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Description
Nombre: Asriel.
Pokémon: Silvally.
Tipo: Fuego (el que más usa).
Género: Masculino. (Es legendario pero le pongo género porque quiero y punto(?).)
Orientación: Bisexual.
Altura: 2'6.
Peso: 101'1 Kg.

Habilidad: Sistema Alfa.

Ataques:
- Multiataque.
- Lanzallamas.
- Triataque.
- Garra dragón.

Personalidad:

Responsable.
Cortés.
Seductor.
Cariñoso.

Tranquilo hasta ciertos límites.
Atento.
Valiente.
Luchador.

Explosivo.
Sobreprotector.
Terco.
Orgulloso.

Historia:
-Desde un principio, Código Cero fue un pokémon quimera, creado por el ser humano en el mundo pokémon. Jugaban a ser dios para crear un nuevo tipo de pokémon, capaz de combatir a los Ultraentes y pokémon mitológicos. Al ver que eran superior a sus fuerzas, lo contuvieron con una máscara que le cubre toda su cabeza, con unos ornamentos parecidos a los de Arceus. Es un pokémon capaz de adaptarse en cualquier lugar y combate. Su máscara era precisamente para contener la fuerza que aquel pokémon podía tener.

Asriel era uno de esos pokémon. Enmascarado en sus primeros meses le fue realmente costoso y difícil, le sometían a pruebas por el simple hecho de ver hasta dónde podía llegar aquel pokémon, pero lo único que hacían era entorpecer su “rehabilitación”; puesto que el peso de la máscara hacía de sus movimientos, más lentos. Llegaba a tropezarse incluso, a pesar de eso, era un pokémon realmente “sumiso” hasta cierto alcance. Se pensaba que era el único Código Cero hasta descubrir que parte de la fundación Aether decía de crear más de estos, puesto que así podrían manipularlos y llegar a ser superiores ante otros, tanto entrenadores como legendarios, y ultraentes.

Uno de ellos había salido con un entrenador, ¿Gladio? No se acordaba del nombre, pero fue un afortunado aquel pokémon. Los otros quedaron encerrados en celdas como si salvajes fueran. Podrían serlo, tal vez porque nunca han visto el mundo exterior, ansiaban ver en dónde vivían, cómo vivir por su cuenta, pisar el suelo y no aquellas láminas de metal en toda la fundación. Sus patas siempre al chocar con el piso sonaban, así uno no podría escapar sin que se enteraran, a parte de las cámaras de seguridad.

Así pasó unos meses, hasta ver que algunos Códigos Ceros comenzaron a largarse, extrañado, no entendía el por qué de la situación. El pobre quedó atrapado en aquella celda con otros, mientras la otra mitad escaparon por un incidente con los ultraentes en el laboratorio. En ese momento, las personas no estaban en el laboratorio, y los pokémon ahí estaban sufriendo por salir. Zarpazos daban contra la puerta, otros golpeaban con Cabeza de Hierro. Aquel infortunio le daba quebraderos de cabeza a Asriel. Tanto que también hasta que se quedó sin fuerzas, cayó tumbado en aquella celda.

Al abrir sus ojos todas las celdas estaban abiertas, una entrenadora pokémon estaba esperando a que aquel pokémon se recomponga. Asriel estaba confundido, sobre todo, porque no veía a esa persona con bata blanca. Aquella chica obtuvo a Asriel por un tiempo, entrenando con él en su transcurso de la aventura. Capturaban ultraentes mientras Asriel comenzaba a equilibrarse con el peso de su cabeza y a moverse mejor. Además, siempre se paraban a descansar a comer pokehabas con el equipo pokémon de aquella entrenadora, compuesto por una Mimikyu (Kyoko), una Salazzle (Odette), Una Kommo-O (Samara), una Toucannon (Naery) y una Primarina (Kysseyla). Lo mejor de todo fue que Asriel se sentía bien en aquel grupo de pokémon, lo tenían como alguien de la familia. Cuando lo ponía a descansar, iba al poke-resort a las aguas termales.

La amistad que forjó con la entrenadora y el vínculo durante tantos meses, fue suficiente para que una de aquellas veces en pleno combate, rompió su máscara y se vio lo que realmente era ahora, un silvally. Su evolución no evitó que tuviese aquellas heridas en su cola, como las demás estaban en la máscara, no tenía nada en su cabeza, pero la cola era donde más daño tenía cuando entrenaba y sufría con las veces que tenía que llevar objetos a rastras, a parte de otros entrenamientos que eran de “corre o te dañas”. Incluso después de su evolución, su actitud cambió con la misma. Al acabar con esa pelea, fueron a ver a Gladio y les entregó unos discos que, con la habilidad de Sistema Alfa, podría cambiar de tipo para su beneficio propio. Asriel mismamente se decantó más por el de fuego, enseñándolo con el hocico para después tener ese aspecto rojizo en la cola, como en su cabeza y ojos.

El tiempo pasaba, pero, Asriel ya era fuerte, todo un pokémon valeroso que podía cuidarse solo. A veces miraba cuando estaba fuera de su pokeball demás lugares, y la entrenadora decidió hacer algo, lo dejaba libre, lo liberó de su pokeball, pero solamente si necesitaba ayuda, acudiría a él. Asriel asintió con la misma, sabía que lo hacía porque tenía más afán que ella por descubrir los secretos de Alola, entonces desapareciendo de donde se encontraba su entrenadora y así ir a la aventura pokémon. Se llevó de recuerdo por parte de la chica un reproductor de música solar, así siempre podría escuchar música cuando quisiera, a parte que le gustaba el accesorio, dejándolo en su cuello.

Extras:
- No suele quitarse su reproductor.
- Adora que le acaricien por debajo de su cabeza, es algo que le sienta bien.
- Desde que anda solo, hecha de menos un poco la compañía y las pokehabas también (?).
- Odia sus heridas, le recuerdan aquel sufrimiento a horrores que obtuvo por culpa de la fundación Aether, la anterior, ya que ahora sí es una reserva hecha y derecha.
- El Disco que más usa es el de fuego, también suele utilizar el Hada, Hielo, Siniestro.
- Le encanta la lluvia, cuando está lloviendo se pone a saltar los charcos, si está solo o con alguien de mucha confianza.
- Le gusta entrenarse por sí solo.
- Las aguas Termales le tranquilizan, suele descansar unos minutos y luego echarse una siesta debajo de los grandes árboles de Alola.
- A veces se pone a espiar a los entrenadores, para después pelear con los pokémon que tenga.
-Tiene una buena amistad con el equipo pokémon de la entrenadora, sobre todo con Odette (por ser de fuego, le apasiona).
- Hace fogatas en la noche mientras se pone el altavoz, para quedarse dormido con este puesto.

Y AMO A ESTE SER CON TODA MI ALMA OK BAI -c va-

Description
Nombre: Asriel.
Pokémon: Silvally.
Tipo: Fuego (el que más usa).
Género: Masculino. (Es legendario pero le pongo género porque quiero y punto(?).)
Orientación: Bisexual.
Altura: 2'6.
Peso: 101'1 Kg.

Habilidad: Sistema Alfa.

Ataques:
- Multiataque.
- Lanzallamas.
- Triataque.
- Garra dragón.

Personalidad:

Responsable.
Cortés.
Seductor.
Cariñoso.

Tranquilo hasta ciertos límites.
Atento.
Valiente.
Luchador.

Explosivo.
Sobreprotector.
Terco.
Orgulloso.

Historia:
-Desde un principio, Código Cero fue un pokémon quimera, creado por el ser humano en el mundo pokémon. Jugaban a ser dios para crear un nuevo tipo de pokémon, capaz de combatir a los Ultraentes y pokémon mitológicos. Al ver que eran superior a sus fuerzas, lo contuvieron con una máscara que le cubre toda su cabeza, con unos ornamentos parecidos a los de Arceus. Es un pokémon capaz de adaptarse en cualquier lugar y combate. Su máscara era precisamente para contener la fuerza que aquel pokémon podía tener.

Asriel era uno de esos pokémon. Enmascarado en sus primeros meses le fue realmente costoso y difícil, le sometían a pruebas por el simple hecho de ver hasta dónde podía llegar aquel pokémon, pero lo único que hacían era entorpecer su “rehabilitación”; puesto que el peso de la máscara hacía de sus movimientos, más lentos. Llegaba a tropezarse incluso, a pesar de eso, era un pokémon realmente “sumiso” hasta cierto alcance. Se pensaba que era el único Código Cero hasta descubrir que parte de la fundación Aether decía de crear más de estos, puesto que así podrían manipularlos y llegar a ser superiores ante otros, tanto entrenadores como legendarios, y ultraentes.

Uno de ellos había salido con un entrenador, ¿Gladio? No se acordaba del nombre, pero fue un afortunado aquel pokémon. Los otros quedaron encerrados en celdas como si salvajes fueran. Podrían serlo, tal vez porque nunca han visto el mundo exterior, ansiaban ver en dónde vivían, cómo vivir por su cuenta, pisar el suelo y no aquellas láminas de metal en toda la fundación. Sus patas siempre al chocar con el piso sonaban, así uno no podría escapar sin que se enteraran, a parte de las cámaras de seguridad.

Así pasó unos meses, hasta ver que algunos Códigos Ceros comenzaron a largarse, extrañado, no entendía el por qué de la situación. El pobre quedó atrapado en aquella celda con otros, mientras la otra mitad escaparon por un incidente con los ultraentes en el laboratorio. En ese momento, las personas no estaban en el laboratorio, y los pokémon ahí estaban sufriendo por salir. Zarpazos daban contra la puerta, otros golpeaban con Cabeza de Hierro. Aquel infortunio le daba quebraderos de cabeza a Asriel. Tanto que también hasta que se quedó sin fuerzas, cayó tumbado en aquella celda.

Al abrir sus ojos todas las celdas estaban abiertas, una entrenadora pokémon estaba esperando a que aquel pokémon se recomponga. Asriel estaba confundido, sobre todo, porque no veía a esa persona con bata blanca. Aquella chica obtuvo a Asriel por un tiempo, entrenando con él en su transcurso de la aventura. Capturaban ultraentes mientras Asriel comenzaba a equilibrarse con el peso de su cabeza y a moverse mejor. Además, siempre se paraban a descansar a comer pokehabas con el equipo pokémon de aquella entrenadora, compuesto por una Mimikyu (Kyoko), una Salazzle (Odette), Una Kommo-O (Samara), una Toucannon (Naery) y una Primarina (Kysseyla). Lo mejor de todo fue que Asriel se sentía bien en aquel grupo de pokémon, lo tenían como alguien de la familia. Cuando lo ponía a descansar, iba al poke-resort a las aguas termales.

La amistad que forjó con la entrenadora y el vínculo durante tantos meses, fue suficiente para que una de aquellas veces en pleno combate, rompió su máscara y se vio lo que realmente era ahora, un silvally. Su evolución no evitó que tuviese aquellas heridas en su cola, como las demás estaban en la máscara, no tenía nada en su cabeza, pero la cola era donde más daño tenía cuando entrenaba y sufría con las veces que tenía que llevar objetos a rastras, a parte de otros entrenamientos que eran de “corre o te dañas”. Incluso después de su evolución, su actitud cambió con la misma. Al acabar con esa pelea, fueron a ver a Gladio y les entregó unos discos que, con la habilidad de Sistema Alfa, podría cambiar de tipo para su beneficio propio. Asriel mismamente se decantó más por el de fuego, enseñándolo con el hocico para después tener ese aspecto rojizo en la cola, como en su cabeza y ojos.

El tiempo pasaba, pero, Asriel ya era fuerte, todo un pokémon valeroso que podía cuidarse solo. A veces miraba cuando estaba fuera de su pokeball demás lugares, y la entrenadora decidió hacer algo, lo dejaba libre, lo liberó de su pokeball, pero solamente si necesitaba ayuda, acudiría a él. Asriel asintió con la misma, sabía que lo hacía porque tenía más afán que ella por descubrir los secretos de Alola, entonces desapareciendo de donde se encontraba su entrenadora y así ir a la aventura pokémon. Se llevó de recuerdo por parte de la chica un reproductor de música solar, así siempre podría escuchar música cuando quisiera, a parte que le gustaba el accesorio, dejándolo en su cuello.

Extras:
- No suele quitarse su reproductor.
- Adora que le acaricien por debajo de su cabeza, es algo que le sienta bien.
- Desde que anda solo, hecha de menos un poco la compañía y las pokehabas también (?).
- Odia sus heridas, le recuerdan aquel sufrimiento a horrores que obtuvo por culpa de la fundación Aether, la anterior, ya que ahora sí es una reserva hecha y derecha.
- El Disco que más usa es el de fuego, también suele utilizar el Hada, Hielo, Siniestro.
- Le encanta la lluvia, cuando está lloviendo se pone a saltar los charcos, si está solo o con alguien de mucha confianza.
- Le gusta entrenarse por sí solo.
- Las aguas Termales le tranquilizan, suele descansar unos minutos y luego echarse una siesta debajo de los grandes árboles de Alola.
- A veces se pone a espiar a los entrenadores, para después pelear con los pokémon que tenga.
-Tiene una buena amistad con el equipo pokémon de la entrenadora, sobre todo con Odette (por ser de fuego, le apasiona).
- Hace fogatas en la noche mientras se pone el altavoz, para quedarse dormido con este puesto.

Y AMO A ESTE SER CON TODA MI ALMA OK BAI -c va-