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LEE HYEON
NARRACIÓN | Una vez que Hyeon puso un pie sobre Anemoi, su objetivo fue claro: nada de amistades, nada de recorridos, nada que implicase una pérdida de tiempo en cuanto a los objetivos que claramente se había planteado. Una vez que obtuvo a Asair, su Litten, se dedicó a darle la confianza que éste necesitaba, especialmente, para dar su máximo potencial: la idea egoísta de la entrenadora poco a poco iría ablandándose con el tiempo, pero de momento, manteía firme su intención de sólo volverse más y más fuerte, al precio que fuese.

Avanzando por la primera ruta de Anemoi mientras Asair caminaba a su lado, el pelaje de la espalda del joven Litten se erizó mostrando nerviosismo y alerta, y sus orejas aplastadas contra el casco un claro mensaje de peligro que Hyeon no tardó en leer. Atentos a su alrededor, un Poochyena salvaje, tranquilo pero salvaje aún así, se asomó de entre los arbustos. La joven iba a ser clara y dar órdenes de ataque a su compañero, pero antes de que abriese la boca, el Litten ya estaba posicionado frente a ésta listo para defenderla. ¿Por qué lo haces? Pensó la chica, quien no podía entender la razón por la cual, aún a pesar de conocerse desde hace algunos días, aquel pokémon la protegía. Aún le costaba entender que podían existir vínculos entre humanos y pokémones más allá de ciertos objetivos como los que ella tenía en mente, pero ese pequeño gesto de parte de Asair probablemente marcaría un antes y un después de ahí en más. Pero se necesitarían varias más antes de que Hyeon cambiase su conducta.

Asair saltó encima del Poochyena salvaje, y ambos combatieron defendiendo lo suyo: el primero a su entrenadora, el segundo, su libertad. Su enemistad basada en su especie marcó poderosamente el enfrentamiento, que entre zarpazos y mordidas, terminó con ambos debilitados pero con un claro ganador: Asair. Lee Hyeon no tardó en extender una de las pokeballs que traía consigo para capturar al Poochyena, que si bien no era demasiado fuerte en una primera instancia, tenía ese algo que, sabía, tendría potencial en un futuro. Después de todo, ya era demasiado anticuado tener sólo pokémones de un tipo dentro de un gimnasio, pensó, haciendo alución a su meta de volverse la líder del gimnasio de fuego de la región de Hoenn.

Un par de tintineos dio la pokeball una vez que cayó al suelo en captura del Poochyena, y aunque Asair parecía dispuesto a seguir la batalla, Hyeon estaba segura de que el pokémon salvaje no daría más pelea. Y así fue.

Se acercó a la pokeball en el suelo y la tomó con una de sus manos, quedándose hincada mientras observaba de lado a lado el objeto que en su interior contenía su nuevo compañero. Entrecerró los ojos tras una mueca labial meditabunda, y tras suspirar, miró a Asair por sobre su hombro, quien lamía su pelaje sanando naturalmente sus pequeñas heridas.

- Has hecho bien, Asair. Eres más interesante de lo que esperaba - Admitió la entrenadora, volviendo la vista hacia la pokeball que sostenía- Pero ahora tendrás que acostumbrarte a no estar solo, porque Heulen comenzará a caminar con nosotros. -

DATOS DE CAPTURA
| Heulen | Poochyena | |

| Habilidad: Pies Rápidos
| Naturaleza: Firme
| Nivel: 3
| EXP: 40 EXP
| Ataques: Placaje
ARTWORK, CONTENT & CHARACTER (c) Nabaiki

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LEE HYEON
NARRACIÓN | Una vez que Hyeon puso un pie sobre Anemoi, su objetivo fue claro: nada de amistades, nada de recorridos, nada que implicase una pérdida de tiempo en cuanto a los objetivos que claramente se había planteado. Una vez que obtuvo a Asair, su Litten, se dedicó a darle la confianza que éste necesitaba, especialmente, para dar su máximo potencial: la idea egoísta de la entrenadora poco a poco iría ablandándose con el tiempo, pero de momento, manteía firme su intención de sólo volverse más y más fuerte, al precio que fuese.

Avanzando por la primera ruta de Anemoi mientras Asair caminaba a su lado, el pelaje de la espalda del joven Litten se erizó mostrando nerviosismo y alerta, y sus orejas aplastadas contra el casco un claro mensaje de peligro que Hyeon no tardó en leer. Atentos a su alrededor, un Poochyena salvaje, tranquilo pero salvaje aún así, se asomó de entre los arbustos. La joven iba a ser clara y dar órdenes de ataque a su compañero, pero antes de que abriese la boca, el Litten ya estaba posicionado frente a ésta listo para defenderla. ¿Por qué lo haces? Pensó la chica, quien no podía entender la razón por la cual, aún a pesar de conocerse desde hace algunos días, aquel pokémon la protegía. Aún le costaba entender que podían existir vínculos entre humanos y pokémones más allá de ciertos objetivos como los que ella tenía en mente, pero ese pequeño gesto de parte de Asair probablemente marcaría un antes y un después de ahí en más. Pero se necesitarían varias más antes de que Hyeon cambiase su conducta.

Asair saltó encima del Poochyena salvaje, y ambos combatieron defendiendo lo suyo: el primero a su entrenadora, el segundo, su libertad. Su enemistad basada en su especie marcó poderosamente el enfrentamiento, que entre zarpazos y mordidas, terminó con ambos debilitados pero con un claro ganador: Asair. Lee Hyeon no tardó en extender una de las pokeballs que traía consigo para capturar al Poochyena, que si bien no era demasiado fuerte en una primera instancia, tenía ese algo que, sabía, tendría potencial en un futuro. Después de todo, ya era demasiado anticuado tener sólo pokémones de un tipo dentro de un gimnasio, pensó, haciendo alución a su meta de volverse la líder del gimnasio de fuego de la región de Hoenn.

Un par de tintineos dio la pokeball una vez que cayó al suelo en captura del Poochyena, y aunque Asair parecía dispuesto a seguir la batalla, Hyeon estaba segura de que el pokémon salvaje no daría más pelea. Y así fue.

Se acercó a la pokeball en el suelo y la tomó con una de sus manos, quedándose hincada mientras observaba de lado a lado el objeto que en su interior contenía su nuevo compañero. Entrecerró los ojos tras una mueca labial meditabunda, y tras suspirar, miró a Asair por sobre su hombro, quien lamía su pelaje sanando naturalmente sus pequeñas heridas.

- Has hecho bien, Asair. Eres más interesante de lo que esperaba - Admitió la entrenadora, volviendo la vista hacia la pokeball que sostenía- Pero ahora tendrás que acostumbrarte a no estar solo, porque Heulen comenzará a caminar con nosotros. -

DATOS DE CAPTURA
| Heulen | Poochyena | |

| Habilidad: Pies Rápidos
| Naturaleza: Firme
| Nivel: 3
| EXP: 40 EXP
| Ataques: Placaje
ARTWORK, CONTENT & CHARACTER (c) Nabaiki