Description
Buenas noches, amigos, espero estén pasando una excelente semana.
Hoy les comparto mi tercera ilustración de la serie de dioses y criaturas fantásticas inspiradas en las culturas prehispánicas que habitaron México.
En esta ocasión el turno corresponde a Mictlantecuhtli, dios del Mictlán, el inframundo azteca.
Y sobre él dejo un fragmento de una leyenda en la que es partícipe, extraída del libro de Walter Krickeberg, Mitos y leyendas de los Aztecas, Incas, Mayas y Muiscas, y que cito textualmente(lo digo por las posibles confusiones que pueda generar el leerlo):
Después de haber levantado el cielo, se consultaron los dioses y dijeron: "¿El cielo se ha construido, pero quiénes, oh dioses, habitarán la tierra?". Se ocuparon en el negocio; luego fue Quetzalcóatl al inframundo; Llegó al señor y a la señora del del reino de los muertos y dijo: "He venido por los huesos preciosos que tú guardas". Aquel contesto: "¿Qué harás tú con ellos, Quetzalcóatl?". Otra vez dijo éste: "Los dioses tratan de hacer con ellos quien habite sobre la tierra". De nuevo dijo el dios de los muertos: "Sea en buena hora. Toca mi caracol y lleva el hueso cuatro veces alrededor de mi asiento de piedras preciosas". Pero él no usó el caracol del dios de la muerte: Quetzalcóatl llamó a los gusanos, que le hicieron agujeros en el hueso, e inmediatamente entraron allí las abejas grandes y las montesas, que lo tocaron, y lo oyó el dios de los muertos. Otra vez éste dijo: "Está bien, tómalos". Después el dios de la muerte se arrepintió y dijo a sus mensajeros, los moradores del inframundo: "Id a decirle, dioses, que ha de venir a dejarlos". Pero Quetzalcóatl respondió: "No, me los llevo para siempre". Y dijo a su nagual: "Anda a decirle que vendré a dejarlos", y Quetzalcóatl vino a decir a gritos: "Vendré a dejarlos".
Pronto subió Quetzalcóatl a la tierra. Luego que cogió los huesos preciosos, estaban juntos en un lado los huesos de varón, y también juntos, de otro lado, los huesos de mujer. Tan pronto como los tomó, Quetzalcóatl hizo de ellos un lío, que se trajo. Otra vez les dijo el dios de los muertos a sus mensajeros: "¡Dioses! Deveras se llevó Quetzalcoatl los huesos preciosos. ¡Dioses! Id a hacer un hoyo en su camino". Ellos fueron a hacerlo, y por caerse en el hoyo, se golpeó y espantaron las codornices; cayó desmayado y esparció por el suelo los huesos preciosos, que luego mordieron y royeron las codornices. A poco y volvió en sí Quetzalcoatl, y lloró y dijo a su Nagual: "¿Cómo será esto, nagual mío?" El cuál dijo: "¡Cómo ha de ser! Que se echó a perder el negocio". Luego los recogió, los junto e hizo un lío, que inmediatamente llevó a Tamoanchan. Después que los hizo llegar, los molió la diosa Cihuacóatl-Quilaztli, que a continuación los echó a una vasija preciosa. Sobre él se sangróQuetzalcóatl su miembro; y enseguida hicieron penitencia todos los dioses. Se dice, que después nacieron los hombres, puesto que los dioses habían hecho el sacrificio de su sangre sobre ellos.
Espero que les haya gustado y se animen a leer tal vez el libro completo para conocer más sobre nuestra cultura. Saludos y que la sigan pasando muy bien.