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Description

¡Finish! ...

Nombre Completo: Naekail (Nae)

Edad: 15 años.

Altura: 1.77 m.

Peso: 71 Kg.

Genero: Masculino.

Área: Demonio (Sección A)

Especie: Demonio (Se dice que antes perteneció al páramo celestial pero, su problema llegó a tal grado que su degrado fue extremo)

Habilidades:

Normal:

Posee gran fuerza (En especial en su mandíbula lo cual le otorga una potente mordida), capaz de volar gracias a sus alas aunque todo se lo toma con cierta calma por lo que tiende a ser muy lento. Normalmente este no ataca, pero por contrario, se defiende muy bien gracias a su buena vista.

Gula desmedida:

La locura lo controla completamente. Sin control de si mismo se convierte en un ente que no mide sus acciones. Sus mandíbulas ganan más fuerza, capaz de romper las rocas más duras. Su velocidad aumenta considerablemente pero, tanto su defensa como su capacidad de vista disminuyen en pleno movimiento. Para ver correctamente a su víctima necesita detenerse.

Historia:

Por contrario a lo que muchos piensan, Naekail nació en el seno de una familia "cariñosa". Su madre era un ángel mientras que su padre, un demonio. Increíblemente esto había sucedido pero, debido al rechazo y a las tentativas de acoso hacia la mujer, la familia decide irse a vivir a las lejanías. Era bastante tranquilo, el padre había comenzado un extenso cultivo de verduras y árboles de peras, los cuales eran los favoritos de su mujer mientras que ella, era conocida por hacer unas deliciosas tartas de peras acarameladas.

Nae fué el menor de 3 hermanos mayores. Una niña ángel y dos gemelos demonio.

Todo era realmente tranquilo, todo hasta los 10 años cumplidos del menor que, comenzó a mostrar un apetito peculiarmente activo. Al año, los suministros de comida comenzaban a escasear peligrosamente, preocupando notoriamente al padre mientras que, la madre pensaba que era parte del crecimiento.

Las burlas de sus hermanos no tardaron en aparecer, los susurros a la espalda de Nae, por su hermana mayor comenzaron a hacerse presentes tiempo después. Nae comenzaba a preocuparse, incluso sin darse cuenta de que continuaba con aquel reciente vicio. Lo que llamó la atención de la madre es que este, en ningún momento, mostraba señales de sobrepeso ni la presencia de estómago hinchado.

A sus 12 años, la tierra ya se encontraba completamente estéril del uso inapropiado que le estaba dando el hombre, por la necesidad de cultivar y conseguir comida. Las cosas estaban empeorando completamente, por lo que, el padre decide salir a buscar algún modo de conseguir comida para poder reestablecer la granja y, de algún modo, buscar una solución al problema de su hijo... Este jamás regresó. La madre de los pequeños buscó modos y modos de cuidar su familia y, poder alimentarla... La desesperación comenzaba a hacerse presente en esta.

Dos años después de que la cabeza de la familia se fuera, una noche, la madre escucha unos gritos desgarradores del cuarto del menor. Tras haber llegado al cuarto de este, lo primero que ve es un gran charco de sangre derramada. El miedo no tardó ni medio segundo en hacerse presente y está grita asustada el nombre de su hijo, el cual respondió por medio de un llanto extraño, que provenía del armario. Cuando ella se asomó, buscándolo... Lo que vio resultó deplorable para sus ojos. Su niño masticaba su mano derecha, la cual se encontraba ligeramente sangrando de por sí. La cara del niño manchada de sangre y sus lágrimas casi la hicieron enloquecer. Como pudo, ella lo detuvo y buscó curar las heridas del niño, quien chillaba constantemente un ahogado "Lo siento".

Por suerte, el niño luego de un tiempo, mejoró en gran medida de sus heridas auto impuestas, había logrado salvar sus manos pero, aquellas cicatrices quedarían como un horrible recordatorio. Uno de sus hermanos le dio lo que parecían unas manoplas de armadura color cobre, asegurando de que las cicatrices no lo molestarían, ni mucho menos, volvería a pasar lo que había ocurrido.

La familia se encontraba unida dentro de los problemas que hubieron, las cosas se habían salido de control, realmente no sabía que hacer. Al día siguiente, una carta sin remitente llega, con una nota dentro del sobre que decía "Está es la solución". Junto con esa nota, había un nombre y un número... "Reformatorio"... ¿Realmente esa sería la solución?... Si bien la pregunta nublo su mente por unos minutos, el solo ver a su hijo, quien había tenido muchos problemas, no dudó ni unos minutos en llamar a aquel numero.

"..."

Tardaron unos días en llegar a por el joven. En tanto habían llegado, este se encontraba sentado en el sillón del living masticando unas hojas de menta. Llegaron a notar que sus manos se encontraban peculiarmente cubiertas con lo que parecian manoplas de cobre puro y, por último... Este mantenía una sonrisa, saludando tranquilamente a aquellas extrañas visitas.

"Nadie más respondió al llamado."

Personalidad:

Algo que se debe saber de entrada con Naekail, es que si te mira, te mira con deseo pero, no es por otra cosa si no por deseos de comer. En realidad, se contiene pero...

Naekail es bastante tranquilo, toma algunas cosas a su cierto ritmo. La mayor parte del tiempo alegre mientras tenga algo de comer en la mano (No siempre pero, lo más normal es que lo tenga.). Suele ser atento en muchos aspectos con los que lo rodean, mostrando una sonrisa constantemente. Es muy raro ver una mueca en su rostro.

"Todo a su tiempo, masticar es importante."

Gustos:

• La carne.

• El pescado.

• La fruta.

• La verdura (A menor medida).

• El chicle.

• La comida.

(Mas en rol)

Disgustos:

• La cuerda.

• Los malestares estomacales.
(Mas en rol)

Extras:

- Nae tiene un problema severo de Gula. Pese a que lo odie, el reconoce internamente que necesita de aquella soga/horca para controlar sus impulsos.

- No le gusta mucho el tema de que miren sus manos, mucho menos por el tema de que tiene miedo de que alguien se los quite y vea las cicatrices horrorosas, las cuales en realidad odia.

- Es muy raro que mire con interés a un segundo sin que la razón tenga que ver con su apetito (Pero han existido un par de "excepciones")

- En muy rara ocasión suele tener dolores de estomago, cuando ocurre, él está de mal humor.

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¡Finish! ...

Nombre Completo: Naekail (Nae)

Edad: 15 años.

Altura: 1.77 m.

Peso: 71 Kg.

Genero: Masculino.

Área: Demonio (Sección A)

Especie: Demonio (Se dice que antes perteneció al páramo celestial pero, su problema llegó a tal grado que su degrado fue extremo)

Habilidades:

Normal:

Posee gran fuerza (En especial en su mandíbula lo cual le otorga una potente mordida), capaz de volar gracias a sus alas aunque todo se lo toma con cierta calma por lo que tiende a ser muy lento. Normalmente este no ataca, pero por contrario, se defiende muy bien gracias a su buena vista.

Gula desmedida:

La locura lo controla completamente. Sin control de si mismo se convierte en un ente que no mide sus acciones. Sus mandíbulas ganan más fuerza, capaz de romper las rocas más duras. Su velocidad aumenta considerablemente pero, tanto su defensa como su capacidad de vista disminuyen en pleno movimiento. Para ver correctamente a su víctima necesita detenerse.

Historia:

Por contrario a lo que muchos piensan, Naekail nació en el seno de una familia "cariñosa". Su madre era un ángel mientras que su padre, un demonio. Increíblemente esto había sucedido pero, debido al rechazo y a las tentativas de acoso hacia la mujer, la familia decide irse a vivir a las lejanías. Era bastante tranquilo, el padre había comenzado un extenso cultivo de verduras y árboles de peras, los cuales eran los favoritos de su mujer mientras que ella, era conocida por hacer unas deliciosas tartas de peras acarameladas.

Nae fué el menor de 3 hermanos mayores. Una niña ángel y dos gemelos demonio.

Todo era realmente tranquilo, todo hasta los 10 años cumplidos del menor que, comenzó a mostrar un apetito peculiarmente activo. Al año, los suministros de comida comenzaban a escasear peligrosamente, preocupando notoriamente al padre mientras que, la madre pensaba que era parte del crecimiento.

Las burlas de sus hermanos no tardaron en aparecer, los susurros a la espalda de Nae, por su hermana mayor comenzaron a hacerse presentes tiempo después. Nae comenzaba a preocuparse, incluso sin darse cuenta de que continuaba con aquel reciente vicio. Lo que llamó la atención de la madre es que este, en ningún momento, mostraba señales de sobrepeso ni la presencia de estómago hinchado.

A sus 12 años, la tierra ya se encontraba completamente estéril del uso inapropiado que le estaba dando el hombre, por la necesidad de cultivar y conseguir comida. Las cosas estaban empeorando completamente, por lo que, el padre decide salir a buscar algún modo de conseguir comida para poder reestablecer la granja y, de algún modo, buscar una solución al problema de su hijo... Este jamás regresó. La madre de los pequeños buscó modos y modos de cuidar su familia y, poder alimentarla... La desesperación comenzaba a hacerse presente en esta.

Dos años después de que la cabeza de la familia se fuera, una noche, la madre escucha unos gritos desgarradores del cuarto del menor. Tras haber llegado al cuarto de este, lo primero que ve es un gran charco de sangre derramada. El miedo no tardó ni medio segundo en hacerse presente y está grita asustada el nombre de su hijo, el cual respondió por medio de un llanto extraño, que provenía del armario. Cuando ella se asomó, buscándolo... Lo que vio resultó deplorable para sus ojos. Su niño masticaba su mano derecha, la cual se encontraba ligeramente sangrando de por sí. La cara del niño manchada de sangre y sus lágrimas casi la hicieron enloquecer. Como pudo, ella lo detuvo y buscó curar las heridas del niño, quien chillaba constantemente un ahogado "Lo siento".

Por suerte, el niño luego de un tiempo, mejoró en gran medida de sus heridas auto impuestas, había logrado salvar sus manos pero, aquellas cicatrices quedarían como un horrible recordatorio. Uno de sus hermanos le dio lo que parecían unas manoplas de armadura color cobre, asegurando de que las cicatrices no lo molestarían, ni mucho menos, volvería a pasar lo que había ocurrido.

La familia se encontraba unida dentro de los problemas que hubieron, las cosas se habían salido de control, realmente no sabía que hacer. Al día siguiente, una carta sin remitente llega, con una nota dentro del sobre que decía "Está es la solución". Junto con esa nota, había un nombre y un número... "Reformatorio"... ¿Realmente esa sería la solución?... Si bien la pregunta nublo su mente por unos minutos, el solo ver a su hijo, quien había tenido muchos problemas, no dudó ni unos minutos en llamar a aquel numero.

"..."

Tardaron unos días en llegar a por el joven. En tanto habían llegado, este se encontraba sentado en el sillón del living masticando unas hojas de menta. Llegaron a notar que sus manos se encontraban peculiarmente cubiertas con lo que parecian manoplas de cobre puro y, por último... Este mantenía una sonrisa, saludando tranquilamente a aquellas extrañas visitas.

"Nadie más respondió al llamado."

Personalidad:

Algo que se debe saber de entrada con Naekail, es que si te mira, te mira con deseo pero, no es por otra cosa si no por deseos de comer. En realidad, se contiene pero...

Naekail es bastante tranquilo, toma algunas cosas a su cierto ritmo. La mayor parte del tiempo alegre mientras tenga algo de comer en la mano (No siempre pero, lo más normal es que lo tenga.). Suele ser atento en muchos aspectos con los que lo rodean, mostrando una sonrisa constantemente. Es muy raro ver una mueca en su rostro.

"Todo a su tiempo, masticar es importante."

Gustos:

• La carne.

• El pescado.

• La fruta.

• La verdura (A menor medida).

• El chicle.

• La comida.

(Mas en rol)

Disgustos:

• La cuerda.

• Los malestares estomacales.
(Mas en rol)

Extras:

- Nae tiene un problema severo de Gula. Pese a que lo odie, el reconoce internamente que necesita de aquella soga/horca para controlar sus impulsos.

- No le gusta mucho el tema de que miren sus manos, mucho menos por el tema de que tiene miedo de que alguien se los quite y vea las cicatrices horrorosas, las cuales en realidad odia.

- Es muy raro que mire con interés a un segundo sin que la razón tenga que ver con su apetito (Pero han existido un par de "excepciones")

- En muy rara ocasión suele tener dolores de estomago, cuando ocurre, él está de mal humor.