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Historia de amor de Isabela
Me levanté temprano, mi hermano ya se había levantado y estaba haciendo el desayuno. Nos dijimos buenos días con un abrazo. Me dio mi desayuno y me fui a terminarme ya que en unos pocos minutos llegaría el mejor amigo de mi hermano, que es el chico que me gusta. En eso tocan el timbre y mi hermano me dijo si podía atender por que se estaba terminando de cambiar para ir al cole. Abrí la puerta y ahí estaba él, con sus rulos bajo una gorra, nunca se la quitaba, sus ojos color marrón claro igual a los míos, alto y con un cuerpo bien definido.
_Hola bella_ dijo con su cabeza gacha, nunca me había acortado mi nombre eso me dijo que las cosas habían cambiado entre nosotros.
_ Hola agus_ dije un poco tímida.
_Querrías ir a mi casa en vez de ir al cole?
_ Eso me encantaría_ dije con una sonrisa en mi rostro._ Hernán me voy a la casa de Agustín nos vemos en casa cuando vuelva._ le dije avisándole que me iba.
_Ojo con lo que hacen, eres mi hermanita._ me dio un abrazo y me fui con Agustín.
Ya en la casa de Agustín me ofreció un vaso de agua al que me negué. Me dijo si quería ir al living y le dije que si. Vi una repisa llena de discos de pasta, le pregunté si podíamos poner uno y el accedió. Trajo el tocadiscos, elegí uno de lentos, ya que me encantaban, lo pusimos y Agustín me invitó a bailar. Me paré del sillón al que me había sentado, me tomó la mano y me la llevó hacia su cuello y el llevó sus manos a mi cintura. Yo, en mi caso, entrelace mis dedos en su nuca. Empezamos a bailar y en cuestión de segundos nuestra distancia se había hecho más estrecha, no dijimos nada, las palabras no eran necesarias. Él se fue acercando más y más a mi boca y yo a la de él hasta que nuestros labios hicieron contacto. Fue el beso más dulce y tierno que me dieron en mi vida. Cuando nos separamos nuestras frentes quedaron pegadas, y nuestras narices acariciándose.
_ Bella, he estado enamorado de ti desde que fui la primera vez a tu casa, no me he podido olvidar de ti, te juro que he salido con otras chicas pero siempre pienso en ti, no lo puedo evitar.
_A mi a pasado lo mismo desde que te vi.
_entonces quieres ser mi novia?
_obvio_ sonreí y lo besé otra vez.
Luego de varias horas Agustín me llevo a mi casa, nos despedimos y justo cuando nos estábamos besando, salió mi hermano diciendo:
_eh, perdón que interrumpa, pero Isabella _ solo me decía así cuando estaba nervioso con las situaciones_ tienes que ir adentro mañana tienes que ir al colegio.
Me despedí de Agustín y me fui a dormir. Ese fue mi mejor día, me puse de novia con el chico que me gusta y lo puse de los pelos a mi hermano al vernos besándonos con Agus en el pórtico de casa. Cuando me estaba por ir a dormir me llega un mensaje de Agustín.
“que descanse mi amor y que sueñes conmigo como yo contigo”. Cuando lo termine de leer me fui a dormir todo paso por ese disco de pasta, si no lo hubiera puesto no hubiera pasado nada de esto.

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Historia de amor de Isabela
Me levanté temprano, mi hermano ya se había levantado y estaba haciendo el desayuno. Nos dijimos buenos días con un abrazo. Me dio mi desayuno y me fui a terminarme ya que en unos pocos minutos llegaría el mejor amigo de mi hermano, que es el chico que me gusta. En eso tocan el timbre y mi hermano me dijo si podía atender por que se estaba terminando de cambiar para ir al cole. Abrí la puerta y ahí estaba él, con sus rulos bajo una gorra, nunca se la quitaba, sus ojos color marrón claro igual a los míos, alto y con un cuerpo bien definido.
_Hola bella_ dijo con su cabeza gacha, nunca me había acortado mi nombre eso me dijo que las cosas habían cambiado entre nosotros.
_ Hola agus_ dije un poco tímida.
_Querrías ir a mi casa en vez de ir al cole?
_ Eso me encantaría_ dije con una sonrisa en mi rostro._ Hernán me voy a la casa de Agustín nos vemos en casa cuando vuelva._ le dije avisándole que me iba.
_Ojo con lo que hacen, eres mi hermanita._ me dio un abrazo y me fui con Agustín.
Ya en la casa de Agustín me ofreció un vaso de agua al que me negué. Me dijo si quería ir al living y le dije que si. Vi una repisa llena de discos de pasta, le pregunté si podíamos poner uno y el accedió. Trajo el tocadiscos, elegí uno de lentos, ya que me encantaban, lo pusimos y Agustín me invitó a bailar. Me paré del sillón al que me había sentado, me tomó la mano y me la llevó hacia su cuello y el llevó sus manos a mi cintura. Yo, en mi caso, entrelace mis dedos en su nuca. Empezamos a bailar y en cuestión de segundos nuestra distancia se había hecho más estrecha, no dijimos nada, las palabras no eran necesarias. Él se fue acercando más y más a mi boca y yo a la de él hasta que nuestros labios hicieron contacto. Fue el beso más dulce y tierno que me dieron en mi vida. Cuando nos separamos nuestras frentes quedaron pegadas, y nuestras narices acariciándose.
_ Bella, he estado enamorado de ti desde que fui la primera vez a tu casa, no me he podido olvidar de ti, te juro que he salido con otras chicas pero siempre pienso en ti, no lo puedo evitar.
_A mi a pasado lo mismo desde que te vi.
_entonces quieres ser mi novia?
_obvio_ sonreí y lo besé otra vez.
Luego de varias horas Agustín me llevo a mi casa, nos despedimos y justo cuando nos estábamos besando, salió mi hermano diciendo:
_eh, perdón que interrumpa, pero Isabella _ solo me decía así cuando estaba nervioso con las situaciones_ tienes que ir adentro mañana tienes que ir al colegio.
Me despedí de Agustín y me fui a dormir. Ese fue mi mejor día, me puse de novia con el chico que me gusta y lo puse de los pelos a mi hermano al vernos besándonos con Agus en el pórtico de casa. Cuando me estaba por ir a dormir me llega un mensaje de Agustín.
“que descanse mi amor y que sueñes conmigo como yo contigo”. Cuando lo termine de leer me fui a dormir todo paso por ese disco de pasta, si no lo hubiera puesto no hubiera pasado nada de esto.