terminar!- me gritó ya teniendome contra la pared y sin apartarme sus ojos flamantes de la ira: -¡He esperado esa llamada MESES! ¡Años, debería decir!-

-¿Pero por qué? ¿Que tiene de importante?-

-verás, Flynn...- dijo calmado Bride mientras apartaba a Jame, casi abrazandola y me daba espacio. Agradecí mucho que hiciera eso: -la compañía Fletcher trata de experimentos, inventos y creaciones en tecnología y Ciencias. Cada año hacen una presentación de lo nuevo hecho o descubierto y, en la apertura, traen a algún artista a cantar y tocar... y digamos que está nenita de aquí es muy buena y ha esperado por esa oportunidad desde que su madre lo propuso-

-¿Por qué rayos no le dieron la oportunidad si es la hija de la jefa- pregunte desconcertado.

-se eligen distintas opciones y los trabajadores y personas que lleguen a venir votan, Tania había mandado su muestra y siempre ha estado en la lista... parece que tal vez te escogieron- dijo sonriente al final abrazando un poco más a Tania, la cual sólo apartó su mirada amenazadora de mi para mirarlo a él al parecer feliz.

Pensé un poco... recuerdo el día que estaba limpiando y oí a Jame cantar por el pequeño balcón de su habitación. Realmente es muy buena, creo, solamente creo, que me arrepiento de no haber contestado.

-en fin, vamos Tany, llamemos para confirmarles- Le dijo de la misma forma a lo cual ella sólo asintió y los dos se fueron por el pasillo hacia la habitación de Jame.

Y, como siempre, me dejaron sólo en la sala. Suspira y puse mi mano en la cara... ¿Por qué siempre terminó haciéndola enojar o siendo regañado ese engreído, ellos son los menos que deberían hacerlo.

Además, juzgando aquello que tenía escrito la carta... he descubierto más secretos entre esos dos que nunca.

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Pasa el rato y nos ponemos de nuevo en marcha a casa. No lo se, pero aprovecho el camino para mirar con más atención Danville. Un lugar tranquilo relativamente, muchos habitantes que llevan años aquí dirían lo contrario, de seguro... ufff, vive en Inglaterra y luego en Japón y verás lo que ea una ciudad concurrida.

En fin... Bride no para de quejarse del frío, nunca le ha gustado y estoy segura que nunca le gustará, en cambio a mi... No se porque me traen buenos recuerdos, no se... No se porque me gusta la nieve. Cuando menos lo imagino esta ya no toca mis pies y estamos frente al departamento.

-Espero que ese chico este mejor, yo no quiero volver a salir- casi me gruñe Bride mientras abre la puerta.

-Claro, claro, como tú digas- entró solamente rodando los ojos: -¡Eliot, ya volvimos!-

Y como de esperarse, asoma su cara por la cocina: -Se nota- me contestó saliendo de la cocina... ¿¡C-Con mi celular!?: -Por cierto, lo olvidaste y sonó... No conteste, y por cierto, tu tono es muy raro, ya había pensado que una banda japonesa se había metido a la casa-

-¡Maldito, cállate!- Le grite golpeandole haciéndolo caer al suelo mientras lo tomaba: -además, no tiene nada de extraño mi tono, ¿Que tendrás tu? ¿Esa música country o de algún artista que nadie conoce?- Le pregunté sin mirarlo revisando las llamadas.

-¡Para tu información, es electrónica!- me contestó parandose y poniéndose junto a mi: -vaya chica grosera que resultas ser... ¿Eh? ¿Jame?-

... No podía simplemente decir algo.

De repente Jame se quedó callada y sin hacer nada. Tanto Bride como yo nos quedamos sacados de onda.

-Eh, ¿Tania...?- preguntó Bride acercándose a ella tocandole levemente el hombro, pero el también al ver el celular se quedó estupefacto: -no, es, posible...-

-Īe kuso masaka!- dijo por fin Jame empujando ligeramente a Bride y temblando al parecer... ¿De la emoción?: -¡NO LA MAMES, ELIOT! ¿¡Como fuiste tan tonto como para haber contestado!?-

Empezó a caminar amenazadoramente hacia mi, empuñando su mano. No comprendía nada: -¡Obviamente no lo conteste porque era tu teléfono! Además, ¿Como iba a saber quién era el que te estaba hablando como para que te pongas así?... por cierto, ¿Quien era?- Se me ocurrió preguntar al final confundido aún.

-¡No puedo creerlo! Debes tener uno de esos libros para tontos en el cerebro... ¡Era de la compañía de mi mamá, baka!-

-... eso explica porque era extranjero-

-¡Cállate y déjame terminar!- me gritó ya teniendome contra la pared y sin apartarme sus ojos flamantes de la ira: -¡He esperado esa llamada MESES! ¡Años, debería decir!-

-¿Pero por qué? ¿Que tiene de importante?-

-verás, Flynn...- dijo calmado Bride mientras apartaba a Jame, casi abrazandola y me daba espacio. Agradecí mucho que hiciera eso: -la compañía Fletcher trata de experimentos, inventos y creaciones en tecnología y Ciencias. Cada año hacen una presentación de lo nuevo hecho o descubierto y, en la apertura, traen a algún artista a cantar y tocar... y digamos que está nenita de aquí es muy buena y ha esperado por esa oportunidad desde que su madre lo propuso-

-¿Por qué rayos no le dieron la oportunidad si es la hija de la jefa- pregunte desconcertado.

-se eligen distintas opciones y los trabajadores y personas que lleguen a venir votan, Tania había mandado su muestra y siempre ha estado en la lista... parece que tal vez te escogieron- dijo sonriente al final abrazando un poco más a Tania, la cual sólo apartó su mirada amenazadora de mi para mirarlo a él al parecer feliz.

Pensé un poco... recuerdo el día que estaba limpiando y oí a Jame cantar por el pequeño balcón de su habitación. Realmente es muy buena, creo, solamente creo, que me arrepiento de no haber contestado.

-en fin, vamos Tany, llamemos para confirmarles- Le dijo de la misma forma a lo cual ella sólo asintió y los dos se fueron por el pasillo hacia la habitación de Jame.

Y, como siempre, me dejaron sólo en la sala. Suspira y puse mi mano en la cara... ¿Por qué siempre terminó haciéndola enojar o siendo regañado ese engreído, ellos son los menos que deberían hacerlo.

Además, juzgando aquello que tenía escrito la carta... he descubierto más secretos entre esos dos que nunca.