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Description
The Guaranís were, probably, the most resistant american people to the European invasion. Protected by the jungle and for a tenacious pride, that was not leaving them to submit alive, they supported for two centuries the Spanish invasion. Even, often during the colony, they attacked and conquered Spanish positions and cities.

Until the music came.

The Jesuits, during more than one century, tried to get to the souls of these rebels. Many of these missionaries had the same luck that other conquerors: their bones ended lost in the jungle. But others, they achieved the aim to approach the heart of the Guarani ones.

This way, the Jesuitical missions were born. The jungle filled
with churches, with violins, with choirs. The native baroque populated of another life the Chaco and the Amazonian jungle.

This were other times. In 1767, one Spanish king take of his favor for the jesuits and turned the jungle into a cementery of dreams. The misions located in Santa Cruz de la Sierra, were of the few ones that continued with his labor and were still alive until now. In 1991, they were named Historical and Cultural Patrimony of the Humanity.

Today, the Guarani people that stay are dispersed, some ones still proud, different sadly enslaved (because the slavery still has not been abolished everywhere of the world), they are bringing together their people, to claim their rights and to exercise it that every man takes as an innate right: his dignity.

The last trip of , to give concerts in the Festival of Chiquitania Renaissance and Baroque Music, she remembered me this photo of a Guarani chief, that I knew some time ago and also remembered me the history of the missions and of these courageous peoples.

Photo taked in Yabatitindi, Camiri, Bolivian Chaco, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

El pueblo guaraní fue, tal vez, es más indomable y resistente de los pueblos americanos. Protegidos por la selva y por un orgullo tenaz que les impedía entregarse vivos, soportaron durante dos siglos la invasión española. Incluso, muchas veces durante la colonia, atacaron y vencieron puestos españoles y ciudades criollas.

Hasta que llegó la música.

Los Jesuítas, durante más de un siglo, intentaron llegar a las almas de estos rebeldes. Muchos de estos misioneros tuvieron la misma suerte que otros conquistadores: sus huesos terminaron perdidos en la selva. Pero otros, lograron el objetivo de acercarse al corazón de los guaraníes.

Así nacieron florecientes misiones jesuíticas. La selva se pobló de iglesias, de violines, de coros. El barroco mestizo pobló de otra vida el Chaco y la selva amazónica.

Esos fueron otros tiempos. En 1767, un rey español retiró su favor a los jesuítas y convirtió la selva en un tumba de sueños. Las misones ubicadas en Santa Cruz de la Sierra, fueron de las pocas que siguieron con su labor y siguieron vivas hasta la actualidad. En 1991, fueron nombradas Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.

Hoy, lo guaraníes que quedan están dispersos, algunos todavía orgullosos, otros tristemente esclavizados (porque la esclavitud todavia no se ha abolido en todas partes del mundo), van reuniendo a su pueblo de a poco, para reclamar sus derechos y ejercer eso que todo hombre tiene como derecho innato: su diginidad.

El último viaje de , para dar conciertos en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Chiquitos, me recordó esta foto de un jefe guaraní que conocí hace algun tiempo y también me recordó las historia de las misiones y de estos pueblos valerosos.

Foto sacada en Yabatitindi, Camiri, Chaco Boliviano, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

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The Guaranís were, probably, the most resistant american people to the European invasion. Protected by the jungle and for a tenacious pride, that was not leaving them to submit alive, they supported for two centuries the Spanish invasion. Even, often during the colony, they attacked and conquered Spanish positions and cities.

Until the music came.

The Jesuits, during more than one century, tried to get to the souls of these rebels. Many of these missionaries had the same luck that other conquerors: their bones ended lost in the jungle. But others, they achieved the aim to approach the heart of the Guarani ones.

This way, the Jesuitical missions were born. The jungle filled
with churches, with violins, with choirs. The native baroque populated of another life the Chaco and the Amazonian jungle.

This were other times. In 1767, one Spanish king take of his favor for the jesuits and turned the jungle into a cementery of dreams. The misions located in Santa Cruz de la Sierra, were of the few ones that continued with his labor and were still alive until now. In 1991, they were named Historical and Cultural Patrimony of the Humanity.

Today, the Guarani people that stay are dispersed, some ones still proud, different sadly enslaved (because the slavery still has not been abolished everywhere of the world), they are bringing together their people, to claim their rights and to exercise it that every man takes as an innate right: his dignity.

The last trip of , to give concerts in the Festival of Chiquitania Renaissance and Baroque Music, she remembered me this photo of a Guarani chief, that I knew some time ago and also remembered me the history of the missions and of these courageous peoples.

Photo taked in Yabatitindi, Camiri, Bolivian Chaco, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

El pueblo guaraní fue, tal vez, es más indomable y resistente de los pueblos americanos. Protegidos por la selva y por un orgullo tenaz que les impedía entregarse vivos, soportaron durante dos siglos la invasión española. Incluso, muchas veces durante la colonia, atacaron y vencieron puestos españoles y ciudades criollas.

Hasta que llegó la música.

Los Jesuítas, durante más de un siglo, intentaron llegar a las almas de estos rebeldes. Muchos de estos misioneros tuvieron la misma suerte que otros conquistadores: sus huesos terminaron perdidos en la selva. Pero otros, lograron el objetivo de acercarse al corazón de los guaraníes.

Así nacieron florecientes misiones jesuíticas. La selva se pobló de iglesias, de violines, de coros. El barroco mestizo pobló de otra vida el Chaco y la selva amazónica.

Esos fueron otros tiempos. En 1767, un rey español retiró su favor a los jesuítas y convirtió la selva en un tumba de sueños. Las misones ubicadas en Santa Cruz de la Sierra, fueron de las pocas que siguieron con su labor y siguieron vivas hasta la actualidad. En 1991, fueron nombradas Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.

Hoy, lo guaraníes que quedan están dispersos, algunos todavía orgullosos, otros tristemente esclavizados (porque la esclavitud todavia no se ha abolido en todas partes del mundo), van reuniendo a su pueblo de a poco, para reclamar sus derechos y ejercer eso que todo hombre tiene como derecho innato: su diginidad.

El último viaje de , para dar conciertos en el Festival de Música Renacentista y Barroca de Chiquitos, me recordó esta foto de un jefe guaraní que conocí hace algun tiempo y también me recordó las historia de las misiones y de estos pueblos valerosos.

Foto sacada en Yabatitindi, Camiri, Chaco Boliviano, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.