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Advertencia: Texto inecesariamente largo (?)

El mar estaba en calma y el sol brillaba alto en el inmenso azul, la cálida briza acariciaba el rostro de Megan cuando subió al barco. Se había despedido eufóricamente de sus padres para partir al que sería su primer viaje pokemon sola.. bueno, relativamente sola ya que iba acompañada de sus dos hermanos mayores Jack y Malcome; porqué, por extraño que parezca, a sus 18 años nunca se había separado del cuidado paternal; pero ahora, gracias a l poder de persuasión de mamá, su padre había aceptado al fin darles un poco de libertad con la condición de que llamarían todos los días y los mantendrían al tato del viaje –aunque la verdad él no esperaba que mantuvieran esa promesa- Así pues es fácil imaginar el entusiasmo de la chica.

Aunque bueno, cuando la radio hablo de un “Crucero” lo primero en que Megan pensó fueron las elegantes y cómodas vacaciones familiares, rodeada de lujos y atenciones; por lo que el barco –descrito por su hermano como un cuchitril, porque vamos, Jr. tenían que ser (¿)- dejaba mucho que desear ¡Ni siquiera tenía piscina!... y ya ni hablar de las inexistentes tiendas a bordo y el SPA. Suspiró resignada, después de todo su padre siempre dice que las dificultades forman el carácter y es en los peores momentos donde demuestras tu valía y ese para ella era el objetivo del viaje.

Al principio todo iba en calma, salvo por una pelea entre su hermano y un entrenador bastante patán llamado Kaín que tenía el lucario más lindo del mundo a los ojos de Megan. Y era ese pelaó al que buscaban –para recuperar la cartera de Malcom- cuando se desató el infierno…

La chica no alcanzaba a entender lo que pasaba. Su madre, una apasionada investigadora pokemon y su padre un maestro domadragones, le habían inculcado un profundo amor por los pokemon; estaba acostumbrada desde bebé a jugar con pokemon fantasmas, siniestros, venenosos y colosales dragones con absoluta confianza, así que cuando fue con su hermano Jack a ayudar a la tripulación –mientras Malcom ganaba tiempo- y encontró los cadáveres mutilados por los lapras no pudo ni gritar.

Su mente se puso en blanco unos momentos y su hermano tuvo que hacer alarde de todo su valor para sacarla de ahí y hablarle hasta que se calmó, la voz de su hermano mayor tenía la habilidad de darle paz y aclarar su mente, lo suficiente para recobrar la compostura y recordar que había más gente en peligro el cubierta, así que se separó de Jack y fue a los botes salvavidas para ver en qué podía ayudar.

Con la ayuda de Norberto –su noibat- logró llegar a los botes, pero un enorme lapras con las mandíbulas cubiertas de sangre y los ojos desorbitados y rojos los atacó. El enemigo era fuerte pero no se debe subestimar a un noibat enojado y que no ha cenado (?)… esa bien pudo ser su primer victoria en este mundo extraño pero cuando el lapras atacó a Megan el murcielaguito solo pudo pensar en protegerla. Se lanzó entre ella y el rayo de hielo, chocó con su entrenadora y ambos cayeron del barco. Norberto perdió esa batalla, pero ganó su primera herida de guerra y la gratitud y eterna confianza de su entrenadora. Entrenadora que ahora lloraba porque en la caída perdió a su woobat y a sus hermanos y ahora estaba sola en un mundo hostil.

Así, mojada, asustada y confundida, la encontró Edward, el adorable lucario del amigo-enemigo-ladrón de Malcom que, junto con Norberto y Bruno –su zubat- le dieron animos y la convencieron de buscar a sus hermanos, después de todo eran fuertes y seguro seguían vivos. Los encontraría, a ellos, a su woobat y al entrenador de Ed para luego volver a casa… las aventuras se podían ir al carajo

Y eso o3o/
Norberto el noibat sube 4 niveles y gana su primera cicatriz de guerra 8D

La Megan es mía uwu/ taishi-umi

Pokemon no es mío aunque debería

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Advertencia: Texto inecesariamente largo (?)

El mar estaba en calma y el sol brillaba alto en el inmenso azul, la cálida briza acariciaba el rostro de Megan cuando subió al barco. Se había despedido eufóricamente de sus padres para partir al que sería su primer viaje pokemon sola.. bueno, relativamente sola ya que iba acompañada de sus dos hermanos mayores Jack y Malcome; porqué, por extraño que parezca, a sus 18 años nunca se había separado del cuidado paternal; pero ahora, gracias a l poder de persuasión de mamá, su padre había aceptado al fin darles un poco de libertad con la condición de que llamarían todos los días y los mantendrían al tato del viaje –aunque la verdad él no esperaba que mantuvieran esa promesa- Así pues es fácil imaginar el entusiasmo de la chica.

Aunque bueno, cuando la radio hablo de un “Crucero” lo primero en que Megan pensó fueron las elegantes y cómodas vacaciones familiares, rodeada de lujos y atenciones; por lo que el barco –descrito por su hermano como un cuchitril, porque vamos, Jr. tenían que ser (¿)- dejaba mucho que desear ¡Ni siquiera tenía piscina!... y ya ni hablar de las inexistentes tiendas a bordo y el SPA. Suspiró resignada, después de todo su padre siempre dice que las dificultades forman el carácter y es en los peores momentos donde demuestras tu valía y ese para ella era el objetivo del viaje.

Al principio todo iba en calma, salvo por una pelea entre su hermano y un entrenador bastante patán llamado Kaín que tenía el lucario más lindo del mundo a los ojos de Megan. Y era ese pelaó al que buscaban –para recuperar la cartera de Malcom- cuando se desató el infierno…

La chica no alcanzaba a entender lo que pasaba. Su madre, una apasionada investigadora pokemon y su padre un maestro domadragones, le habían inculcado un profundo amor por los pokemon; estaba acostumbrada desde bebé a jugar con pokemon fantasmas, siniestros, venenosos y colosales dragones con absoluta confianza, así que cuando fue con su hermano Jack a ayudar a la tripulación –mientras Malcom ganaba tiempo- y encontró los cadáveres mutilados por los lapras no pudo ni gritar.

Su mente se puso en blanco unos momentos y su hermano tuvo que hacer alarde de todo su valor para sacarla de ahí y hablarle hasta que se calmó, la voz de su hermano mayor tenía la habilidad de darle paz y aclarar su mente, lo suficiente para recobrar la compostura y recordar que había más gente en peligro el cubierta, así que se separó de Jack y fue a los botes salvavidas para ver en qué podía ayudar.

Con la ayuda de Norberto –su noibat- logró llegar a los botes, pero un enorme lapras con las mandíbulas cubiertas de sangre y los ojos desorbitados y rojos los atacó. El enemigo era fuerte pero no se debe subestimar a un noibat enojado y que no ha cenado (?)… esa bien pudo ser su primer victoria en este mundo extraño pero cuando el lapras atacó a Megan el murcielaguito solo pudo pensar en protegerla. Se lanzó entre ella y el rayo de hielo, chocó con su entrenadora y ambos cayeron del barco. Norberto perdió esa batalla, pero ganó su primera herida de guerra y la gratitud y eterna confianza de su entrenadora. Entrenadora que ahora lloraba porque en la caída perdió a su woobat y a sus hermanos y ahora estaba sola en un mundo hostil.

Así, mojada, asustada y confundida, la encontró Edward, el adorable lucario del amigo-enemigo-ladrón de Malcom que, junto con Norberto y Bruno –su zubat- le dieron animos y la convencieron de buscar a sus hermanos, después de todo eran fuertes y seguro seguían vivos. Los encontraría, a ellos, a su woobat y al entrenador de Ed para luego volver a casa… las aventuras se podían ir al carajo

Y eso o3o/
Norberto el noibat sube 4 niveles y gana su primera cicatriz de guerra 8D

La Megan es mía uwu/ taishi-umi

Pokemon no es mío aunque debería