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Description

Nombre: Lorianne Edevane.
Edad: 20 años.
Genero: Femenino
O.S: Heterosexual
Peso y Altura: 1.53 cm / 46 kg
Región: Hoenn

Personalidad:

Gentil | Atenta | Cariñosa | Torpe | Perseverante | Despistada | Insegura

Lorianne es una muchacha de carácter más bien tranquilo. Suele ser bastante atenta con los demás, mostrando su amabilidad la mayoría de las veces. Risueña y cariñosa a la hora de expresarse pero un tanto insegura cuando se trata de grandes obstaculos, ella mejor que nadie sabe que no es demasiado atlética y que su torpeza brilla con luz propia, aun así siempre intentará dar lo mejor de si misma para mejorar en aquello que sea necesario o que, en su defecto, le ayude a seguir adelante.

Otro rasgo que tampoco puede dejarse de lado es su despiste. Suele ser algo despistada en algunos aspectos, y es que pueden pasarsele detalles que son muy obvios para los demás, sobre todo cuando tienen que ver con ella, tarda bastante en darse cuenta de ello.
Pese a todo Lorianne es alguien que se esforzará e intentará dar lo mejor de si en cada una de las cosas en las que se involucre.

Historia:

Lorianne nació en Ciudad Calagua, Hoenn. Hija única de un matrimonio joven dedicado mayormente a un pequeño negocio que llevaban entre ambos.
Los primeros años para la pareja fueron algo complicados, siendo padres jóvenes tenían que compaginar el trabajo con una pequeña niña que necesitaba de todos sus cuidados, eso sumado a la inexperiencia de ambos al ser padres primerizos podía ocasionar que en alguna ocasion fuera difícil para ellos encargarse de todo, pero nunca se rindieron. Poco a poco la situación se fue normalizando.

El tiempo pasaba rápido y la pequeña Lorianne crecía con todo el cariño que sus padres le daban. Su vida realmente era bastante tranquila, sin mucho a destacar, al menos hasta que cumplió 7 años.
Su madre siempre había tenido un cuerpo un tanto débil, el embarazo fue un periodo en el que tuvo que tener bastante reposo, algo con lo que se fue recuperando con el tiempo, aunque solía agotarse con más frecuencia y... enfermarse, algo que poco a poco fue consumiendo su débil cuerpo hasta fallecer.
Fue un duro golpe para la pequeña el perder a su madre, incluso por un tiempo dejó de sonreír o hablar, pero su padre, quien siempre estuvo para ella, fue un pilar fundamental para poder recuperarse. Su familia físicamente era más pequeña, pero los sentimientos y recuerdos iban a seguir ahí siempre.

Los años fueron pasando y Lorianne empezó a ayudar a su padre en su negocio cuando no tenía que estudiar o hacer alguna de sus obligaciones. Todo iba bien... al menos hasta ese día.

Ese día, en el que el cielo se tiñó de rojo, todo dejó de ser tal cual era. Las ciudades colapsaban y las personas fallecían una a una como consecuencia de ese horrible suceso. Fue una suerte que ambos, Lorianne y su padre, se salvaran a pesar de la magnitud de la situación pero eso, sin duda, no fue lo peor.

Como si no hubiera sido bastante desastre todo lo que venía ocurriendo desde hacía un tiempo, sin previo aviso siquiera, el mar empezó a engullir todo lo que se ponía a su paso, arrasando con lo poco que pudiera quedar de vegetación o civilización. Lorianne vio con horror como su casa, su ciudad, al menos lo que quedaba de ella, se inundaba a una velocidad alarmante, estaba segura de que si no hubiera sido por su padre no habría sobrevivido.
En todo momento veló por el bien de su hija, llevándola al lugar más alto posible de la montaña donde pudieran asegurar al menos su bienestar y seguridad, pero el temporal no siempre era favorable. El no tuvo tanta suerte, las olas traicioneras le arrastraron poco después de dejar a Lorianne resguardada no pudiendo ser localizado tras ese momento, pero Lorianne no quería pensar en lo peor, quería creer que únicamente tenía que avanzar, seguir el camino que su padre le había indicado para encontrarse nuevamente con el en algún punto.
Los días siguientes fueron bastante duros para ella, sobreviviendo como podía y buscando algún indicio que pudiera indicarle que su padre estaba bien, se adentró a esa montaña que había sido su salvación pero que en ese momento podía ser completamente lo contrario. Completamente perdida y con las fuerzas tanto físicas como mentalmente ya más agotadas que en un principio empezaba a perder la esperanza de lograr siquiera salir de ahí, y todo eso empeoró cuando esos pokemon aparecieron, esos pokemon salvajes que parecían verla como algún tipo de alimento.
Lo primero que quiso hacer fui huir, pero por más que quería no había manera adecuada de hacerlo, el miedo empezó a invadirla a medida que pasaban los segundos pero entonces, justo en frente de ella, un muchacho de larga melena alarga descendió de los cielos junto con otro pokemon, el cual era grande e intimidante. No tardó nada en ahuyentar a los salvajes.

Se quedó sin habla, observando al chico que se volteo hacía ella. Nunca lo había visto, no tenía idea de quien era, pero lo que era un hecho es que acababa de salvarle la vida.
Fue gracias a su ayuda que pudo salir de ese lugar. Montada en uno de sus pokemon, el cual parecía un gran algodón de azúcar, volaron los cielos alejándose así de ese lugar. Por lo que tenía entendido se dirigía a una región donde la calma aun era posible, un lugar el cual no había sido engullido por el mar... Ir con el, sin duda, era lo mejor que podía hacer.

Gustos/Disgustos:

- Los días cálidos.
- Los zapatos con algo de tacón.
- Poder ser de ayuda.
- Preparar dulces.
- El té.

- Cosas demasiado amargas.
- No poder ayudar a los demás cuando hace falta.
- Los Pokemon que son relativamente grandes y salvajes.

Extras:

- Sigue teniendo fé en que su padre aparecerá en algún momento sano y salvo. Como es normal hay veces en las que se deprime por hacer ya tanto que no sabe de el pero trata de que nadie más note esos momentos.
- Actualmente anda quedandose en la casa de los padres de un amigo el cual conoció una vez llegó a la región.
- Poco después de llegar y adaptarse a ese nuevo hogar empezó a trabajar de mesera en un restaurante.
- Sabe bastante poco sobre Pokemon y su cuidado/entrenamiento, esta tratando de aprender ahora que tiene la oportunidad.
- Suelen confundirla bastante seguido con alguien más jóven.
- Hay ocasiones en las que no suele fijarse demasiado por donde va a causa de estar metida en sus pensamientos, eso lleva a que se pierda y ya no sepa por que camino regresar.
- Desde lo ocurrido con los maremotos suele darle algo de miedo el mar cuando hay temporales fuertes.

Equipo Pokemon

Calista
Especie: Emolga

Es bastante coqueta y alegre, le encanta todo lo que sean accesorios lindos y femeninos. Aprecia y quiere mucho a Lorianne ya que esta la encontró en un momento en el cual estaba herida y sin muchas esperanzas de sobrevivir por si misma. Lorianne la llevo con ella, la trato y la cuidó hasta que estuvo recuperada por completo.
Suele ser bastante más espabilada que su entrenadora para algunas cosas.

Description

Nombre: Lorianne Edevane.
Edad: 20 años.
Genero: Femenino
O.S: Heterosexual
Peso y Altura: 1.53 cm / 46 kg
Región: Hoenn

Personalidad:

Gentil | Atenta | Cariñosa | Torpe | Perseverante | Despistada | Insegura

Lorianne es una muchacha de carácter más bien tranquilo. Suele ser bastante atenta con los demás, mostrando su amabilidad la mayoría de las veces. Risueña y cariñosa a la hora de expresarse pero un tanto insegura cuando se trata de grandes obstaculos, ella mejor que nadie sabe que no es demasiado atlética y que su torpeza brilla con luz propia, aun así siempre intentará dar lo mejor de si misma para mejorar en aquello que sea necesario o que, en su defecto, le ayude a seguir adelante.

Otro rasgo que tampoco puede dejarse de lado es su despiste. Suele ser algo despistada en algunos aspectos, y es que pueden pasarsele detalles que son muy obvios para los demás, sobre todo cuando tienen que ver con ella, tarda bastante en darse cuenta de ello.
Pese a todo Lorianne es alguien que se esforzará e intentará dar lo mejor de si en cada una de las cosas en las que se involucre.

Historia:

Lorianne nació en Ciudad Calagua, Hoenn. Hija única de un matrimonio joven dedicado mayormente a un pequeño negocio que llevaban entre ambos.
Los primeros años para la pareja fueron algo complicados, siendo padres jóvenes tenían que compaginar el trabajo con una pequeña niña que necesitaba de todos sus cuidados, eso sumado a la inexperiencia de ambos al ser padres primerizos podía ocasionar que en alguna ocasion fuera difícil para ellos encargarse de todo, pero nunca se rindieron. Poco a poco la situación se fue normalizando.

El tiempo pasaba rápido y la pequeña Lorianne crecía con todo el cariño que sus padres le daban. Su vida realmente era bastante tranquila, sin mucho a destacar, al menos hasta que cumplió 7 años.
Su madre siempre había tenido un cuerpo un tanto débil, el embarazo fue un periodo en el que tuvo que tener bastante reposo, algo con lo que se fue recuperando con el tiempo, aunque solía agotarse con más frecuencia y... enfermarse, algo que poco a poco fue consumiendo su débil cuerpo hasta fallecer.
Fue un duro golpe para la pequeña el perder a su madre, incluso por un tiempo dejó de sonreír o hablar, pero su padre, quien siempre estuvo para ella, fue un pilar fundamental para poder recuperarse. Su familia físicamente era más pequeña, pero los sentimientos y recuerdos iban a seguir ahí siempre.

Los años fueron pasando y Lorianne empezó a ayudar a su padre en su negocio cuando no tenía que estudiar o hacer alguna de sus obligaciones. Todo iba bien... al menos hasta ese día.

Ese día, en el que el cielo se tiñó de rojo, todo dejó de ser tal cual era. Las ciudades colapsaban y las personas fallecían una a una como consecuencia de ese horrible suceso. Fue una suerte que ambos, Lorianne y su padre, se salvaran a pesar de la magnitud de la situación pero eso, sin duda, no fue lo peor.

Como si no hubiera sido bastante desastre todo lo que venía ocurriendo desde hacía un tiempo, sin previo aviso siquiera, el mar empezó a engullir todo lo que se ponía a su paso, arrasando con lo poco que pudiera quedar de vegetación o civilización. Lorianne vio con horror como su casa, su ciudad, al menos lo que quedaba de ella, se inundaba a una velocidad alarmante, estaba segura de que si no hubiera sido por su padre no habría sobrevivido.
En todo momento veló por el bien de su hija, llevándola al lugar más alto posible de la montaña donde pudieran asegurar al menos su bienestar y seguridad, pero el temporal no siempre era favorable. El no tuvo tanta suerte, las olas traicioneras le arrastraron poco después de dejar a Lorianne resguardada no pudiendo ser localizado tras ese momento, pero Lorianne no quería pensar en lo peor, quería creer que únicamente tenía que avanzar, seguir el camino que su padre le había indicado para encontrarse nuevamente con el en algún punto.
Los días siguientes fueron bastante duros para ella, sobreviviendo como podía y buscando algún indicio que pudiera indicarle que su padre estaba bien, se adentró a esa montaña que había sido su salvación pero que en ese momento podía ser completamente lo contrario. Completamente perdida y con las fuerzas tanto físicas como mentalmente ya más agotadas que en un principio empezaba a perder la esperanza de lograr siquiera salir de ahí, y todo eso empeoró cuando esos pokemon aparecieron, esos pokemon salvajes que parecían verla como algún tipo de alimento.
Lo primero que quiso hacer fui huir, pero por más que quería no había manera adecuada de hacerlo, el miedo empezó a invadirla a medida que pasaban los segundos pero entonces, justo en frente de ella, un muchacho de larga melena alarga descendió de los cielos junto con otro pokemon, el cual era grande e intimidante. No tardó nada en ahuyentar a los salvajes.

Se quedó sin habla, observando al chico que se volteo hacía ella. Nunca lo había visto, no tenía idea de quien era, pero lo que era un hecho es que acababa de salvarle la vida.
Fue gracias a su ayuda que pudo salir de ese lugar. Montada en uno de sus pokemon, el cual parecía un gran algodón de azúcar, volaron los cielos alejándose así de ese lugar. Por lo que tenía entendido se dirigía a una región donde la calma aun era posible, un lugar el cual no había sido engullido por el mar... Ir con el, sin duda, era lo mejor que podía hacer.

Gustos/Disgustos:

- Los días cálidos.
- Los zapatos con algo de tacón.
- Poder ser de ayuda.
- Preparar dulces.
- El té.

- Cosas demasiado amargas.
- No poder ayudar a los demás cuando hace falta.
- Los Pokemon que son relativamente grandes y salvajes.

Extras:

- Sigue teniendo fé en que su padre aparecerá en algún momento sano y salvo. Como es normal hay veces en las que se deprime por hacer ya tanto que no sabe de el pero trata de que nadie más note esos momentos.
- Actualmente anda quedandose en la casa de los padres de un amigo el cual conoció una vez llegó a la región.
- Poco después de llegar y adaptarse a ese nuevo hogar empezó a trabajar de mesera en un restaurante.
- Sabe bastante poco sobre Pokemon y su cuidado/entrenamiento, esta tratando de aprender ahora que tiene la oportunidad.
- Suelen confundirla bastante seguido con alguien más jóven.
- Hay ocasiones en las que no suele fijarse demasiado por donde va a causa de estar metida en sus pensamientos, eso lleva a que se pierda y ya no sepa por que camino regresar.
- Desde lo ocurrido con los maremotos suele darle algo de miedo el mar cuando hay temporales fuertes.

Equipo Pokemon

Calista
Especie: Emolga

Es bastante coqueta y alegre, le encanta todo lo que sean accesorios lindos y femeninos. Aprecia y quiere mucho a Lorianne ya que esta la encontró en un momento en el cual estaba herida y sin muchas esperanzas de sobrevivir por si misma. Lorianne la llevo con ella, la trato y la cuidó hasta que estuvo recuperada por completo.
Suele ser bastante más espabilada que su entrenadora para algunas cosas.