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Ilusion Utopica Cap I

Hoy…

Subí las escaleras del edificio, estaban viejas y oxidadas, a casi nada para que se desmoronen. Es una agonía subirlas con esta armadura tan pesada. Detrás de mí me seguía Flare dust, siempre fiel como un estúpido perro. Me seguía cansado y de pronto no lo escuché más caminar, me di vuelta y lo miré con desprecio, esperando a que alguna cosa osara en decirme.
-Comandante, no estoy seguro que debamos ir so- Pero justo antes de terminar sus palabras interrumpí -¡Calla, perro!- Y le di un golpe en la cabeza, el idiota chilló y se tapó la nariz con su casco, comenzó a sangrar lentamente, un leve hilo de sangre descendió –Ya estoy con las bolas llenas de tanta mierda, lo que menos necesito ahora mismo es que me digan que hacer, ¡Sé lo que hago! , deberías agradecerme que eres mi escolta personal... Creeme, te estas salvando de mucho.- El solo asintió y se retractó. Bien, así me gusta.

Ya subidas las escaleras, hemos llegado hasta una compuerta doble, escoltada por dos sirvientes, quiero decir soldados (definitivamente mis sirvientes, mejor así), me la abrieron. Afuera, era un caos. Los proyectiles de los cañones anti-aéreos encendían el cielo con pequeños destellos intermitentes, mientras este, plagado de cientos de aeronaves combatiendo que a la distancia parecían un enjambre de abejas luchando entre sí. Un caos total.
Responsable de este desastre no soy, solo he prendido la mecha de la bomba que ya hace mucho yacía aquí.

Mis tropas esperan, formadas y alineadas perfectamente a mis costados, al fondo, mi aeronave personal (No es que sea la sexta maravilla del mundo, ¡Pero tengo una nave que es mía, eso está chulo!). Avanzamos lentamente hacia ella mientras cada soldado hacía un saludo al pasar frente a cada uno. La compuerta del costado se abrió, mostrando el interior de la nave.
-Pero que hermosa suite, ¿Eh?- Dije sarcásticamente. Por dentro no era más que unos asientos por el fondo y los costados de la sala, unas cuantas ventanillas (dos por lado para ser más exactos) y todo levemente iluminado de unas dos luces naranjas arriba. Entré y me senté en un rincón al fondo, El idiota de Flare Dust en el otro extremo de adelante, cruzado de patas como si fuera un potro amurrado. El sonido de una alarma sonó y automáticamente la compuerta se cerró, el altavoz de arriba hizo una especie de “Beep” y una voz habló:

-Mi comandante, su destino por favor.- era la voz del Piloto. –La Torre del Sindicato, ¡Y que sea rapidito que es para ayer!- Dije golpeando el casco contra el muro de metal.

El sonido de las turbinas retumbó por todo el interior, dentro de unos segundos, ya estábamos fuera del suelo en rumbo a mi destino final.
Me asomé por la ventanilla a apreciar el caótico paisaje, y aprecié toda la puta ciudad de Zemperion en una sádica y brutal batalla campal por la supervivencia. Por ahí abajo vi como mis tropas, daban pelea contra un montón de esos desgraciados de la maldita G-Korps, mientras que un poco más allá había unos carros de combate disparando contra quien sea que esté allá. Sea quien sea, ya valió. Junto a mi nave, un escuadrón de aeronaves del mismo modelo que el mío nos escoltaban por el trayecto. Todo iba perfectamente como esperaba, pronto todo Zemperion estaría sobre mis cascos, para darle libertad a esta gente que tanto ha sufrido, muchas bajas habrá, lo sé, pero toda esta matanza valdrá la pena por un futuro próspero y mejor, es como debe de ser.

BLAM BLAM BLAM BLAM.

La nave se tambaleó de lado a lado, los láser de los cañones penetraron el blindaje, Flare Dust y yo gritamos al ver uno de los laser atravesar en medio del compartimiento que estábamos había un agujero de quizá cuarto de metro desde el suelo hasta el techo… Ahora es cuando estamos jodidos.

-¡No puedo controlar la nave, los controles están muertos! ¡May day, may day, la comandante está a bordo, repito, ¡LA COMANDANTE ESTÁ A BORDO! Solicito apoyo inmediato, no aguantaremos mucho en el aire sin apo-

BLAM.
La nave entera se tambaleó mucho más con el ultimo disparo.
Y pronto solo hubo silencio…El piloto había muerto.
¡Que la Diosa me viole con su maldito cuerno y sus jodidas estrellas!
-¡Vamos a Morir, VAMOS A MORIR!- Gritó Flare Dust, aferrándose a los asientos fuertemente, toda la aeronave giraba como loca, estaba a punto de vomitar. Me asomé por la ventana y todo daba vueltas y vueltas, entre los giros alcancé a ver la Torre del Sindicato, lo cual era bueno. Lo malo…
¡ES QUE NOS VAMOS A ESTRELLAR DIRECTAMENTE EN ESTA!

-¡Mierda, mierda MIERDA!- Era lo único que se me ocurría decir el momento. Me aferré a los asientos y esperé a morir, y sentir el fuego abrazador como pronto quemará mi pelaje, y calcinar mi carne y huesos hasta no volverme más que cenizas…

Y si moría, todo sería completamente en vano…

Eso se tendrá que ver.

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Capítulo I: Consecuencias inminentes

Dos Años atrás…

-¡Muy bien, aquí vamos, otro estúpido día! .- Me dije a mi misma, tratando de subirme los ánimos, lo cual igual fue en vano honestamente. Me levanté de mi cama, es como dormir sobre un cartón de piedra. Miré mi pierna, o lo que queda de ella, ahora no hay más que una prótesis cibernética. Este trasto hay que prenderlo o no reacciona. La prendí y esperé a que recalibrara, si no te das tu tiempo, caminarás como fideo con esta pata, así que debes esperar a que se configure...

Esto Demora, como el internet fijo telefónico, hace ruidos y todo. Es una prótesis de las antiguas. Al menos lo antiguo dura más.

Luego de unos minutos ya estaba como nueva, puse la pata en el suelo, a ver si puedo levantarme, eso es… Bien, al menos un buen comienzo.
Me fui al mueble frente a la ventana, donde estaba el espejo, algo trizado por arriba, pero si me puedo ver, sirve. Miré por la ventana, la verdad no hay mucho que ver, porque da a un callejón entre el bloque donde vivo y el siguiente, pero si te asomas afuera, puedes ver el montón de gente desde fuera de dicho callejón. Volví al mueble, vamos a vernos.

-Vaya que parezco un desastre, je.- Mi melena está hecha un desastre, como si hubiera una revolución sobre mi cabeza. Tome el peine y me ordené un poco el pelo… Esta pasable, pero siempre puede ser mejor. Una vez ordenada, me fui a la puerta, pero por poco me olvido de algo imprescindible.

-Casi me olvido de ti.- Me devolví al mueble. Ahí estaba mi pequeña estatuilla de la Princesa Twilight, la verdadera Diosa, actual soberana de la nación de Equestria. Es mi posesión más valiosa, aunque la haya conseguido en una tienda de baratijas, tiene mucho valor para mí.
–Mi Diosa, ruego a ti que hoy me protejas, y que perdones a los ignorantes y malagradecidos, e ilumínanos ahora y en la hora de nuestro juicio, bendita seas.- Tome el ídolo y lo bese, dejándola de nuevo en su lugar. Abrí la puerta de mi habitación, actualmente vivo en una casa de huéspedes, se podría decir que no se puede aspirar a mucho por los alrededores, trabajo hay, pero ahí depende si te alcanza para costearte tu vida.
O si vale la pena arriesgarla por esa suma. Bajé las escaleras para empezar otra agotadora y rutinaria jornada de trabajo.

Caminé por el largo pasillo del edificio, estaban las puertas de las alcobas de los demás huespedes, apenas me alcanza para arrendarme una pieza con lo que gano, y encima debo compartir el baño y la cocinilla con el resto porque solo hay uno. La verdad es que casi ni hablo, salvo con mi hermano, que de vez en cuando veo suele estar ocupado ingeniándoselas para ganarse unos créditos. El resto, la conversación no va más allá de un saludo y un "¿Qué tal?". Seguí caminando hasta le entrada y salí fuera del edificio, hoy era uno de esos cotidianos días en Zemperion, sé que el nombre es algo inusual, por lo que sé, fue fundada por otra especie, ya sabes, no equinos. Las calles como siempre, aglomeradas de gente, los dos soles brillaban imponentes y tiránicos como titanes sobre nosotros. Las calles repletas de ponies, pegasos, unicornios y otras variedades como grifos y leones (¡Incluso perros diamantes puedes ver por ahí y por allá!), todos convivían en este lugar, pues cómo no, es lo que queda por hacer. Por un lado estaban los comerciantes con precios que superan toda lógica, mientras por allá estaba un pequeño diablillo escapando de los guardias.
Como dije antes… Un típico día en Zemperion.

Ah, y por poco se me olvida, ¿A dónde se fueron mis modales?
Mi nombre es Zio, tengo diecinueve, conozcan mi vida, y una cosa más…

¡Bienvenidos al futuro!

¿Qué, esperaban algo mejor?

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Dejenme decirles algo, debes tener buen físico para sobrevivir aquí, el transporte público fue abolido en todos los distritos de los alrededores desde ya hace unos años tras un “incidente” con unas revueltas, así que las calles de asfalto ya no tienen carros, más que transeúntes.

Tampoco les he dicho de lo que vivo. De momento, solo soy una recadera; Me dan algo, lo envío a su destino. Trabajo independiente, así que vivo de mis tarifas por distancia. Es lo que hay.

Estuve caminando por un buen rato, se supone que mi contacto estaría aquí… Pero no veo más que un mar de gente, apenas puedo respirar entre tanto calor corporal por doquier. Oh bueno, al menos esto no es Kamparia, vivir allá es un infierno literal con sus basurales en llamas de hace años. Mi pony interior gritó “Yay” al darse cuenta que no todo es tan malo aquí como en el resto de este maldito planeta.
A ver, a ver… Dónde está el desgraciado este… Ajá, ahí está. Mi contacto era un pony, bastante alto para ser uno promedio, estaba completamente cubierto en una túnica que le llegaba casi hasta las patas. Suficiente para ser totalmente irreconocible, puesto que esa es la gracia, ¿No?. Me acerqué y procedí en hablarle.

-Ehm, hola. ¿Supongo que tú eres mi contacto?- Dije tímidamente, manteniendo la distancia.
El solo mantuvo silencio… Y me miró.
Llevaba unos googles negros, mas irreconocible aún, aunque me di cuenta de algo. ¡Era una cebra! Luego, metió sus patas dentro de sus prendas, y sacó algo.
-Eso… es un pad de datos, ¿Solo esto hoy?- ¡No puede ser que me envíen a mandar esta cosa tan diminuta!
-Llévalo a la comisaría de HeavyWaters. Nadie puede abrirlo, tampoco intentes abrirlo tú. Por tu propio bien, no dejes que nadie lo abra hasta que sea entregado.- El me lo puso mi casco. Yo solo lo miré extrañada.
-Ookey, Estás seguro que…- Y se fue. Como si el viento se lo llevara. Creo que no me queda más que entregar esta maldita cosa, ¡HeavyWaters, allá voy!
Es una tortura caminar todos los días por aquí…

Miraba como los pegasos y grifos volaban por arriba de nosotros, libres. Sin la necesidad de caminar, como nosotros abajo, mientras que más arriba estaban los de la clase social alta, adinerados en vehículos voladores, transitando a la altura de los rascacielos, donde creen ellos merecen estar. En lo más alto. A veces te preguntas cómo es que llegaron a vivir para costearse eso.

¡Ay, como me torturan mis patas, ya he caminado cerca de 12 cuadras, se que no es nada… ¡Pero con este calor de mierda uno no puede caminar! Hice un esfuerzo y me levanté en mis dos patas traseras, a ver si veo algo… ¡Allá está, La maldita comisaría de HeavyWaters! El pequeño pony en mi conciencia suspiró profundamente, dándole un gran alivio en mi cuerpo. Y así fue como troté hacia ese jodido lugar.
Una vez allí, el lugar estaba repleto de guardias, todos cubiertos en sus armaduras blancas y moradas armados con sus pistolas de laser, lentamente me aproximé al depósito de datos, básicamente es como u buzón, pero es para insertar estas cosas.
Ya estoy cerca, tan cerca, ya casi…

-¡Hey tu! A donde crees que vas?- Me congelé en el mismo momento, ay que no sea yo, que no sea yo… Ay, no.
-H-hay algo que necesite… Señor?- Podía sentir como mis patas temblaban aterrorizadas. Era un unicornio de pelaje gris, y de ojos amarillos, vistiendo el tradicional uniforme de la guardia.
-Que es lo que hace una pony tan pequeña como tú en un lugar como este- El guardia miró mi bolso.-Hmm… Ese bolso, dámelo. Ahora.- Yo me quedé mirándolo, temblando.
-V-vengo para entregar esto aquí...- El guardia se me acercó directo a la cara, mirándome seriamente, luego sonrió vilmente.
-¿Sabes lo que les pasa a las ponies como tú cuando desobedecen ordenes de la guardia, eh? ¿quieres averiguarlo?- El pony en mi interior me dijo que entregara el bolso. Y así fue.
El guardia me arrebató el bolso y ni siquiera lo abrió, simplemente lo rompió con su magia, ¡Pero que bruto! Aunque afortunadamente solo tenía el pad, el unicornio lo levanta de con su magia y me lo pone en la cara. Ay Diosa.
-¿¡Que se supone que es esto!?- El desgraciado me empujó y caí.
-¡Auch!- ¿¡Por que tan bruto!? El guardia sacó su pistola y me apuntó.
-¡No dispares no dispares, llévatelo si quieres, pero déjame vivir por el amor a la Diosa!- Tirada en el piso estaba yo, llorando y suplicando por mi vida tan patéticamente. El maldito solo se reía de mi desgracia.
-Ja ja ja, mírenla, suplicando por clemencia, ¡Calla zorra!-

¡PAM!

¡Agh, Maldición, el maldito me golpeó en la cara!

El solo se fue y me llamó “Perra”, y se llevó el envío. ¿Ahora con que voy a comer hoy? Me sobé mi cara, auch, me duele todo el rostro… Me levante y volví en mí. Estaba entrando a la comisaría, y lo veo abriendo los datos, apenas lo enciende, ha comenzado hacer un sonido estridente como un “bip”.

¡BIP, BIP, BIP, BIP!

¡AH! ¡¡Eso no suena nada bie-

Un estruendoso ruido y ñuego un vierto descomunal, me envia volando por los aires, seguido de un destello cegador.

Golpeo mi cabeza con el suelo, y es todo para mí.

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Agh… Mi cabeza, me siento mareada, y tengo un maldito pito en mis orejas. Me pesan los ojos como si fueran pesas de diez kilos, pero trataré, eso es… vamos Zio, ahora puedes ve- ¡AGH! ¿¡Qué es eso!? Es… Es una pata… Una pata sin cuerpo!

UNA PATA SIN CUERPO. ¡¡AHH!!

No... No, no... Ay no, ¡Diosa, no no no no no!

Esto es una pesadilla, de seguro es una, pronto voy a despertar, Solo tengo que golpearme lo más fuerte.

¡PAM!

¡Auch! … Esto no es un mal sueño, había humo en todos lados, y olía a concreto pulverizado y creo que me sangran las orejas ¿Que está pasando aquí? Que es esto en mis patas, esto, esto es sangre… pero no siento un dolor lo suficientemente severo como para que sangre.

Miré a mi dere- Ay no, es un oficial, y… Está partido en dos… Y su sangre…
¡Está toda sobre mí, agh que asco, no, no por favor! Yo Solo quería gritar, pero no me salía la voz, estaba demasiado aterrada con la imagen (o mi imagen en este caso), que no me salían más que chillidos de como un perro chillando.
-¡Quiero salir de aquí! Me levanté de nuevo temblando como una licuadora en máxima potencia, y corrí.

Corrí en shock, chocando y golpeando lo que fuera que estuviera en mi camino, boté una caja llena de comida, me levanté y seguí corriendo. Empujé a varios y muchos más, corrí sin detenerme en ningún momento, como un gato que se escapó una semana, y sabe como volver a casa. Corrí mas de veinte cuadras hasta llegar a casa. Abrí la puerta y la cerré de un portazo.
En shock, temblando, no me puedo mantener de pie…

… Esa gente… Estaba muerta, todos muertos. Solo quería olvidar todo, pero no puedo. Ahí está la imagen, la sangre y las tripas en desparramadas, todos esos pedazos de pony o lo que fuera que alguna vez fue solo me daba ganas de… De…

¡¡UEGHH!!

Vomité, he vomitado… Y creo que en mi misma, la mezcla del olor entre sangre y vómito me daba más nauseas aún, pero ya me daba igual si estaba sucia. Respiré agitadamente, deambulando de un lado a otro, un horrible ardor va de mi garganta hasta mi estómago… Me arrojé al piso ensuciándome entera.

-¡Estoy harta de esta mierda de vida! Grité y me puse a llorar, y llorar sin consuelo. Todo lo que me tocó ver y sentir, no se las daría ni a la persona que más odiara. ¿Y que será de mí? ¡Ahora de seguro toda la autoridad estará buscando mi cabeza por algo que ni sabía que era una bomba!
¿Y que pasará si me toman presa? Ay Diosa, no quiero ni pensar que me hagan.
-¿Zio, eres tú?- Dijo una voz familiar. Ay no, es mi hermano, pero no me puede ver así, me limpié las lágrimas rápidamente y me senté, ahí misma. Y ahí llegó mi hermano, quien bajó las escaleras aleteando con sus alas coloridas.
-Ehh, hola hermano, ¿Cómo te ha ido?- No lo voy a convencer, prepárate para el interrogatorio.
-¿Por qué estas cubierta en sangre y… Eso es vómito?- Vamos Zio, dale una excusa rápida, ¡Vamos!
-¡No es sangre! Esto es… ehh, ¡Pintura roja!
-¿Y por que estarás empapada de ella?- El me miró levantando la ceja. No se la está creyendo.
-Por que… Había un espectáculo y… pretendían que había un asesinato y se pasaron de la raya. El me miró seriamente, pero luego sonrió y dijo:
-Je je, estos artistas nunca saben hacer un buen espectáculo.- Uff, ¡No puedo crees que haya funcionado!
-Y sobre el vómito… Olvídalo, prefiero no saber.-
-Hermano, si no te importa, me voy a tomar una ducha…- Traté de disimular mi tranquilidad, hasta que…

¡Pam Pam Pam!

Ay no, la puerta.
-¡Ya voy!- Mi hermano estaba hiendo a la puerta, ¡Tengo que detenerlo! Corrí y me arroje sobre el.
-¿¡Pero que rayos te pa- Le puse mi pasa en su boca, y mantuvo silencio. Tengo que decirle la verdad, aunque…
-Por favor, por el amor a la diosa, ni se te ocurra abrir esa puerta, porque…- ¿Cómo puedo decirle que la guardia me busca por transportar una bomba activa?
-¿Por que…- El e miró seriamente de nuevo, vamos Zio piensa en algo…
-... ¡Por que unos tipos quieren me persiguen y me quieren ehh… Abusar de mí!- Eso es!
-Ellos… Ellos… ¿¡Quieren abusar de ti, de mi hermanita!? Se acabó, ¡Voy a acabar con ellos!- ¿¡Que!? No, no, ¡Esto no es lo que quería que pasara!
-¡Espera, no te metas con ellos! Podemos irnos de aquí antes de que se enteren y larg-
-¡Olvidalo, yo mismo me voy a encargar de ellos! Mientras, quiero que te escondas, y si no sale bien la cosa… Huye.- No hermano, ¡Te van a matar!
-No tienes que hacerlo, no quiero que mueras por ell-

¡PAM PAM PAM!

-¡Que te escondas!- El me gritó furioso, yo solo sentía las ganas de llorar. Corrí escaleras arriba, pero me escondí a ver, no quiero que ocurran cosas horribles… Vi volar a mi hermano como un rayo directo a la cocina, a los segundos después volvió a salir, con un enorme cuchillo. Era tán grande que casi parecía un machete, santa Diosa ¿Qué es lo que haces Hermano? El se escondió justo atrás de la puerta, en un espacio oculto, entre el muro y esta.

PAM… PAM… ¡CRACK!

La puerta se fue para abajo, y un grifo entra a través de lo que quedó de ella. El avanzó unos pasos, pero apenas entró, mi Hermano se abalanza sobe el de un vuelo y le clava todo su machete en el cuello.
¡Fsjg! La sangre saltó por todos lados del solo corte. El grifo trataba de luchar pero todo era vano, hasta que murió. Otros dos guardias se lanzaron encima de mi hermano, el uno que era un Pony lo tonó y lo inmovilizó dándole un golpe en su pata trasera,. Pude escuchar sus huesos quebrarse uno por uno, y sus gritos inundaban toda la sala, que por poco me hacen sangrar los oídos. Él se arrojó en el piso, exhausto y derrotado. Las lágrimas caían de mis ojos al verlo sufriendo de esta manera… Yo quiero hacer algo, ¡Pero es que no puedo y también tengo miedo de que me hagan algo también! Miró al perro que estaba en frente de él, quien lo apuntaba con su arma de servicio.
-¡Púdranse en el infierno, hijos de perra!- Mi hermano le escupió en la cara al perro, y este furioso lo golpeó en la cara con su pistola.

¡Pam!

-¡Más respeto a los oficiales canalla! Aunque tienes razón, soy un perro, pero el peor perro que te toparás, ja ja ja.- Este reia nuevamente y lo pateó en la cara. ¿Por qué tiene que pasarte esto a ti hermano? Tu solo querías lo mejor para mí…
-Tienes derecho a mantener silencio… ¡Por que estas condenado a ejecución, jajajaja!- El pony que lo acompañaba le dice:
-Estas condenado por motivo de alta traición; ¡La complicidad con terroristas como esa pony, se paga en sangre!- Mi hermano cambió su cara de dolo y angustia, a una de confusión y decepción.
-¿T-terrorista?- El dirigió la mirada a donde estaba yo… Me estaba mirando, sabía que estaba ahí. Sú cara

BLAM.

Shock. Hermano mío...

¿Por qué debiste ser tú? ¿Por qué?

… Hermano... No. No, por el amor a la Diosa, ¡POR QUÉ TUVISTE QUE SER EL SIGUIENTE!
Todo lo que fue, ahora ya no es, solo veo un cuerpo sin vida tirado en el suelo, a manos de salvajes desalmados
-¡Ah!- Fue el único ruido que pude hacer al escuchar y ver esta imagen.
-¿Qué fue eso?- Preguntó el pony. Mierda.
-Esta zorra anda cerca, sube las escaleras y dispara a matar si la vez.- Mierda, mierda, ¡Maldición! Rápidamente subí las escaleras sin tratar de hacer ruido alguno, corrí por el pasillo, entré en mi alcoba y cerré la puerta.
-¿Qué es lo he hecho…- Las lágrimas volvían a salir… No. Ahora no. Vamos Zio, tienes que superar esto, ¡Tu hermano acaba de dar su vida para salvarte, no la desperdicies!
Pero… Pero…
¡No, deja de ser una potra llorona y da un paso adelante, quiero verte buscar lo que necesites, y salgas de aquí sin que te tengan que perseguir a tiros!
Bien, cálmate Zio, vamos a buscar lo que necesitas para irte.
Okey, primero… Busca algo para bloquear esta puerta…. ¡La silla! La tomé y la apoyé contra la perilla, bien. Ahora nadie podrá entrar a menos que tengan explosivos, o una fuerza descomunal. Caminé hacia el mueble, tomé mi otro bolso, este tenía mi Cutie Mark en él. Una Carta de correo.
Okey. Me lo puse y luego busqué en el cajón de mi mueble. Veamos, comida. Extracto de zanahorias, me llevo estos duraznos enlatados y, esta rica y suculenta manzana roja. También necesito dinero, veamos cuantos Crebits (¡El dinero del futuro!) me quedan… Hmm, cuatrocientos setenta, me sirve para tres días.
La perilla se empezó a mover, oh oh…
PAM, PAM, PAM.
Golpeaban la puerta, pero por más que intentaron derribarla, no tenían éxito.
-¡Traigan las cargas, derriben esta maldita puerta ya!- Mierda. Vamos Zio, es hora de irnos, usa la ventana, vamos.
Pero, pero… ¡Le temo a las alturas!
¡Ya déjate de ser una potrilla llorona, ve y salta! ¿O es que quieres que te vuelen la cabeza a tiros, eso es lo que quieres, ah?
… No soy una potrilla llorona, no más. Abrí la ventana y me asomé a ver la caída, era de como unos cinco metros, y había un contenedor de basura. Es hora de hacerlo…
¡Espera!
Mire de vuelta al mueble, ahí estaba mi pequeño ídolo de Twilight Sparkle, la Reina del Imperio Equestriano, Ama del conocimiento y las estrellas. La tomé y la besé de nuevo. Por poco me olvido de ti. Finalmente la puse en mi bolso y volví a asomarme a la ventana. Era hora de hacerlo.
-¡Pongan las cargas, ya!- Santo cuerno de la Diosa, a la mierda esto. Es hora de dejar de ser una potra.
¡Gerónimo!
Me arrojé de la ventana, sentía el viento rozar mi crin, hasta que finalmente caí sobre la basura.
Bamf…
Estoy viva… ¡ESTOY VIVA HIJOS DE PERRA, QUIEN ES LA LISTA AHORA!
Muy bien, cálmate Zio antes de que pierdas la cabeza. Es hora de irte antes de que les des ventaja, me largo de aquí, adiós casa, adiós cuarto… Adiós vieja vida.
Es hora de comenzar de nuevo, en otro lado… En otra ciudad, o en otro planeta si es que pueda… A menos que...
Debo ir a CommonWhealth, se quién me ayudará. Corrí fuera del callejón, por detrás del edificio, donde no había ningún oficial de policía.

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Ya han pasado como tres horas, y son las cinco de la tarde, dentro de unas horas más se esconderán los soles gemelos. Me estaba adentrando por el Mercado central, aquí si podemos decir que realmente te puedes ahogar entre tanto aglomerado de gente en un solo lugar, aquí todos los días, muchos vienen para comprar sus víveres que les alcancen con los míseros sueldos que ganan, aquí podemos ver a nuestro distrito de Copperfields como lo es todos los días en su máxima expresión, los unicornios cagando enormes cajas con su magia, los mercaderes regateando a sus clientes, el lloriqueo de los pequeños perdidos buscando a sus mamás… En fin, hace unos momentos me robé un abrigo con capucha, y me sorprende que aún siquiera se hayan enterado de mi presencia tan obvia. Caminando por ahí, una pantalla publicitaria cambia y… Definitivamente, es mejor que ustedes mismos lo vean.
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¡SE BUSCA!
Nombre: Zio.
Edad: 19 Aprox.
Cutie Mark: carta de correo.
Delito: Atentar y asesinar miembros de nuestra comunidad, cometiendo actos terroristas.
Si usted ve a esta pony, reportar inmediatamente al establecimiento de policía más cercano. Les espera una recompensa de B$6000 a quienes den información vital sobre esta criminal y asesina.
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¡No soy una asesina! ¿Por qué todo esto me tenía que pasar a mí, porque no pudo ser alguien más?
¡Ya déjate de esas cosas y asume! Créeme que si fuera real, te golpearía aquí mismo. Ya sabes a donde ir, ve y procura no llamar la atención.
Tienes razón, me iré ahora mismo y-

Tan pronto me dirigía al sentido contrario, mi prenda se enganchó de un clavo asomado en una caseta de los comerciantes.
¿Qué rayos fue… Ay, rayos, ¡Maldita ropa barata que se rompe con todo!
-¡Miren, ahí está!- Doble rayos.
-¡Ahí está, esta vez no se nos escapa, abran fuego, abran fuego!- Triple rayos, maldición, que la Diosa por favor me impale viva con su puto y extremadamente enorme cuerno.
¡Corre idiota, vamos y mueve ese flanco antes de que te vuelen la cabeza!
-A un lado, dispersen a los civiles, que alguien disperse a esta maldita gente!- Uno de los guardias gritó mientras un par se adelantaban a apuntar.

BLAM BLAM BLAM BLAM

El miedo y el terror cundió por todo el mercado, unos corriendo, los que podían se fueron volando, y otros se arrojaron al suelo (Deben de estar locos si están dispuestos a ser pisoteados hasta morir por solo evadir las balas). Yo corrí, empujando a quien se me pusiera, un proyectil por poco me roza, haciendo ese sonido de la muerte que deambula buscando un cuerpo a quien sacarle su alma, frente a mí, un león fué herido del mismo proyectil en el vientre. ¿Cómo es posible que digan que protegen a su “Comunidad” si ni siquiera les importa abrir fuego en un sector sumamente aglomerado de gente? Creo que esa será una de mis grandes interrogantes de este mundo.

BLAM BLAM BLAM

Seguí corriendo, empujé a un perro fuera de mi camino, y este chocó contra un ventanal, auch.
-¡Perdón!- Seguí corriendo con todas mis fuerzas.

BLAM

-¡Agh, maldición!- Sentí un dolor en el flanco, pero no puedo mirar o me voy a desconcentrar. Doblé hacia la derecha, donde entré a un edificio, traté de evadir a quienes se me cruzara, pero no hacía más que golpearlos accidentalmente. Subí las escaleras oxidadas, y luego las del siguiente piso, hasta llegar a la azotea.
Blam blam blam
Escuchaba los disparos al fondo ¿A quién se supone que quieren matar?
Auch, verdad, mi flanco. Espero que no sea grave…
Parece que la bala solo me rozó, dejándome un corte, por poco arruinando mi cutie mark izquierda. Gracias a la Diosa que no es tan grave como para morir desangrada. ¿Por qué no conseguí un bolso de primeros auxilios? Ah claro, el dinero no me alcanza.
¡Ra-tatata- tata- tatata!
Mierda, eso no sonó como una pistola cualquiera, tengo que moverme rápido. Corrí hacia el borde del edificio y salté al otro edificio pegado a este, de tan solo un metro más bajo, seguí corriendo, hasta el otro borde. Este estaba dos metros separado del otro, si caigo saldré lastimada. Bueno, lo que sea por vivir un día más…
Retrocedí un poco, paro tomar vuelo y saltar. No mires abajo, no mires abajo. Hasta que llegué. El pony en mi interior gritaba de alegría al ver como desafiaba mis miedos. No es el tiempo para ello, conciencia, hay que seguir. Seguí galopando por entre los edificios, las alarmas empezaron a sonar, una aeronave pasó justo arriba de mí, parece que me buscan… Y están dispuestos a gastar cualquier recurso por hacerlo.
-¿Dónde me escondo, donde… ¡Aja!- Había un ducto de ventilación lo suficientemente grande como para meterme en él. Rápidamente me metí dentro de él, viendo como la nave con su luz trataba de rastrearme. Por un momento juré que me atraparían cuando pasó su foco por donde estaba yo. Luego de estar ahí flotando justo frente al edificio, se mandó a volar, probablemente a buscar en otro sector, perfecto. Salí del ducto y accidentalmente pisé mal y me caí. Auch…
Me levanté y me fui al borde, Ayayay… Esta caída sí que es grande. El edificio estaba a como cuatro metros, y era mucho más alto que este, había una escalera de emergencia ahí colgada, si es que logro hacer un salto lo bastante alto y largo, lograré llegar. Pero y si no lo logro… Me asomé a ver la caída.
Mierda. Yo le doy como sus nueve metros de caída. Nueve, malditos metros de caída fatal. ¿Por qué me lo ponen tan difícil las hermanas, será por qué mi fe es a la Diosa Twilight?
¿Otra vez con tu estúpida fe? Y yo que pensaba que estabas salada de la cabeza…
¡Tú calla que nadie se mete con la Diosa!
Entonces, pídele a tu tan grande Diosa que te ayude con ese maldito salto, o mejor que te acerque el edificio. ¿Pero sabes qué? Ella no te va a ayudar, ella ni siquiera te conoce, ni siquiera vives en el mismo planeta que tú.
¡Que te calles maldita conciencia! Yo creo y confío en ella. Ella me iluminará el camino.
Blam blam
Mierda, ¡Ya salta de una vez por favor!
Pero… No voy a lograrlo.
Nada de qué vas a lograrlo, ¿Acaso tengo que contarte el mismo cuento de nuevo? Es mejor morir por una caída que darles el placer te abatirte a tiros.
… ¿Sabes? Tienes razón, no pienso darles el maldito gusto de verme morir por sus cascos (o garras). Voy a saltar ahora mismo. Tomé todo el vuelo posible, y salté.
-No puedo creerlo, voy a lograrlo, voy a… ¡Ay noooooo…
¡Plamf!
¡Ugh, mierda! Vamos Zio, aguanta, tienes que salir de aquí.
Hngh… Ugh… No puedo, estoy muy débil…
Pero… ¡Tienes que subir, vamos!
No puedo, aquí termina todo.
…
¿Sabes? No puedes escapar de la muerte por siempre, y hoy la asumo. Adiós.
Me solté y caí, podía sentir como el viento rozaba mi crin y mi cola. Pronto tocaría el suelo, y mi persecución acabaría de una vez por todas…

Pero en vez de sentir el duro concreto romper mis huesos, algo amortiguó mi caída.

Espera… ¿Aún sigo viva, como mierda es posible? Que la Diosa me viole si es que no me equivoco… Estoy viva… ¡ESTOY VIVA! Un momento… ¿Qué es esto en mi cara, y ese olor… Me puse mis adoloridos cascos por mi rostro, tratando de identif- ¡PUAJ, UN PAÑAL SUCIO! me lo arranqué y lo arrojé al piso.

-¡Puaj!- Escupía del asco. ¿!Por qué Twilight… Por qué no te cansas de violarme el culo con tu jodidamente enorme cuerno!? Sé que guías mi vida, ¿Pero un poco más de consideración?

De pronto, una voz ajena se escucha al fondo.
-Negativo señor, no hay rastros.- Definitivamente es la voz de una yegua joven… Y viene para acá. Tengo que esconderme, y es para hoy. Tomé la tapa del contenedor y lo cerré conmigo dentro, la peste era insoportable, pero no es peor a que te disparen entre cuatro guardias.
-Si señor, juro que si la veo, ¡Le voy a plantar un tiro en la cara a esa puta asesina!- ¡Que no soy asesina! Levanté un poco la tapa, lo suficiente para ver y lo menos notoriamente posible, allí estaba la guardia, de lo que su uniforme no cubría, su pelaje era azul oscuro, y por lo que se nota de cola Amarilla. Ella viene hacia acá, ¡Mierda, piensa en algo Zio! Vamos, vamos piensa en algo, busca algo con que defenderte…
¡Ajá! Esto me servirá.
Un trozo de vidrio roto, afortunadamente era largo y afilado como la hoja de un cuchillo, lo tomé con mi hocico, y esperé… Y esperé. La tapa se abrió un poco, parece que la tomaron… ¡YA!
Levanté la tapa, tomé a la guardia y la arrojé dentro. Una vez indefensa, clavé el trozo de vidrio directo en su yugular.
¡Fsjg! La sangre salía como un pequeño chorro y ella agonizaba, haciendo un intento de poder respirar, pero todo esfuerzo era en vano. ¿Qué es lo que acabo de hacer? Le saqué el vidrio de su cuello para no herirla más, pero apenas lo hice, este empezó a sangrar más y más.
-¡Mierda lo siento mucho, realmente lo siento!- Estaba desesperada, un pony estaba muriendo y agonizando en frente de mí, por mi culpa. Traté de poner mis cascos para frenar la hemorragia, pero era tanto que se me desbordaba de ellas.
-¡Tienes que vivir, por favor!- Ella se retorcía agonizante, viendo como su alma se le escapada de sus cascos.
Finalmente ella se detuvo, y no daba ningún rasgo de vida, sus pupilas rosas estaban completamente abiertas mirando hacia mí. Estaba muerta.
Pude sentir como las lágrimas volvieron a salir. Santa Diosa… Acabo de matar a un pony. Soy una asesina.
Soy una asesina.
-¡Buen trabajo, sigue así y pronto serás la criminal más sanguinaria de todo Zemperion!- Mi conciencia gritó, dejando salir una risa sarcástica.
¡No, no quiero ser como ellos, no quiero ser una asesina de ponis!
-Pero mírate, estas cubierta en sangre de otros, tienes una yegua muerta por tus propios cascos, ¡Mirate!- ¡Sal de mi cabeza, SAL DE MI CABEZA! Me dejé caer en el piso de desechos, las lágrimas salían y salían como si fueran ríos. Yo no quería esto.
-¡Hey hey, espera, no quería hacerte llorar!- Mi pony interior dijo, tratando de calmarme, ¿Cómo es incluso posible eso? Quizás ya me estoy volviendo loca.
-Hey, olvida lo que dijiste, no es hora de ponerse a pensar. Tienes que salir de aquí, debes tomar su uniforme si es que quieres salir sin que te vean.- No, no puedo hacer eso, acabo de matar a alguien, ¿Y ahora me dices que le robe a un muerto? ¿!Es que acaso perdiste la cabeza Zio!?
-Mira, ella está muerta por ti, si no la matabas, ella lo haría. Ahora tienes que aprovechar tu oportunidad, tan solo sácale ese ridículo trajecito y póntelo tu misma- Pero… Per-
-Tiny Stomp, ¿Me copias, donde carajos estás, tienes pista de la mensajera?- ¿Mensajera? Oh, es su comunicador. ¿Qué hago… rayos. Tomé el comunicador de su oreja y traté de imitar su voz…
-Ehm, negativo señor, la Mensajera por lo visto está corriendo en circulos, sugiero a todas las unidades moverse de vuelta al mercado.- Dije falseando la voz de la difunta yegua.
-Recibido, esperando próximas ordenes.- Genial, ahora además de asesina una estafadora… Hmm, ¿“La Mensajera”? Me gusta ese apodo. Muy bien, no me queda otra. Lentamente tomé su cabeza y removí el casco… Mierda, ella era hermosa (¡Y también era muy sexy!). Cerré sus dulces ojos y le di un beso en la frente, la recosté;
-Ojalá me perdones por mis acciones, la Diosa jamás lo perdonaría, tampoco yo…- Procedí a removerle lo que la identificaba como la ley, su uniforme, cielos, jamás me perdonaré esto… ¿Qué es esto…
Su pistola de servicio. Ya no la necesitará, no luego de lo que hice, pero esta no era una pistola común de protones.
¡Era una de magia! Estas son las novedosas armas que salieron hace poco. Funcionan con cualquier gema refinada como para caber dentro de la carga, disparando rayos del respectivo color de esta, me dispuse a ver la munición… Una esmeralda, Verde. Bien… al menos ahora tendré con que defenderme de esos brutos, miré de nuevo a la difunta Tiny Stomp, su cutie mark era una bota. Espero encuentres salvación del otro lado. Muy bien, es suficiente, por favor no tienes que recordar. Olvidar. Olvidar.

Olvidar. Para calmar el dolor dentro de mí.

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Uff… Ojalá tuviera algún medio de transporte, pero desde que eliminaron todo medio público, se ha hecho cada vez más difícil. Pero miremos el lado positivo, al fin llegué a CommonWhealth, y a mi destino. Volví a tomar el papel para echar un vistazo y asegurarme…
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Distrito CommonWhealth.
Avenida Las Alicornias con la calle Paso de las estrellas
Casa D-4567.
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Saqué el papel de mi cara y miré, yep, este era el lugar.
-Es hora de volver…- Tragué un poco de saliva y me armé de valor y caminé hacia la puerta, admirando el hermoso jardín de rosas y girasoles. Simplemente bello. Finalmente ya en ella, tienes que hacerlo Zio, ya estás aquí, ¡No es tiempo de arrepentirse!
Toc-toc toc.
Nadie respondió, ningún ruido del interior. De nuevo.
Toc-toc toc.
Nada aún. Me dispuse a hablar.
-¿Hola, Alguien vivo por aquí?
Silencio total…
¡TOC-TOC TOC!
Azoté la puerta una última vez. Justo al momento antes de rendirme, esta lentamente se abrió, esperé a ver su cara… Nada.
No había nadie. ¿Serán de esos costosos sistemas automatizados?
-¿Quién eres tú?- Dijo una suave voz, mire abajo y había una hermosa unicornio azul, y de crin y cola de un extravagante fuxia. Una pequeña sonrisa se formó en mi cara, la recuerdo cuando apenas era una potrilla de apenas cuatro años.
-¡Flora, creí que jamás te volvería a ver! mírate ahora, has crecido tanto…- Ella me dio una mirada indiferente, y un poco asustada.
-Mami me dijo que no puedo hablar con extraños.- Mi cara de felicidad pasó de un momento a otro a una de confusión… ¿Ella no me recuerda? Pero… Yo, ella…
-Pero… Flora. ¡Soy tu tía Zio! ¿No me recuerdas?- Recuérdame por favor, ¡Recuérdame!
-¿Flora, que te he dicho de abrir la puerta sin… Permiso?- Allí estaba ella, me miraba, como si estuviera aterrada. Espera, está aterrada. Ella se puso delante de Flora, se tiró al piso tomándome mi pata derecha mientras me rogaba:
-¡Por favor, siento mucho que mi hija malgaste su tiempo, pero por favor, no le haga daño, es solo una potra!- ella puso su cabeza, como para que le pegara, pero por qué…
-¡Yo me hago responsable de sus actos, desquítese conmigo!- Espera. Ohh, claro, el uniforme. Que tonta soy jaja. Rápidamente me quité el casco, revelando mi identidad real. Ambas me quedaron mirando, ella boquiabierta, mientras que a Flora le brillaban los ojos de felicidad.
-¡Tía Zio!- Gritó ella eufórica y se lanzó sobre mí, tirándome al piso, ella me abrazó fuertemente. Una lágrima se me escapó de la alegría que sentía, hace tanto que no tenía un abrazo, que había llegado al punto de olvidar como era uno. Era algo muy bonito.
-¡Zio, me diste un susto de muerte! Gracias a la diosa que eres tú.- La yegua celeste de crin y cola rosa sonrió. Ella también estaba feliz de verme, pero no como Flora lo hacía.
-¡Sunflower! Han pasado años desde que no nos vemos, realmente me pone muy feliz volver a verte.- Flora me soltó y volvió adentro de casa. Me levanté y me acerqué a Sunflower. Ella me miraba de reojo.
-¿Es mi idea, o ese uniforme te hace ver más bonita de lo normal?- ¡Un cumplido! Inmediatamente me sonrojé y oculté mi rostro, ella solo se rio con su dulce y fina voz.
-Ay, Sunflower… No sabes cuánto te extrañé.- Lentamente me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla, justo antes de hacerlo, ella movió su cara y ¿!Hmm!?
La estoy besando… En la boca. Que las estrellas me violen de todas las formas posibles… Esto estaba pasando, ¡Realmente está pasando! Se sentía rico, como su lengua jugaba con la mía, su saliva mezclándose con la mía… Esto me gusta, mucho. Es la misma yegua que conocía.
Repentinamente, ella rompió el beso, un pequeño hilo de saliva nos mantenía unidas, hasta que este se disolvió por sí mismo. Wow...
-Espero que eso te haya respondido algunas dudas.- Ella dijo, mientras se limpiaba mi saliva en sus labios con su lengua. ¡Rayos, porque tenía que limpiarse de esa manera tan sensual!
-Bueno, ahh…- Yo estaba estupefacta, no sabía que decir, ni siquiera podía mover mis patas, estaba perdida en su mirada.
-Zio… Siento mucho, sé que te hubiera gustado haber sentido eso una vez más. Pero ya no puede volver a ser así, tu misma sabes que también quisiera, pero tengo una hija que cuidar. No podría vivir tranquila si mi propia hija me viera besando a otra yegua.- Aww… Pero… Yo aún la amo, ella también lo hace. Pero… Es por el bien de Flora.
-Entiendo… Todo por el bien de ella.- Traté de contener las lágrimas, contente Zio. No muestres más tristeza de la que ya tienes o lo harás peor el momento. Yo seguía roja de esa rica muestra de afecto, creo que no la voy a olvidar jamas.
-Bueno, ehm… ¿Vas a pasar? Esta anocheciendo.
-Ahh, claro, ehm, Gracias.- Así que ambas entramos a la casa de Sunflower. Por dentro era bastante bonita, comparada al edificio comunal donde me hospedaba, los muros estaban pintados de un suave y acogedor turquesa, en el living estaba Flora mirando en la Televisión los dibujos animados. No resistí y me senté junto a ella.
-¿Qué estás viendo Flora?-
-Mi caricatura favorita, "Llanero espacial" El Llanero está buscando a una criminal, porque ella es mala y roba y mató a muuchos muchos ponis, pronto la van a encerrar tras las rejas para que no pueda hacer maldad otra vez.- sus palabras a pesar de ser inocentes, me llegaron como cuchillos por la espalda. Mantuve mi falsa sonrisa lo mejor que pude.
-Si Flora, a ella la van a encerrar, seguro es la peor de todas, que no escape.-
-¡Cierto, porque mi tía es una guardia!- ella sonrió y dijo- ¿Tú capturas a los malos?- Mierda. Sus puñales son demasiados para mí.
-Si… con permiso Flora, voy con tu mami.- rápidamente me levanté y me dirigí hacia la cocina, muy bien, respira hondo… Eso es Zio, muy bien.
-¿Te sientes bien Querida?- Dijo Sunflower, claro que no lo voy a estar con que me acabas de terminar y que tu hija me tire todas esas indirectas sin siquiera saberlo.
-Si… ¿Podrías prestarme tu ducha? Estoy sucia y necesito calmar los nervios.-
-Claro, es más, mejor tómate un baño relajante, siéntete como en casa.- Claro, porque ya no tengo hogar.
-Uno me vendría muy bien. He tenido un día como para morirse…
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Ahh… Esto si es vida, realmente necesitaba un baño, luego de estar sucia de tu propio vómito y sangre de otros ponis, otra vez recordando, olvidar.

Olvidar.

Primero, vives en la miseria misma escapando de la guardia por algo que ni siquiera hiciste, y de pronto de la nada, estás tomando un baño de espuma con… La señora patita y su hermanita. Es como escapar de tu vida pasada, aunque fuera por solo un momento. En ese momento miré mi pata izquierda… O lo que queda de ella. Bueno, al menos mi prótesis es totalmente a prueba de agua, ¡Eso ya es un punto a favor!. El vapor estaba por todos lados, apenas podía mirarme mis pezuñas, tomé un poco de la espuma rosa y me la puse por todo el rostro, parecía un viejo decrépito, je. Me dejé ganar por la comodidad del baño, la tina era bastante grande debo admitir. Aunque deberían recoger las cosas que caen dentro de ella… Espera. Esto no es un shampoo, no es una esponja o algo por el estilo… Seguí tocando esta cosa, parece que sigue, apenas puedo e con todo este vapor y mucho menos con esta espuma…
Un momento… No es un Shampoo, no es una esponja…
Es una pata. Santa diosa.
-Veo que disfrutas tocando cosas, ¿Eh, Zio?- Su voz me puso roja, mucho más con ese tono seductor… Y el hecho de que esté dentro de una tina... conmigo.
Ay no, sabía que ella era una pervertida, ¡Pero jamás supe que lo fuera tanto!
-¿S-Sunflower? Pero yo creí que tú ya n- Ella puso su pata trasera en mis labios, ¡Diablos, que es lo que pretendes hacer!
-Shh… No hay de qué preocuparnos, Flora ya se fue a dormir, tenemos este momento para aprovechar de volver a vivir esos dulces momentos que estoy segura que tu realmente anhelas, no puedo soportar un solo momento sin tener un buen rato contigo después de todos estos años. Te amo Zio…
-Ab-blad, ahh…- Vamos, deja de babosear y di algo racional y coherente, romántico si es que sabes lo que es. Ella lentamente se acercó a mí, nuestras miradas se encontraros en medio de la espuma rosa con olor a algodón de azúcar, sus ojos rojo intenso me tenían prisionera, no me dejaban mirar a ningún otro lado, pero yo solo quiero ver sus ojos, esos dulces, ricos… Tentadores…
En ese momento supe lo que ella quería realmente. Santa diosa, si estás viendo esto, por favor perdóname, ¡Pero yo también quiero un bocado de ella!
Rápidamente, me acerqué a ella y la besé en sus seductores labios, volviendo a sentir ese maravilloso placer. Ella realmente sabía besar, ella si tenía años de experiencia en esto, mientras que yo solo era una principiante con un mínimo de conocimiento a lo que se refiere complacer a otra yegua. Sunflower rompió el beso, pasaba su lengua por mi cuello, de una forma tan… Placentera, ¡Por el puto cuerno de las hermanas, esto me encanta!
-No te detengas… Por favor- Cerré los ojos, no quiero que termine nunca este momento. Luego de tantos años sin haber tenido alguna muestra de afecto como esta, puedo volver a sentir ese sentimiento perdido que solo esta misma yegua me pudo dar…

Amor.

Sunflower siguió bajando con su lengua osadamente hasta mi pecho, su loca lengua no dejaba ningún lugar sin satisfacer, ella siguió y, siguió. De ponto ella se detuvo. ¿Ahora? Pero yo estaba a punto de tocar- ¡Ey, hola preciosa! Abrí los ojos, ella no estaba frente a mí, pero… ¿!Ahora bajo el agua!? Esta ye-¡Eh!-gua ¡Ah! Veces es t-Ah-an ingenios-Ah! Ella sacó su cabeza fuera del agua por aire, se veía tan sexy con su crin mojada. La unicornio celeste me miró pervertidamente, Diablos, esa sonrisa me perturba, ¡Pero a la vez me encanta!
-Creo que no va a servir mucho si seguimos así…
-No es muy eficiente ir por aire cada quince segundos.- Afirmé, aunque ella sí que tiene el toque especial.
-Mejor al estilo tradicional, levántate y prepárate para disfrutar los mejores momentos de tu vida.- ¡Oh sí! Y así fue. Me levanté y senté en el borde de la tina, ella me mirada desde abajo con sus radiantes ojos, me tomó de las patas traseras, y pasó una lenta, larga… Deliciosa, lamida por mi entrepierna. Si es que pudiera, me vendría aquí y ahora mismo, no podré soportar mucho más. Sunflower daba lamidas tras lamidas, cada vez más profundas, ya no podía dejar de gemir, esto es mucho mejor que esas solitarias noches, la sangre se me calentaba, me estoy volviendo loca cada vez más con sus fabulosas lamidas, creo que incluso… Ay no. Cerré mis ojos y creo que en ese momento, di el orgasmo más largo de mi vida, para luego liberar todo ese amor contenido por años. La pony Celeste seguía con su labor, feliz y excitada al igual que yo, bebiendo mis fluidos de la pasión, limpiándome toda mis partecitas, verla haciéndome estos placeres, la hacía ver incluso tierna (Sin mencionar increíblemente ardiente). Era demasiada pasión por hoy, perdí todas mis fuerzas y me dejé caer dentro del agua y la espuma rosa, todas esas tensiones y preocupaciones, desaparecidas de una sola vez…
Sunflower me abrazó y me besó una vez más, sus seductores besos con lengua siempre fueron mis favoritos… Yo jugaba con su lengua, al igual que ella con la mía, como si ambas estuvieran bailando una danza de cortejo, y su saliva… Yo no merezco esto, pero tampoco quiero que pare…
Ella pronto detuvo el beso, ella también se puso a como estaba antes, ella se abrió de piernas y se tocaba, gimiendo tiernamente. Ahí fue el momento cuando mi cara se puso tan roja como un tomate.
-Zio… Hazme tuya hoy.- Que las Hermanas e vuelvan polvo por lo que voy a hacer. Tenía en frente de mí, un ejemplar único de la entrepierna de una unicornio, estaba húmeda, y créeme que no era por el agua… Tomé sus piernas y me pasé mi lengua por entre mis labios, ya casi puedo saborear a esa suculenta yegua. Lentamente, rocé mi lengua para arriba y abajo, ella cerro sus ojos y gemía, mordiéndose los labios, sabía que eso era buena señal. ¡No puedo creer que realmente pueda complacerla! Sus partes sabían raro, pero era rico, sabía cómo a saliva, pero más dulce, creo que incluso podía encontrarle un pequeño sabor a zanahorias, ¡Eso lo hace mucho mejor!
Tal como saboreaba, metí mi lengua dentro de ella, lo más profundo posible, Sunflower estaba toda sonrojada y respiraba muy agitadamente, dentro el sabor era mucho más fuerte y estaba toda mojada por dentro, usaba mi lengua como jamás alguna vez lo hubiera hecho, ella finalmente dio un gemido (¡Que mierda, eso sonó más como un chillido, y era jodidamente tierno!), y ella se vino… Directamente en mi boca. Todos sus fluidos los pude saborear, y eran como comer de las frutas más ricas y jugosas de Equestria, y ese aroma tan agradable y delicioso, que era como si te dijera: “Este flanco es tuyo”.
Estoy enamorada.
-Zio…- Dijo ella, tratando de recuperar el aliento.-… Te amo.- Esa frase, fue la causante de mi euforia en ese momento. Mi pony interior gritaba de alegría, saltando de un lado a otro.
-Yo tambien… Yo tambien.- Me levanté del agua y la abracé con todo mi amor, que tenía guardado para ese alguien especial.
¡El mejor baño de la historia!
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Auch… toda esa pasión me va a dejar adoloridas mis patas por días. Ya estaba en mi dormitorio temporal, dejé mi uniforme dentro de mis bolsones, tomé la manzana y dejé la pistola junto al casco. Sabía que tarde o temprano voy a tener que decirles la verdad a ellas, e irme lejos de esta ciudad, y si es que pueda, fuera de este jodido planeta. Pero en fin, por ahora tengo que descansar, le di un mordisco a mi manzana *Nom* mientras estaba sentada en la cama, era mucho más cómoda que la de mi viejo hogar.
Me he puesto a pensar, sobre toda mi vida. Soy huérfana y jamás pude conocer a mis padres biológicos, no recuerdo sus caras, ni siquiera el color de sus pelajes. Ahí es cuando llega mi hermano, bueno, biológicamente no lo es, simplemente convivimos juntos desde que tengo memoria. Él siempre fue como un hermano mayor para mí, el me cuidó y enseñó a como pedir Crebits y comida. Años después, cuando cumplí quince, fue cuando conocí a Sunflower. Ella hizo un gran cambio en mi vida; Ella me enseñó que el amor no solo puede estar en los sementales.
A los dieciséis, fue mi accidente. Miré mi prótesis una vez más, aún lo recuerdo como si fuera ayer, es sorprendente que haya sobrevivido a ello.
Pero ya basta de clases de historia. Le di un último mordisco a la manzana, una vez ya acabada, la arrojé a la basura. Me levanté de la cama y me senté frente a ella. Solo sé que esta nueva vida no va a ser difícil… ¿Quién sabe qué consecuencias saque de todo este malentendido? Solo el tiempo sabe. Por ahora, solo tengo de mi lado a Sunflower, Flora… Y mi Fe.

Mi Fe en la Diosa.

Me arrodillé frente a la cama y comencé a rezar las sagradas palabras:
Diosa sagrada, que vigilas desde tu trono
Guardiana del conocimiento y las estrellas
Tu palabra es inmutable, cuando tu belleza desvela
Y protege a las almas en pena
De los que abusan de ellas con sus riquezas
Dentro de esta Ilusión Utópica…

Description
Ilusion Utopica Cap I

Hoy…

Subí las escaleras del edificio, estaban viejas y oxidadas, a casi nada para que se desmoronen. Es una agonía subirlas con esta armadura tan pesada. Detrás de mí me seguía Flare dust, siempre fiel como un estúpido perro. Me seguía cansado y de pronto no lo escuché más caminar, me di vuelta y lo miré con desprecio, esperando a que alguna cosa osara en decirme.
-Comandante, no estoy seguro que debamos ir so- Pero justo antes de terminar sus palabras interrumpí -¡Calla, perro!- Y le di un golpe en la cabeza, el idiota chilló y se tapó la nariz con su casco, comenzó a sangrar lentamente, un leve hilo de sangre descendió –Ya estoy con las bolas llenas de tanta mierda, lo que menos necesito ahora mismo es que me digan que hacer, ¡Sé lo que hago! , deberías agradecerme que eres mi escolta personal... Creeme, te estas salvando de mucho.- El solo asintió y se retractó. Bien, así me gusta.

Ya subidas las escaleras, hemos llegado hasta una compuerta doble, escoltada por dos sirvientes, quiero decir soldados (definitivamente mis sirvientes, mejor así), me la abrieron. Afuera, era un caos. Los proyectiles de los cañones anti-aéreos encendían el cielo con pequeños destellos intermitentes, mientras este, plagado de cientos de aeronaves combatiendo que a la distancia parecían un enjambre de abejas luchando entre sí. Un caos total.
Responsable de este desastre no soy, solo he prendido la mecha de la bomba que ya hace mucho yacía aquí.

Mis tropas esperan, formadas y alineadas perfectamente a mis costados, al fondo, mi aeronave personal (No es que sea la sexta maravilla del mundo, ¡Pero tengo una nave que es mía, eso está chulo!). Avanzamos lentamente hacia ella mientras cada soldado hacía un saludo al pasar frente a cada uno. La compuerta del costado se abrió, mostrando el interior de la nave.
-Pero que hermosa suite, ¿Eh?- Dije sarcásticamente. Por dentro no era más que unos asientos por el fondo y los costados de la sala, unas cuantas ventanillas (dos por lado para ser más exactos) y todo levemente iluminado de unas dos luces naranjas arriba. Entré y me senté en un rincón al fondo, El idiota de Flare Dust en el otro extremo de adelante, cruzado de patas como si fuera un potro amurrado. El sonido de una alarma sonó y automáticamente la compuerta se cerró, el altavoz de arriba hizo una especie de “Beep” y una voz habló:

-Mi comandante, su destino por favor.- era la voz del Piloto. –La Torre del Sindicato, ¡Y que sea rapidito que es para ayer!- Dije golpeando el casco contra el muro de metal.

El sonido de las turbinas retumbó por todo el interior, dentro de unos segundos, ya estábamos fuera del suelo en rumbo a mi destino final.
Me asomé por la ventanilla a apreciar el caótico paisaje, y aprecié toda la puta ciudad de Zemperion en una sádica y brutal batalla campal por la supervivencia. Por ahí abajo vi como mis tropas, daban pelea contra un montón de esos desgraciados de la maldita G-Korps, mientras que un poco más allá había unos carros de combate disparando contra quien sea que esté allá. Sea quien sea, ya valió. Junto a mi nave, un escuadrón de aeronaves del mismo modelo que el mío nos escoltaban por el trayecto. Todo iba perfectamente como esperaba, pronto todo Zemperion estaría sobre mis cascos, para darle libertad a esta gente que tanto ha sufrido, muchas bajas habrá, lo sé, pero toda esta matanza valdrá la pena por un futuro próspero y mejor, es como debe de ser.

BLAM BLAM BLAM BLAM.

La nave se tambaleó de lado a lado, los láser de los cañones penetraron el blindaje, Flare Dust y yo gritamos al ver uno de los laser atravesar en medio del compartimiento que estábamos había un agujero de quizá cuarto de metro desde el suelo hasta el techo… Ahora es cuando estamos jodidos.

-¡No puedo controlar la nave, los controles están muertos! ¡May day, may day, la comandante está a bordo, repito, ¡LA COMANDANTE ESTÁ A BORDO! Solicito apoyo inmediato, no aguantaremos mucho en el aire sin apo-

BLAM.
La nave entera se tambaleó mucho más con el ultimo disparo.
Y pronto solo hubo silencio…El piloto había muerto.
¡Que la Diosa me viole con su maldito cuerno y sus jodidas estrellas!
-¡Vamos a Morir, VAMOS A MORIR!- Gritó Flare Dust, aferrándose a los asientos fuertemente, toda la aeronave giraba como loca, estaba a punto de vomitar. Me asomé por la ventana y todo daba vueltas y vueltas, entre los giros alcancé a ver la Torre del Sindicato, lo cual era bueno. Lo malo…
¡ES QUE NOS VAMOS A ESTRELLAR DIRECTAMENTE EN ESTA!

-¡Mierda, mierda MIERDA!- Era lo único que se me ocurría decir el momento. Me aferré a los asientos y esperé a morir, y sentir el fuego abrazador como pronto quemará mi pelaje, y calcinar mi carne y huesos hasta no volverme más que cenizas…

Y si moría, todo sería completamente en vano…

Eso se tendrá que ver.

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Capítulo I: Consecuencias inminentes

Dos Años atrás…

-¡Muy bien, aquí vamos, otro estúpido día! .- Me dije a mi misma, tratando de subirme los ánimos, lo cual igual fue en vano honestamente. Me levanté de mi cama, es como dormir sobre un cartón de piedra. Miré mi pierna, o lo que queda de ella, ahora no hay más que una prótesis cibernética. Este trasto hay que prenderlo o no reacciona. La prendí y esperé a que recalibrara, si no te das tu tiempo, caminarás como fideo con esta pata, así que debes esperar a que se configure...

Esto Demora, como el internet fijo telefónico, hace ruidos y todo. Es una prótesis de las antiguas. Al menos lo antiguo dura más.

Luego de unos minutos ya estaba como nueva, puse la pata en el suelo, a ver si puedo levantarme, eso es… Bien, al menos un buen comienzo.
Me fui al mueble frente a la ventana, donde estaba el espejo, algo trizado por arriba, pero si me puedo ver, sirve. Miré por la ventana, la verdad no hay mucho que ver, porque da a un callejón entre el bloque donde vivo y el siguiente, pero si te asomas afuera, puedes ver el montón de gente desde fuera de dicho callejón. Volví al mueble, vamos a vernos.

-Vaya que parezco un desastre, je.- Mi melena está hecha un desastre, como si hubiera una revolución sobre mi cabeza. Tome el peine y me ordené un poco el pelo… Esta pasable, pero siempre puede ser mejor. Una vez ordenada, me fui a la puerta, pero por poco me olvido de algo imprescindible.

-Casi me olvido de ti.- Me devolví al mueble. Ahí estaba mi pequeña estatuilla de la Princesa Twilight, la verdadera Diosa, actual soberana de la nación de Equestria. Es mi posesión más valiosa, aunque la haya conseguido en una tienda de baratijas, tiene mucho valor para mí.
–Mi Diosa, ruego a ti que hoy me protejas, y que perdones a los ignorantes y malagradecidos, e ilumínanos ahora y en la hora de nuestro juicio, bendita seas.- Tome el ídolo y lo bese, dejándola de nuevo en su lugar. Abrí la puerta de mi habitación, actualmente vivo en una casa de huéspedes, se podría decir que no se puede aspirar a mucho por los alrededores, trabajo hay, pero ahí depende si te alcanza para costearte tu vida.
O si vale la pena arriesgarla por esa suma. Bajé las escaleras para empezar otra agotadora y rutinaria jornada de trabajo.

Caminé por el largo pasillo del edificio, estaban las puertas de las alcobas de los demás huespedes, apenas me alcanza para arrendarme una pieza con lo que gano, y encima debo compartir el baño y la cocinilla con el resto porque solo hay uno. La verdad es que casi ni hablo, salvo con mi hermano, que de vez en cuando veo suele estar ocupado ingeniándoselas para ganarse unos créditos. El resto, la conversación no va más allá de un saludo y un "¿Qué tal?". Seguí caminando hasta le entrada y salí fuera del edificio, hoy era uno de esos cotidianos días en Zemperion, sé que el nombre es algo inusual, por lo que sé, fue fundada por otra especie, ya sabes, no equinos. Las calles como siempre, aglomeradas de gente, los dos soles brillaban imponentes y tiránicos como titanes sobre nosotros. Las calles repletas de ponies, pegasos, unicornios y otras variedades como grifos y leones (¡Incluso perros diamantes puedes ver por ahí y por allá!), todos convivían en este lugar, pues cómo no, es lo que queda por hacer. Por un lado estaban los comerciantes con precios que superan toda lógica, mientras por allá estaba un pequeño diablillo escapando de los guardias.
Como dije antes… Un típico día en Zemperion.

Ah, y por poco se me olvida, ¿A dónde se fueron mis modales?
Mi nombre es Zio, tengo diecinueve, conozcan mi vida, y una cosa más…

¡Bienvenidos al futuro!

¿Qué, esperaban algo mejor?

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Dejenme decirles algo, debes tener buen físico para sobrevivir aquí, el transporte público fue abolido en todos los distritos de los alrededores desde ya hace unos años tras un “incidente” con unas revueltas, así que las calles de asfalto ya no tienen carros, más que transeúntes.

Tampoco les he dicho de lo que vivo. De momento, solo soy una recadera; Me dan algo, lo envío a su destino. Trabajo independiente, así que vivo de mis tarifas por distancia. Es lo que hay.

Estuve caminando por un buen rato, se supone que mi contacto estaría aquí… Pero no veo más que un mar de gente, apenas puedo respirar entre tanto calor corporal por doquier. Oh bueno, al menos esto no es Kamparia, vivir allá es un infierno literal con sus basurales en llamas de hace años. Mi pony interior gritó “Yay” al darse cuenta que no todo es tan malo aquí como en el resto de este maldito planeta.
A ver, a ver… Dónde está el desgraciado este… Ajá, ahí está. Mi contacto era un pony, bastante alto para ser uno promedio, estaba completamente cubierto en una túnica que le llegaba casi hasta las patas. Suficiente para ser totalmente irreconocible, puesto que esa es la gracia, ¿No?. Me acerqué y procedí en hablarle.

-Ehm, hola. ¿Supongo que tú eres mi contacto?- Dije tímidamente, manteniendo la distancia.
El solo mantuvo silencio… Y me miró.
Llevaba unos googles negros, mas irreconocible aún, aunque me di cuenta de algo. ¡Era una cebra! Luego, metió sus patas dentro de sus prendas, y sacó algo.
-Eso… es un pad de datos, ¿Solo esto hoy?- ¡No puede ser que me envíen a mandar esta cosa tan diminuta!
-Llévalo a la comisaría de HeavyWaters. Nadie puede abrirlo, tampoco intentes abrirlo tú. Por tu propio bien, no dejes que nadie lo abra hasta que sea entregado.- El me lo puso mi casco. Yo solo lo miré extrañada.
-Ookey, Estás seguro que…- Y se fue. Como si el viento se lo llevara. Creo que no me queda más que entregar esta maldita cosa, ¡HeavyWaters, allá voy!
Es una tortura caminar todos los días por aquí…

Miraba como los pegasos y grifos volaban por arriba de nosotros, libres. Sin la necesidad de caminar, como nosotros abajo, mientras que más arriba estaban los de la clase social alta, adinerados en vehículos voladores, transitando a la altura de los rascacielos, donde creen ellos merecen estar. En lo más alto. A veces te preguntas cómo es que llegaron a vivir para costearse eso.

¡Ay, como me torturan mis patas, ya he caminado cerca de 12 cuadras, se que no es nada… ¡Pero con este calor de mierda uno no puede caminar! Hice un esfuerzo y me levanté en mis dos patas traseras, a ver si veo algo… ¡Allá está, La maldita comisaría de HeavyWaters! El pequeño pony en mi conciencia suspiró profundamente, dándole un gran alivio en mi cuerpo. Y así fue como troté hacia ese jodido lugar.
Una vez allí, el lugar estaba repleto de guardias, todos cubiertos en sus armaduras blancas y moradas armados con sus pistolas de laser, lentamente me aproximé al depósito de datos, básicamente es como u buzón, pero es para insertar estas cosas.
Ya estoy cerca, tan cerca, ya casi…

-¡Hey tu! A donde crees que vas?- Me congelé en el mismo momento, ay que no sea yo, que no sea yo… Ay, no.
-H-hay algo que necesite… Señor?- Podía sentir como mis patas temblaban aterrorizadas. Era un unicornio de pelaje gris, y de ojos amarillos, vistiendo el tradicional uniforme de la guardia.
-Que es lo que hace una pony tan pequeña como tú en un lugar como este- El guardia miró mi bolso.-Hmm… Ese bolso, dámelo. Ahora.- Yo me quedé mirándolo, temblando.
-V-vengo para entregar esto aquí...- El guardia se me acercó directo a la cara, mirándome seriamente, luego sonrió vilmente.
-¿Sabes lo que les pasa a las ponies como tú cuando desobedecen ordenes de la guardia, eh? ¿quieres averiguarlo?- El pony en mi interior me dijo que entregara el bolso. Y así fue.
El guardia me arrebató el bolso y ni siquiera lo abrió, simplemente lo rompió con su magia, ¡Pero que bruto! Aunque afortunadamente solo tenía el pad, el unicornio lo levanta de con su magia y me lo pone en la cara. Ay Diosa.
-¿¡Que se supone que es esto!?- El desgraciado me empujó y caí.
-¡Auch!- ¿¡Por que tan bruto!? El guardia sacó su pistola y me apuntó.
-¡No dispares no dispares, llévatelo si quieres, pero déjame vivir por el amor a la Diosa!- Tirada en el piso estaba yo, llorando y suplicando por mi vida tan patéticamente. El maldito solo se reía de mi desgracia.
-Ja ja ja, mírenla, suplicando por clemencia, ¡Calla zorra!-

¡PAM!

¡Agh, Maldición, el maldito me golpeó en la cara!

El solo se fue y me llamó “Perra”, y se llevó el envío. ¿Ahora con que voy a comer hoy? Me sobé mi cara, auch, me duele todo el rostro… Me levante y volví en mí. Estaba entrando a la comisaría, y lo veo abriendo los datos, apenas lo enciende, ha comenzado hacer un sonido estridente como un “bip”.

¡BIP, BIP, BIP, BIP!

¡AH! ¡¡Eso no suena nada bie-

Un estruendoso ruido y ñuego un vierto descomunal, me envia volando por los aires, seguido de un destello cegador.

Golpeo mi cabeza con el suelo, y es todo para mí.

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Agh… Mi cabeza, me siento mareada, y tengo un maldito pito en mis orejas. Me pesan los ojos como si fueran pesas de diez kilos, pero trataré, eso es… vamos Zio, ahora puedes ve- ¡AGH! ¿¡Qué es eso!? Es… Es una pata… Una pata sin cuerpo!

UNA PATA SIN CUERPO. ¡¡AHH!!

No... No, no... Ay no, ¡Diosa, no no no no no!

Esto es una pesadilla, de seguro es una, pronto voy a despertar, Solo tengo que golpearme lo más fuerte.

¡PAM!

¡Auch! … Esto no es un mal sueño, había humo en todos lados, y olía a concreto pulverizado y creo que me sangran las orejas ¿Que está pasando aquí? Que es esto en mis patas, esto, esto es sangre… pero no siento un dolor lo suficientemente severo como para que sangre.

Miré a mi dere- Ay no, es un oficial, y… Está partido en dos… Y su sangre…
¡Está toda sobre mí, agh que asco, no, no por favor! Yo Solo quería gritar, pero no me salía la voz, estaba demasiado aterrada con la imagen (o mi imagen en este caso), que no me salían más que chillidos de como un perro chillando.
-¡Quiero salir de aquí! Me levanté de nuevo temblando como una licuadora en máxima potencia, y corrí.

Corrí en shock, chocando y golpeando lo que fuera que estuviera en mi camino, boté una caja llena de comida, me levanté y seguí corriendo. Empujé a varios y muchos más, corrí sin detenerme en ningún momento, como un gato que se escapó una semana, y sabe como volver a casa. Corrí mas de veinte cuadras hasta llegar a casa. Abrí la puerta y la cerré de un portazo.
En shock, temblando, no me puedo mantener de pie…

… Esa gente… Estaba muerta, todos muertos. Solo quería olvidar todo, pero no puedo. Ahí está la imagen, la sangre y las tripas en desparramadas, todos esos pedazos de pony o lo que fuera que alguna vez fue solo me daba ganas de… De…

¡¡UEGHH!!

Vomité, he vomitado… Y creo que en mi misma, la mezcla del olor entre sangre y vómito me daba más nauseas aún, pero ya me daba igual si estaba sucia. Respiré agitadamente, deambulando de un lado a otro, un horrible ardor va de mi garganta hasta mi estómago… Me arrojé al piso ensuciándome entera.

-¡Estoy harta de esta mierda de vida! Grité y me puse a llorar, y llorar sin consuelo. Todo lo que me tocó ver y sentir, no se las daría ni a la persona que más odiara. ¿Y que será de mí? ¡Ahora de seguro toda la autoridad estará buscando mi cabeza por algo que ni sabía que era una bomba!
¿Y que pasará si me toman presa? Ay Diosa, no quiero ni pensar que me hagan.
-¿Zio, eres tú?- Dijo una voz familiar. Ay no, es mi hermano, pero no me puede ver así, me limpié las lágrimas rápidamente y me senté, ahí misma. Y ahí llegó mi hermano, quien bajó las escaleras aleteando con sus alas coloridas.
-Ehh, hola hermano, ¿Cómo te ha ido?- No lo voy a convencer, prepárate para el interrogatorio.
-¿Por qué estas cubierta en sangre y… Eso es vómito?- Vamos Zio, dale una excusa rápida, ¡Vamos!
-¡No es sangre! Esto es… ehh, ¡Pintura roja!
-¿Y por que estarás empapada de ella?- El me miró levantando la ceja. No se la está creyendo.
-Por que… Había un espectáculo y… pretendían que había un asesinato y se pasaron de la raya. El me miró seriamente, pero luego sonrió y dijo:
-Je je, estos artistas nunca saben hacer un buen espectáculo.- Uff, ¡No puedo crees que haya funcionado!
-Y sobre el vómito… Olvídalo, prefiero no saber.-
-Hermano, si no te importa, me voy a tomar una ducha…- Traté de disimular mi tranquilidad, hasta que…

¡Pam Pam Pam!

Ay no, la puerta.
-¡Ya voy!- Mi hermano estaba hiendo a la puerta, ¡Tengo que detenerlo! Corrí y me arroje sobre el.
-¿¡Pero que rayos te pa- Le puse mi pasa en su boca, y mantuvo silencio. Tengo que decirle la verdad, aunque…
-Por favor, por el amor a la diosa, ni se te ocurra abrir esa puerta, porque…- ¿Cómo puedo decirle que la guardia me busca por transportar una bomba activa?
-¿Por que…- El e miró seriamente de nuevo, vamos Zio piensa en algo…
-... ¡Por que unos tipos quieren me persiguen y me quieren ehh… Abusar de mí!- Eso es!
-Ellos… Ellos… ¿¡Quieren abusar de ti, de mi hermanita!? Se acabó, ¡Voy a acabar con ellos!- ¿¡Que!? No, no, ¡Esto no es lo que quería que pasara!
-¡Espera, no te metas con ellos! Podemos irnos de aquí antes de que se enteren y larg-
-¡Olvidalo, yo mismo me voy a encargar de ellos! Mientras, quiero que te escondas, y si no sale bien la cosa… Huye.- No hermano, ¡Te van a matar!
-No tienes que hacerlo, no quiero que mueras por ell-

¡PAM PAM PAM!

-¡Que te escondas!- El me gritó furioso, yo solo sentía las ganas de llorar. Corrí escaleras arriba, pero me escondí a ver, no quiero que ocurran cosas horribles… Vi volar a mi hermano como un rayo directo a la cocina, a los segundos después volvió a salir, con un enorme cuchillo. Era tán grande que casi parecía un machete, santa Diosa ¿Qué es lo que haces Hermano? El se escondió justo atrás de la puerta, en un espacio oculto, entre el muro y esta.

PAM… PAM… ¡CRACK!

La puerta se fue para abajo, y un grifo entra a través de lo que quedó de ella. El avanzó unos pasos, pero apenas entró, mi Hermano se abalanza sobe el de un vuelo y le clava todo su machete en el cuello.
¡Fsjg! La sangre saltó por todos lados del solo corte. El grifo trataba de luchar pero todo era vano, hasta que murió. Otros dos guardias se lanzaron encima de mi hermano, el uno que era un Pony lo tonó y lo inmovilizó dándole un golpe en su pata trasera,. Pude escuchar sus huesos quebrarse uno por uno, y sus gritos inundaban toda la sala, que por poco me hacen sangrar los oídos. Él se arrojó en el piso, exhausto y derrotado. Las lágrimas caían de mis ojos al verlo sufriendo de esta manera… Yo quiero hacer algo, ¡Pero es que no puedo y también tengo miedo de que me hagan algo también! Miró al perro que estaba en frente de él, quien lo apuntaba con su arma de servicio.
-¡Púdranse en el infierno, hijos de perra!- Mi hermano le escupió en la cara al perro, y este furioso lo golpeó en la cara con su pistola.

¡Pam!

-¡Más respeto a los oficiales canalla! Aunque tienes razón, soy un perro, pero el peor perro que te toparás, ja ja ja.- Este reia nuevamente y lo pateó en la cara. ¿Por qué tiene que pasarte esto a ti hermano? Tu solo querías lo mejor para mí…
-Tienes derecho a mantener silencio… ¡Por que estas condenado a ejecución, jajajaja!- El pony que lo acompañaba le dice:
-Estas condenado por motivo de alta traición; ¡La complicidad con terroristas como esa pony, se paga en sangre!- Mi hermano cambió su cara de dolo y angustia, a una de confusión y decepción.
-¿T-terrorista?- El dirigió la mirada a donde estaba yo… Me estaba mirando, sabía que estaba ahí. Sú cara

BLAM.

Shock. Hermano mío...

¿Por qué debiste ser tú? ¿Por qué?

… Hermano... No. No, por el amor a la Diosa, ¡POR QUÉ TUVISTE QUE SER EL SIGUIENTE!
Todo lo que fue, ahora ya no es, solo veo un cuerpo sin vida tirado en el suelo, a manos de salvajes desalmados
-¡Ah!- Fue el único ruido que pude hacer al escuchar y ver esta imagen.
-¿Qué fue eso?- Preguntó el pony. Mierda.
-Esta zorra anda cerca, sube las escaleras y dispara a matar si la vez.- Mierda, mierda, ¡Maldición! Rápidamente subí las escaleras sin tratar de hacer ruido alguno, corrí por el pasillo, entré en mi alcoba y cerré la puerta.
-¿Qué es lo he hecho…- Las lágrimas volvían a salir… No. Ahora no. Vamos Zio, tienes que superar esto, ¡Tu hermano acaba de dar su vida para salvarte, no la desperdicies!
Pero… Pero…
¡No, deja de ser una potra llorona y da un paso adelante, quiero verte buscar lo que necesites, y salgas de aquí sin que te tengan que perseguir a tiros!
Bien, cálmate Zio, vamos a buscar lo que necesitas para irte.
Okey, primero… Busca algo para bloquear esta puerta…. ¡La silla! La tomé y la apoyé contra la perilla, bien. Ahora nadie podrá entrar a menos que tengan explosivos, o una fuerza descomunal. Caminé hacia el mueble, tomé mi otro bolso, este tenía mi Cutie Mark en él. Una Carta de correo.
Okey. Me lo puse y luego busqué en el cajón de mi mueble. Veamos, comida. Extracto de zanahorias, me llevo estos duraznos enlatados y, esta rica y suculenta manzana roja. También necesito dinero, veamos cuantos Crebits (¡El dinero del futuro!) me quedan… Hmm, cuatrocientos setenta, me sirve para tres días.
La perilla se empezó a mover, oh oh…
PAM, PAM, PAM.
Golpeaban la puerta, pero por más que intentaron derribarla, no tenían éxito.
-¡Traigan las cargas, derriben esta maldita puerta ya!- Mierda. Vamos Zio, es hora de irnos, usa la ventana, vamos.
Pero, pero… ¡Le temo a las alturas!
¡Ya déjate de ser una potrilla llorona, ve y salta! ¿O es que quieres que te vuelen la cabeza a tiros, eso es lo que quieres, ah?
… No soy una potrilla llorona, no más. Abrí la ventana y me asomé a ver la caída, era de como unos cinco metros, y había un contenedor de basura. Es hora de hacerlo…
¡Espera!
Mire de vuelta al mueble, ahí estaba mi pequeño ídolo de Twilight Sparkle, la Reina del Imperio Equestriano, Ama del conocimiento y las estrellas. La tomé y la besé de nuevo. Por poco me olvido de ti. Finalmente la puse en mi bolso y volví a asomarme a la ventana. Era hora de hacerlo.
-¡Pongan las cargas, ya!- Santo cuerno de la Diosa, a la mierda esto. Es hora de dejar de ser una potra.
¡Gerónimo!
Me arrojé de la ventana, sentía el viento rozar mi crin, hasta que finalmente caí sobre la basura.
Bamf…
Estoy viva… ¡ESTOY VIVA HIJOS DE PERRA, QUIEN ES LA LISTA AHORA!
Muy bien, cálmate Zio antes de que pierdas la cabeza. Es hora de irte antes de que les des ventaja, me largo de aquí, adiós casa, adiós cuarto… Adiós vieja vida.
Es hora de comenzar de nuevo, en otro lado… En otra ciudad, o en otro planeta si es que pueda… A menos que...
Debo ir a CommonWhealth, se quién me ayudará. Corrí fuera del callejón, por detrás del edificio, donde no había ningún oficial de policía.

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Ya han pasado como tres horas, y son las cinco de la tarde, dentro de unas horas más se esconderán los soles gemelos. Me estaba adentrando por el Mercado central, aquí si podemos decir que realmente te puedes ahogar entre tanto aglomerado de gente en un solo lugar, aquí todos los días, muchos vienen para comprar sus víveres que les alcancen con los míseros sueldos que ganan, aquí podemos ver a nuestro distrito de Copperfields como lo es todos los días en su máxima expresión, los unicornios cagando enormes cajas con su magia, los mercaderes regateando a sus clientes, el lloriqueo de los pequeños perdidos buscando a sus mamás… En fin, hace unos momentos me robé un abrigo con capucha, y me sorprende que aún siquiera se hayan enterado de mi presencia tan obvia. Caminando por ahí, una pantalla publicitaria cambia y… Definitivamente, es mejor que ustedes mismos lo vean.
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¡SE BUSCA!
Nombre: Zio.
Edad: 19 Aprox.
Cutie Mark: carta de correo.
Delito: Atentar y asesinar miembros de nuestra comunidad, cometiendo actos terroristas.
Si usted ve a esta pony, reportar inmediatamente al establecimiento de policía más cercano. Les espera una recompensa de B$6000 a quienes den información vital sobre esta criminal y asesina.
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¡No soy una asesina! ¿Por qué todo esto me tenía que pasar a mí, porque no pudo ser alguien más?
¡Ya déjate de esas cosas y asume! Créeme que si fuera real, te golpearía aquí mismo. Ya sabes a donde ir, ve y procura no llamar la atención.
Tienes razón, me iré ahora mismo y-

Tan pronto me dirigía al sentido contrario, mi prenda se enganchó de un clavo asomado en una caseta de los comerciantes.
¿Qué rayos fue… Ay, rayos, ¡Maldita ropa barata que se rompe con todo!
-¡Miren, ahí está!- Doble rayos.
-¡Ahí está, esta vez no se nos escapa, abran fuego, abran fuego!- Triple rayos, maldición, que la Diosa por favor me impale viva con su puto y extremadamente enorme cuerno.
¡Corre idiota, vamos y mueve ese flanco antes de que te vuelen la cabeza!
-A un lado, dispersen a los civiles, que alguien disperse a esta maldita gente!- Uno de los guardias gritó mientras un par se adelantaban a apuntar.

BLAM BLAM BLAM BLAM

El miedo y el terror cundió por todo el mercado, unos corriendo, los que podían se fueron volando, y otros se arrojaron al suelo (Deben de estar locos si están dispuestos a ser pisoteados hasta morir por solo evadir las balas). Yo corrí, empujando a quien se me pusiera, un proyectil por poco me roza, haciendo ese sonido de la muerte que deambula buscando un cuerpo a quien sacarle su alma, frente a mí, un león fué herido del mismo proyectil en el vientre. ¿Cómo es posible que digan que protegen a su “Comunidad” si ni siquiera les importa abrir fuego en un sector sumamente aglomerado de gente? Creo que esa será una de mis grandes interrogantes de este mundo.

BLAM BLAM BLAM

Seguí corriendo, empujé a un perro fuera de mi camino, y este chocó contra un ventanal, auch.
-¡Perdón!- Seguí corriendo con todas mis fuerzas.

BLAM

-¡Agh, maldición!- Sentí un dolor en el flanco, pero no puedo mirar o me voy a desconcentrar. Doblé hacia la derecha, donde entré a un edificio, traté de evadir a quienes se me cruzara, pero no hacía más que golpearlos accidentalmente. Subí las escaleras oxidadas, y luego las del siguiente piso, hasta llegar a la azotea.
Blam blam blam
Escuchaba los disparos al fondo ¿A quién se supone que quieren matar?
Auch, verdad, mi flanco. Espero que no sea grave…
Parece que la bala solo me rozó, dejándome un corte, por poco arruinando mi cutie mark izquierda. Gracias a la Diosa que no es tan grave como para morir desangrada. ¿Por qué no conseguí un bolso de primeros auxilios? Ah claro, el dinero no me alcanza.
¡Ra-tatata- tata- tatata!
Mierda, eso no sonó como una pistola cualquiera, tengo que moverme rápido. Corrí hacia el borde del edificio y salté al otro edificio pegado a este, de tan solo un metro más bajo, seguí corriendo, hasta el otro borde. Este estaba dos metros separado del otro, si caigo saldré lastimada. Bueno, lo que sea por vivir un día más…
Retrocedí un poco, paro tomar vuelo y saltar. No mires abajo, no mires abajo. Hasta que llegué. El pony en mi interior gritaba de alegría al ver como desafiaba mis miedos. No es el tiempo para ello, conciencia, hay que seguir. Seguí galopando por entre los edificios, las alarmas empezaron a sonar, una aeronave pasó justo arriba de mí, parece que me buscan… Y están dispuestos a gastar cualquier recurso por hacerlo.
-¿Dónde me escondo, donde… ¡Aja!- Había un ducto de ventilación lo suficientemente grande como para meterme en él. Rápidamente me metí dentro de él, viendo como la nave con su luz trataba de rastrearme. Por un momento juré que me atraparían cuando pasó su foco por donde estaba yo. Luego de estar ahí flotando justo frente al edificio, se mandó a volar, probablemente a buscar en otro sector, perfecto. Salí del ducto y accidentalmente pisé mal y me caí. Auch…
Me levanté y me fui al borde, Ayayay… Esta caída sí que es grande. El edificio estaba a como cuatro metros, y era mucho más alto que este, había una escalera de emergencia ahí colgada, si es que logro hacer un salto lo bastante alto y largo, lograré llegar. Pero y si no lo logro… Me asomé a ver la caída.
Mierda. Yo le doy como sus nueve metros de caída. Nueve, malditos metros de caída fatal. ¿Por qué me lo ponen tan difícil las hermanas, será por qué mi fe es a la Diosa Twilight?
¿Otra vez con tu estúpida fe? Y yo que pensaba que estabas salada de la cabeza…
¡Tú calla que nadie se mete con la Diosa!
Entonces, pídele a tu tan grande Diosa que te ayude con ese maldito salto, o mejor que te acerque el edificio. ¿Pero sabes qué? Ella no te va a ayudar, ella ni siquiera te conoce, ni siquiera vives en el mismo planeta que tú.
¡Que te calles maldita conciencia! Yo creo y confío en ella. Ella me iluminará el camino.
Blam blam
Mierda, ¡Ya salta de una vez por favor!
Pero… No voy a lograrlo.
Nada de qué vas a lograrlo, ¿Acaso tengo que contarte el mismo cuento de nuevo? Es mejor morir por una caída que darles el placer te abatirte a tiros.
… ¿Sabes? Tienes razón, no pienso darles el maldito gusto de verme morir por sus cascos (o garras). Voy a saltar ahora mismo. Tomé todo el vuelo posible, y salté.
-No puedo creerlo, voy a lograrlo, voy a… ¡Ay noooooo…
¡Plamf!
¡Ugh, mierda! Vamos Zio, aguanta, tienes que salir de aquí.
Hngh… Ugh… No puedo, estoy muy débil…
Pero… ¡Tienes que subir, vamos!
No puedo, aquí termina todo.
…
¿Sabes? No puedes escapar de la muerte por siempre, y hoy la asumo. Adiós.
Me solté y caí, podía sentir como el viento rozaba mi crin y mi cola. Pronto tocaría el suelo, y mi persecución acabaría de una vez por todas…

Pero en vez de sentir el duro concreto romper mis huesos, algo amortiguó mi caída.

Espera… ¿Aún sigo viva, como mierda es posible? Que la Diosa me viole si es que no me equivoco… Estoy viva… ¡ESTOY VIVA! Un momento… ¿Qué es esto en mi cara, y ese olor… Me puse mis adoloridos cascos por mi rostro, tratando de identif- ¡PUAJ, UN PAÑAL SUCIO! me lo arranqué y lo arrojé al piso.

-¡Puaj!- Escupía del asco. ¿!Por qué Twilight… Por qué no te cansas de violarme el culo con tu jodidamente enorme cuerno!? Sé que guías mi vida, ¿Pero un poco más de consideración?

De pronto, una voz ajena se escucha al fondo.
-Negativo señor, no hay rastros.- Definitivamente es la voz de una yegua joven… Y viene para acá. Tengo que esconderme, y es para hoy. Tomé la tapa del contenedor y lo cerré conmigo dentro, la peste era insoportable, pero no es peor a que te disparen entre cuatro guardias.
-Si señor, juro que si la veo, ¡Le voy a plantar un tiro en la cara a esa puta asesina!- ¡Que no soy asesina! Levanté un poco la tapa, lo suficiente para ver y lo menos notoriamente posible, allí estaba la guardia, de lo que su uniforme no cubría, su pelaje era azul oscuro, y por lo que se nota de cola Amarilla. Ella viene hacia acá, ¡Mierda, piensa en algo Zio! Vamos, vamos piensa en algo, busca algo con que defenderte…
¡Ajá! Esto me servirá.
Un trozo de vidrio roto, afortunadamente era largo y afilado como la hoja de un cuchillo, lo tomé con mi hocico, y esperé… Y esperé. La tapa se abrió un poco, parece que la tomaron… ¡YA!
Levanté la tapa, tomé a la guardia y la arrojé dentro. Una vez indefensa, clavé el trozo de vidrio directo en su yugular.
¡Fsjg! La sangre salía como un pequeño chorro y ella agonizaba, haciendo un intento de poder respirar, pero todo esfuerzo era en vano. ¿Qué es lo que acabo de hacer? Le saqué el vidrio de su cuello para no herirla más, pero apenas lo hice, este empezó a sangrar más y más.
-¡Mierda lo siento mucho, realmente lo siento!- Estaba desesperada, un pony estaba muriendo y agonizando en frente de mí, por mi culpa. Traté de poner mis cascos para frenar la hemorragia, pero era tanto que se me desbordaba de ellas.
-¡Tienes que vivir, por favor!- Ella se retorcía agonizante, viendo como su alma se le escapada de sus cascos.
Finalmente ella se detuvo, y no daba ningún rasgo de vida, sus pupilas rosas estaban completamente abiertas mirando hacia mí. Estaba muerta.
Pude sentir como las lágrimas volvieron a salir. Santa Diosa… Acabo de matar a un pony. Soy una asesina.
Soy una asesina.
-¡Buen trabajo, sigue así y pronto serás la criminal más sanguinaria de todo Zemperion!- Mi conciencia gritó, dejando salir una risa sarcástica.
¡No, no quiero ser como ellos, no quiero ser una asesina de ponis!
-Pero mírate, estas cubierta en sangre de otros, tienes una yegua muerta por tus propios cascos, ¡Mirate!- ¡Sal de mi cabeza, SAL DE MI CABEZA! Me dejé caer en el piso de desechos, las lágrimas salían y salían como si fueran ríos. Yo no quería esto.
-¡Hey hey, espera, no quería hacerte llorar!- Mi pony interior dijo, tratando de calmarme, ¿Cómo es incluso posible eso? Quizás ya me estoy volviendo loca.
-Hey, olvida lo que dijiste, no es hora de ponerse a pensar. Tienes que salir de aquí, debes tomar su uniforme si es que quieres salir sin que te vean.- No, no puedo hacer eso, acabo de matar a alguien, ¿Y ahora me dices que le robe a un muerto? ¿!Es que acaso perdiste la cabeza Zio!?
-Mira, ella está muerta por ti, si no la matabas, ella lo haría. Ahora tienes que aprovechar tu oportunidad, tan solo sácale ese ridículo trajecito y póntelo tu misma- Pero… Per-
-Tiny Stomp, ¿Me copias, donde carajos estás, tienes pista de la mensajera?- ¿Mensajera? Oh, es su comunicador. ¿Qué hago… rayos. Tomé el comunicador de su oreja y traté de imitar su voz…
-Ehm, negativo señor, la Mensajera por lo visto está corriendo en circulos, sugiero a todas las unidades moverse de vuelta al mercado.- Dije falseando la voz de la difunta yegua.
-Recibido, esperando próximas ordenes.- Genial, ahora además de asesina una estafadora… Hmm, ¿“La Mensajera”? Me gusta ese apodo. Muy bien, no me queda otra. Lentamente tomé su cabeza y removí el casco… Mierda, ella era hermosa (¡Y también era muy sexy!). Cerré sus dulces ojos y le di un beso en la frente, la recosté;
-Ojalá me perdones por mis acciones, la Diosa jamás lo perdonaría, tampoco yo…- Procedí a removerle lo que la identificaba como la ley, su uniforme, cielos, jamás me perdonaré esto… ¿Qué es esto…
Su pistola de servicio. Ya no la necesitará, no luego de lo que hice, pero esta no era una pistola común de protones.
¡Era una de magia! Estas son las novedosas armas que salieron hace poco. Funcionan con cualquier gema refinada como para caber dentro de la carga, disparando rayos del respectivo color de esta, me dispuse a ver la munición… Una esmeralda, Verde. Bien… al menos ahora tendré con que defenderme de esos brutos, miré de nuevo a la difunta Tiny Stomp, su cutie mark era una bota. Espero encuentres salvación del otro lado. Muy bien, es suficiente, por favor no tienes que recordar. Olvidar. Olvidar.

Olvidar. Para calmar el dolor dentro de mí.

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Uff… Ojalá tuviera algún medio de transporte, pero desde que eliminaron todo medio público, se ha hecho cada vez más difícil. Pero miremos el lado positivo, al fin llegué a CommonWhealth, y a mi destino. Volví a tomar el papel para echar un vistazo y asegurarme…
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Distrito CommonWhealth.
Avenida Las Alicornias con la calle Paso de las estrellas
Casa D-4567.
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Saqué el papel de mi cara y miré, yep, este era el lugar.
-Es hora de volver…- Tragué un poco de saliva y me armé de valor y caminé hacia la puerta, admirando el hermoso jardín de rosas y girasoles. Simplemente bello. Finalmente ya en ella, tienes que hacerlo Zio, ya estás aquí, ¡No es tiempo de arrepentirse!
Toc-toc toc.
Nadie respondió, ningún ruido del interior. De nuevo.
Toc-toc toc.
Nada aún. Me dispuse a hablar.
-¿Hola, Alguien vivo por aquí?
Silencio total…
¡TOC-TOC TOC!
Azoté la puerta una última vez. Justo al momento antes de rendirme, esta lentamente se abrió, esperé a ver su cara… Nada.
No había nadie. ¿Serán de esos costosos sistemas automatizados?
-¿Quién eres tú?- Dijo una suave voz, mire abajo y había una hermosa unicornio azul, y de crin y cola de un extravagante fuxia. Una pequeña sonrisa se formó en mi cara, la recuerdo cuando apenas era una potrilla de apenas cuatro años.
-¡Flora, creí que jamás te volvería a ver! mírate ahora, has crecido tanto…- Ella me dio una mirada indiferente, y un poco asustada.
-Mami me dijo que no puedo hablar con extraños.- Mi cara de felicidad pasó de un momento a otro a una de confusión… ¿Ella no me recuerda? Pero… Yo, ella…
-Pero… Flora. ¡Soy tu tía Zio! ¿No me recuerdas?- Recuérdame por favor, ¡Recuérdame!
-¿Flora, que te he dicho de abrir la puerta sin… Permiso?- Allí estaba ella, me miraba, como si estuviera aterrada. Espera, está aterrada. Ella se puso delante de Flora, se tiró al piso tomándome mi pata derecha mientras me rogaba:
-¡Por favor, siento mucho que mi hija malgaste su tiempo, pero por favor, no le haga daño, es solo una potra!- ella puso su cabeza, como para que le pegara, pero por qué…
-¡Yo me hago responsable de sus actos, desquítese conmigo!- Espera. Ohh, claro, el uniforme. Que tonta soy jaja. Rápidamente me quité el casco, revelando mi identidad real. Ambas me quedaron mirando, ella boquiabierta, mientras que a Flora le brillaban los ojos de felicidad.
-¡Tía Zio!- Gritó ella eufórica y se lanzó sobre mí, tirándome al piso, ella me abrazó fuertemente. Una lágrima se me escapó de la alegría que sentía, hace tanto que no tenía un abrazo, que había llegado al punto de olvidar como era uno. Era algo muy bonito.
-¡Zio, me diste un susto de muerte! Gracias a la diosa que eres tú.- La yegua celeste de crin y cola rosa sonrió. Ella también estaba feliz de verme, pero no como Flora lo hacía.
-¡Sunflower! Han pasado años desde que no nos vemos, realmente me pone muy feliz volver a verte.- Flora me soltó y volvió adentro de casa. Me levanté y me acerqué a Sunflower. Ella me miraba de reojo.
-¿Es mi idea, o ese uniforme te hace ver más bonita de lo normal?- ¡Un cumplido! Inmediatamente me sonrojé y oculté mi rostro, ella solo se rio con su dulce y fina voz.
-Ay, Sunflower… No sabes cuánto te extrañé.- Lentamente me acerqué a ella para darle un beso en la mejilla, justo antes de hacerlo, ella movió su cara y ¿!Hmm!?
La estoy besando… En la boca. Que las estrellas me violen de todas las formas posibles… Esto estaba pasando, ¡Realmente está pasando! Se sentía rico, como su lengua jugaba con la mía, su saliva mezclándose con la mía… Esto me gusta, mucho. Es la misma yegua que conocía.
Repentinamente, ella rompió el beso, un pequeño hilo de saliva nos mantenía unidas, hasta que este se disolvió por sí mismo. Wow...
-Espero que eso te haya respondido algunas dudas.- Ella dijo, mientras se limpiaba mi saliva en sus labios con su lengua. ¡Rayos, porque tenía que limpiarse de esa manera tan sensual!
-Bueno, ahh…- Yo estaba estupefacta, no sabía que decir, ni siquiera podía mover mis patas, estaba perdida en su mirada.
-Zio… Siento mucho, sé que te hubiera gustado haber sentido eso una vez más. Pero ya no puede volver a ser así, tu misma sabes que también quisiera, pero tengo una hija que cuidar. No podría vivir tranquila si mi propia hija me viera besando a otra yegua.- Aww… Pero… Yo aún la amo, ella también lo hace. Pero… Es por el bien de Flora.
-Entiendo… Todo por el bien de ella.- Traté de contener las lágrimas, contente Zio. No muestres más tristeza de la que ya tienes o lo harás peor el momento. Yo seguía roja de esa rica muestra de afecto, creo que no la voy a olvidar jamas.
-Bueno, ehm… ¿Vas a pasar? Esta anocheciendo.
-Ahh, claro, ehm, Gracias.- Así que ambas entramos a la casa de Sunflower. Por dentro era bastante bonita, comparada al edificio comunal donde me hospedaba, los muros estaban pintados de un suave y acogedor turquesa, en el living estaba Flora mirando en la Televisión los dibujos animados. No resistí y me senté junto a ella.
-¿Qué estás viendo Flora?-
-Mi caricatura favorita, "Llanero espacial" El Llanero está buscando a una criminal, porque ella es mala y roba y mató a muuchos muchos ponis, pronto la van a encerrar tras las rejas para que no pueda hacer maldad otra vez.- sus palabras a pesar de ser inocentes, me llegaron como cuchillos por la espalda. Mantuve mi falsa sonrisa lo mejor que pude.
-Si Flora, a ella la van a encerrar, seguro es la peor de todas, que no escape.-
-¡Cierto, porque mi tía es una guardia!- ella sonrió y dijo- ¿Tú capturas a los malos?- Mierda. Sus puñales son demasiados para mí.
-Si… con permiso Flora, voy con tu mami.- rápidamente me levanté y me dirigí hacia la cocina, muy bien, respira hondo… Eso es Zio, muy bien.
-¿Te sientes bien Querida?- Dijo Sunflower, claro que no lo voy a estar con que me acabas de terminar y que tu hija me tire todas esas indirectas sin siquiera saberlo.
-Si… ¿Podrías prestarme tu ducha? Estoy sucia y necesito calmar los nervios.-
-Claro, es más, mejor tómate un baño relajante, siéntete como en casa.- Claro, porque ya no tengo hogar.
-Uno me vendría muy bien. He tenido un día como para morirse…
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Ahh… Esto si es vida, realmente necesitaba un baño, luego de estar sucia de tu propio vómito y sangre de otros ponis, otra vez recordando, olvidar.

Olvidar.

Primero, vives en la miseria misma escapando de la guardia por algo que ni siquiera hiciste, y de pronto de la nada, estás tomando un baño de espuma con… La señora patita y su hermanita. Es como escapar de tu vida pasada, aunque fuera por solo un momento. En ese momento miré mi pata izquierda… O lo que queda de ella. Bueno, al menos mi prótesis es totalmente a prueba de agua, ¡Eso ya es un punto a favor!. El vapor estaba por todos lados, apenas podía mirarme mis pezuñas, tomé un poco de la espuma rosa y me la puse por todo el rostro, parecía un viejo decrépito, je. Me dejé ganar por la comodidad del baño, la tina era bastante grande debo admitir. Aunque deberían recoger las cosas que caen dentro de ella… Espera. Esto no es un shampoo, no es una esponja o algo por el estilo… Seguí tocando esta cosa, parece que sigue, apenas puedo e con todo este vapor y mucho menos con esta espuma…
Un momento… No es un Shampoo, no es una esponja…
Es una pata. Santa diosa.
-Veo que disfrutas tocando cosas, ¿Eh, Zio?- Su voz me puso roja, mucho más con ese tono seductor… Y el hecho de que esté dentro de una tina... conmigo.
Ay no, sabía que ella era una pervertida, ¡Pero jamás supe que lo fuera tanto!
-¿S-Sunflower? Pero yo creí que tú ya n- Ella puso su pata trasera en mis labios, ¡Diablos, que es lo que pretendes hacer!
-Shh… No hay de qué preocuparnos, Flora ya se fue a dormir, tenemos este momento para aprovechar de volver a vivir esos dulces momentos que estoy segura que tu realmente anhelas, no puedo soportar un solo momento sin tener un buen rato contigo después de todos estos años. Te amo Zio…
-Ab-blad, ahh…- Vamos, deja de babosear y di algo racional y coherente, romántico si es que sabes lo que es. Ella lentamente se acercó a mí, nuestras miradas se encontraros en medio de la espuma rosa con olor a algodón de azúcar, sus ojos rojo intenso me tenían prisionera, no me dejaban mirar a ningún otro lado, pero yo solo quiero ver sus ojos, esos dulces, ricos… Tentadores…
En ese momento supe lo que ella quería realmente. Santa diosa, si estás viendo esto, por favor perdóname, ¡Pero yo también quiero un bocado de ella!
Rápidamente, me acerqué a ella y la besé en sus seductores labios, volviendo a sentir ese maravilloso placer. Ella realmente sabía besar, ella si tenía años de experiencia en esto, mientras que yo solo era una principiante con un mínimo de conocimiento a lo que se refiere complacer a otra yegua. Sunflower rompió el beso, pasaba su lengua por mi cuello, de una forma tan… Placentera, ¡Por el puto cuerno de las hermanas, esto me encanta!
-No te detengas… Por favor- Cerré los ojos, no quiero que termine nunca este momento. Luego de tantos años sin haber tenido alguna muestra de afecto como esta, puedo volver a sentir ese sentimiento perdido que solo esta misma yegua me pudo dar…

Amor.

Sunflower siguió bajando con su lengua osadamente hasta mi pecho, su loca lengua no dejaba ningún lugar sin satisfacer, ella siguió y, siguió. De ponto ella se detuvo. ¿Ahora? Pero yo estaba a punto de tocar- ¡Ey, hola preciosa! Abrí los ojos, ella no estaba frente a mí, pero… ¿!Ahora bajo el agua!? Esta ye-¡Eh!-gua ¡Ah! Veces es t-Ah-an ingenios-Ah! Ella sacó su cabeza fuera del agua por aire, se veía tan sexy con su crin mojada. La unicornio celeste me miró pervertidamente, Diablos, esa sonrisa me perturba, ¡Pero a la vez me encanta!
-Creo que no va a servir mucho si seguimos así…
-No es muy eficiente ir por aire cada quince segundos.- Afirmé, aunque ella sí que tiene el toque especial.
-Mejor al estilo tradicional, levántate y prepárate para disfrutar los mejores momentos de tu vida.- ¡Oh sí! Y así fue. Me levanté y senté en el borde de la tina, ella me mirada desde abajo con sus radiantes ojos, me tomó de las patas traseras, y pasó una lenta, larga… Deliciosa, lamida por mi entrepierna. Si es que pudiera, me vendría aquí y ahora mismo, no podré soportar mucho más. Sunflower daba lamidas tras lamidas, cada vez más profundas, ya no podía dejar de gemir, esto es mucho mejor que esas solitarias noches, la sangre se me calentaba, me estoy volviendo loca cada vez más con sus fabulosas lamidas, creo que incluso… Ay no. Cerré mis ojos y creo que en ese momento, di el orgasmo más largo de mi vida, para luego liberar todo ese amor contenido por años. La pony Celeste seguía con su labor, feliz y excitada al igual que yo, bebiendo mis fluidos de la pasión, limpiándome toda mis partecitas, verla haciéndome estos placeres, la hacía ver incluso tierna (Sin mencionar increíblemente ardiente). Era demasiada pasión por hoy, perdí todas mis fuerzas y me dejé caer dentro del agua y la espuma rosa, todas esas tensiones y preocupaciones, desaparecidas de una sola vez…
Sunflower me abrazó y me besó una vez más, sus seductores besos con lengua siempre fueron mis favoritos… Yo jugaba con su lengua, al igual que ella con la mía, como si ambas estuvieran bailando una danza de cortejo, y su saliva… Yo no merezco esto, pero tampoco quiero que pare…
Ella pronto detuvo el beso, ella también se puso a como estaba antes, ella se abrió de piernas y se tocaba, gimiendo tiernamente. Ahí fue el momento cuando mi cara se puso tan roja como un tomate.
-Zio… Hazme tuya hoy.- Que las Hermanas e vuelvan polvo por lo que voy a hacer. Tenía en frente de mí, un ejemplar único de la entrepierna de una unicornio, estaba húmeda, y créeme que no era por el agua… Tomé sus piernas y me pasé mi lengua por entre mis labios, ya casi puedo saborear a esa suculenta yegua. Lentamente, rocé mi lengua para arriba y abajo, ella cerro sus ojos y gemía, mordiéndose los labios, sabía que eso era buena señal. ¡No puedo creer que realmente pueda complacerla! Sus partes sabían raro, pero era rico, sabía cómo a saliva, pero más dulce, creo que incluso podía encontrarle un pequeño sabor a zanahorias, ¡Eso lo hace mucho mejor!
Tal como saboreaba, metí mi lengua dentro de ella, lo más profundo posible, Sunflower estaba toda sonrojada y respiraba muy agitadamente, dentro el sabor era mucho más fuerte y estaba toda mojada por dentro, usaba mi lengua como jamás alguna vez lo hubiera hecho, ella finalmente dio un gemido (¡Que mierda, eso sonó más como un chillido, y era jodidamente tierno!), y ella se vino… Directamente en mi boca. Todos sus fluidos los pude saborear, y eran como comer de las frutas más ricas y jugosas de Equestria, y ese aroma tan agradable y delicioso, que era como si te dijera: “Este flanco es tuyo”.
Estoy enamorada.
-Zio…- Dijo ella, tratando de recuperar el aliento.-… Te amo.- Esa frase, fue la causante de mi euforia en ese momento. Mi pony interior gritaba de alegría, saltando de un lado a otro.
-Yo tambien… Yo tambien.- Me levanté del agua y la abracé con todo mi amor, que tenía guardado para ese alguien especial.
¡El mejor baño de la historia!
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Auch… toda esa pasión me va a dejar adoloridas mis patas por días. Ya estaba en mi dormitorio temporal, dejé mi uniforme dentro de mis bolsones, tomé la manzana y dejé la pistola junto al casco. Sabía que tarde o temprano voy a tener que decirles la verdad a ellas, e irme lejos de esta ciudad, y si es que pueda, fuera de este jodido planeta. Pero en fin, por ahora tengo que descansar, le di un mordisco a mi manzana *Nom* mientras estaba sentada en la cama, era mucho más cómoda que la de mi viejo hogar.
Me he puesto a pensar, sobre toda mi vida. Soy huérfana y jamás pude conocer a mis padres biológicos, no recuerdo sus caras, ni siquiera el color de sus pelajes. Ahí es cuando llega mi hermano, bueno, biológicamente no lo es, simplemente convivimos juntos desde que tengo memoria. Él siempre fue como un hermano mayor para mí, el me cuidó y enseñó a como pedir Crebits y comida. Años después, cuando cumplí quince, fue cuando conocí a Sunflower. Ella hizo un gran cambio en mi vida; Ella me enseñó que el amor no solo puede estar en los sementales.
A los dieciséis, fue mi accidente. Miré mi prótesis una vez más, aún lo recuerdo como si fuera ayer, es sorprendente que haya sobrevivido a ello.
Pero ya basta de clases de historia. Le di un último mordisco a la manzana, una vez ya acabada, la arrojé a la basura. Me levanté de la cama y me senté frente a ella. Solo sé que esta nueva vida no va a ser difícil… ¿Quién sabe qué consecuencias saque de todo este malentendido? Solo el tiempo sabe. Por ahora, solo tengo de mi lado a Sunflower, Flora… Y mi Fe.

Mi Fe en la Diosa.

Me arrodillé frente a la cama y comencé a rezar las sagradas palabras:
Diosa sagrada, que vigilas desde tu trono
Guardiana del conocimiento y las estrellas
Tu palabra es inmutable, cuando tu belleza desvela
Y protege a las almas en pena
De los que abusan de ellas con sus riquezas
Dentro de esta Ilusión Utópica…