HOME | DD

Description
Pasiones

¿Cómo podría describir este beso?, tal vez rápido, furioso y apasionante, pero eso ya seria demasiado poco.
La castaña podía sentir como la yema de sus dedos recorría lenta y exquisitamente su espalda aun cubierta por sus prendas.
¿Acaso esta bien lo que hacían? Pero ¿Acaso importaba? Ambos habían llegado a su limite y bien sabia que no podrían detenerse ya.
Sus labios aun seguían pegados los unos a otros y al parecer el pelirrojo no aguanto más y a los pocos segundos su lengua también se encontraba participando en aquel, lamiendo y relamiendo cada  parte inexplorada de la cavidad de su amada, a lo que esta respondió un tanto tímida y cohibida; sin embargo pronto reacciono y se alejo un poco.

— Y-yara-kun…—Sin embargo el mayor hizo caso omiso a lo dicho y fue a por su cuello, el cual mordía levemente para no causarle dolor —. P-por favor…espera, ¿Qué tal si alguien nos descubre?

— Lo se, lo se… —Musito este dándole un pequeño descanso a la jovencita, antes de acercarse a una de sus orejas y susurrarle provocativa e inquietantemente —, aunque sea déjame tenerte esta noche….

— Yar… —No pudo si quiera terminar su frase ya que nuevamente el mayor se adueño de los labios de esta, para luego mirarla fijamente, riendo con levedad al notar el bello tono sonrosado que habían tomado sus mejillas.

— Estás completamente roja… —Señalo divertido antes de acariciar una de sus mejillas suavemente, cosa que hizo sonrojar aun mas a la muchacha.

— Ur… —Ese comentario la hizo ponerse aun más nerviosa todavía, por lo que simplemente le dio la espalda y cubrió su rostro el cual estaba realmente rojo con ambas manos.

— Tranquila… —Dijo mientras rodeaba su cintura con ambos brazos y la apegaba a su cuerpo, hasta el punto de sentir el calor del otro —, si no quieres no te obligare a nada.

— No…no es eso es que…yo —La chica miro al suelo un tanto avergonzada —. Nunca lo eh hecho…y…y ¿Qué tal si no te gusta?

— ¿Cómo podría no gustarme? —Y dicho esto, el demonio fue poco a poco  bajando la cremallera del vestido que aun cubría el cuerpo de la muchacha.

La pobre chica no sabía como reaccionar, tantas emociones mezcladas la dejaban sin uso de razón, nerviosismo, inquietud; curiosidad por descubrir todo aquello que jamás había sentido y que en este momento el chico de sus sueños la iba a ayudar a explorar...

                      .                        .                      .

Esa noche fue que se entregaron el uno al otro. Con sus cuerpos exaltados y calientes; quejidos y gimoteos que ninguno de los dos podía contener. Suaves y deliciosas caricias, tiernos y acogedores abrazos…
Ahora ya no eran dos personas, eran un mismo cuerpo con un solo corazón y el mismo pálpito.

Description
Pasiones

¿Cómo podría describir este beso?, tal vez rápido, furioso y apasionante, pero eso ya seria demasiado poco.
La castaña podía sentir como la yema de sus dedos recorría lenta y exquisitamente su espalda aun cubierta por sus prendas.
¿Acaso esta bien lo que hacían? Pero ¿Acaso importaba? Ambos habían llegado a su limite y bien sabia que no podrían detenerse ya.
Sus labios aun seguían pegados los unos a otros y al parecer el pelirrojo no aguanto más y a los pocos segundos su lengua también se encontraba participando en aquel, lamiendo y relamiendo cada  parte inexplorada de la cavidad de su amada, a lo que esta respondió un tanto tímida y cohibida; sin embargo pronto reacciono y se alejo un poco.

— Y-yara-kun…—Sin embargo el mayor hizo caso omiso a lo dicho y fue a por su cuello, el cual mordía levemente para no causarle dolor —. P-por favor…espera, ¿Qué tal si alguien nos descubre?

— Lo se, lo se… —Musito este dándole un pequeño descanso a la jovencita, antes de acercarse a una de sus orejas y susurrarle provocativa e inquietantemente —, aunque sea déjame tenerte esta noche….

— Yar… —No pudo si quiera terminar su frase ya que nuevamente el mayor se adueño de los labios de esta, para luego mirarla fijamente, riendo con levedad al notar el bello tono sonrosado que habían tomado sus mejillas.

— Estás completamente roja… —Señalo divertido antes de acariciar una de sus mejillas suavemente, cosa que hizo sonrojar aun mas a la muchacha.

— Ur… —Ese comentario la hizo ponerse aun más nerviosa todavía, por lo que simplemente le dio la espalda y cubrió su rostro el cual estaba realmente rojo con ambas manos.

— Tranquila… —Dijo mientras rodeaba su cintura con ambos brazos y la apegaba a su cuerpo, hasta el punto de sentir el calor del otro —, si no quieres no te obligare a nada.

— No…no es eso es que…yo —La chica miro al suelo un tanto avergonzada —. Nunca lo eh hecho…y…y ¿Qué tal si no te gusta?

— ¿Cómo podría no gustarme? —Y dicho esto, el demonio fue poco a poco  bajando la cremallera del vestido que aun cubría el cuerpo de la muchacha.

La pobre chica no sabía como reaccionar, tantas emociones mezcladas la dejaban sin uso de razón, nerviosismo, inquietud; curiosidad por descubrir todo aquello que jamás había sentido y que en este momento el chico de sus sueños la iba a ayudar a explorar...

                      .                        .                      .

Esa noche fue que se entregaron el uno al otro. Con sus cuerpos exaltados y calientes; quejidos y gimoteos que ninguno de los dos podía contener. Suaves y deliciosas caricias, tiernos y acogedores abrazos…
Ahora ya no eran dos personas, eran un mismo cuerpo con un solo corazón y el mismo pálpito.