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"Protege a tu familia, honra a los ancianos, enseña a los cachorros, se fiel a tus amigos, trabaja en equipo, expresa tu opinión, mantén tu posición, juega mientras puedas... Y siempre deja tu marca. "

La Luna Llena reinaba la noche en aquel momento. La luz brillante del astro penetraba en los ojos abiertos de los cánidos del lugar, mientras el agua del manantial fluía con tranquilidad. Después de que todos recitaran el famoso "Código de Tusken" hubo un gran silencio. Lo único que se podía escuchar eran los grillos cantando su típica serenata nocturna. Había muchísimos caninos, entre ellos perros y lobos, todos juntos en grandes grupos y pegados a una gran roca; En donde se posaban diferentes lobos. Estos eran los líderes, que mantenían una posición tensa y autoritaria.
Los caninos en grupos, que eran los miembros de distintas manadas, se miraban entre sí, buscando qué hacer. Se notaban tensos y algo intimidados.
Al fin, uno de los líderes habló.

- ... Buenas noches a todos. - Dijo en un tono serio. - Nos hemos reunido aquí para algo importante... - Tragó saliva por un momento - Los cazadores. Mis vigilantes y yo hemos avistado a esos seres repugnantes andando por las fronteras. - Se sentó esperando la respuesta de los líderes.

La caída de la noche había levantado no sólo el horario para debatir las diversas sospechas y hechos que reunían a los seis clanes, sino también, la pesada figura del líder de la sombra que con la llegada de la luna, sentía de nuevo la vitalidad que el sol y el día le arrebataban. Junto con el grupo de cánidos que conformaba su creciente manada, el lobo oscuro se sentó sobre sus patas traseras con una postura firme y orgullosa, además de autoritaria, dejando tras su espalda a sus lobos quienes compartían lenguas entre éstos, miradas a lo lejos, y ladridos o aullidos que se apagaron con la voz de uno de los líderes alzadas para dar inicio a la asamblea.
Thalestris, estoico como era su costumbre, mantuvo su posición y su expresión seria sin variar ni aunque oía cosas que a otros les revolvía los nervios, y al oír finalizar a su contrario, tomó una gran bocanada de aire y ladró en respuesta en un suspiro, alzando su ronco y seco tono de voz.

- No son los únicos que han avistado señales que no podemos pasar por alto, pero a diferencia de lo que creo ha hecho la mayoría, la manada de la oscuridad no ha sido cautelosa al respecto - Entremezcló un poco de saliva entre sus palabras, relamiéndose el hocico antes de continuar, no sin antes dedicar una mirada de soslayo a los cánidos reunidos a su alrededor y especialmente, a los líderes presentes en el frente- Nosotros hemos hecho respetar la autoridad sobre nuestro territorio, y hemos demostrado que no somos una presa dócil, sino todo lo contrario: somos depredadores, y no hemos tenido miedo en demostrárselo a esos humanos. Ellos deben conocer su posición.

Una serie de murmullos se hicieron presentes, haciendo evidente la polémica que despertaba el actuar tan ofensivo por parte de la manada de la oscuridad ante esa amenaza. ¿Por qué no habían esperado a la asamblea? ¿Por qué no habrían aguardado a acordar correctamente las cosas antes de tomar una decisión?
Muchas voces se alzaron en protesta, pero bastó una mirada del hostil lobo para que muchas de éstas callaran en el acto.

Fuminator, vigilante de la manada del Fuego acababa de terminar su típica meditación.

- En mi mera opinión, sería más sencillo si pudiéramos dejar nuestras diferencias y ser una sola manada. Todos somos lobos y lobas iguales, peleando por sobrevivir en este frío y cruel mundo. Quizás no sea fácil para algunos y creo que tienen sus razones, pero hermanos y hermanas, todos seguimos el mismo camino hacia nuestra propia felicidad y no somos una presa dócil, pero no creo que sea prudente pelear, siempre hay otras formas de resolver los conflictos. Eso es lo que pienso. - Se quedó en su sitio, sentado, cerca de los de su manada esperando a que sus palabras pudieran llegar hacia los oídos de los demás.

Sprint miró enternecido a Fuminator como si se tratara de un cachorro. Con una sonrisa finjida habló hacia él:
- Oh, Fumi. Qué inocente eres.
Levantó la mirada hacia los demás líderes, en especial hacia el líder de la manada de la Oscuridad.

El lugarteniente del clan del agua, sentado detrás del líder Gota de Acero, con posición admirable y de hacer respetar, pero con una mirada que demostraba su cálidez natural pero a la vez su poder de justicia que no permitiría que nadie manchara, se levantó para hablar, luego de con un movimiento de cabeza, le pidió permiso a su líder, hablando en nombre de toda su manada.

- Estoy de acuerdo con el gran lobo del humo, nuestro territorio ha sido invadido, no solo por tierra, sino también por mar por la presencia humana. Nos roban con gran descaro toneladas de peces en frente de nuestros hocicos, y no podemos hacer nada.- Mira con seriedad pero también con respeto al líder de la oscuridad.- La violencia no siempre es la mejor solución, ellos son temerarios e irrespetuosos, pero no todos los humanos son así, te lo puedo asegurar, gran líder Thalestris. - miró al frente de nuevo, y con un ladrido aumentó el tono amble de si voz a uno de molesto.- ¡Pero han intentado cazar, no sólo a nuestras presas, entre ellos castores, que ya de por si escasean, sino que encima tratan de matar como trofeos a nuestros compañeros, A MI FAMILIA! Traté de razonar con varios de sus fieles perros, y con gran vergüenza de decir esto, me contestaron que éramos simples trofeos para ellos, no son cazadores, ya que los cazadores de verdad cazan para subsistir... ¡Ellos son asesinos! Debemos pararlos cuanto antes o sino, vendrán más y más. Matar a sus perros no serviría de nada, debemos acabar con ellos y... Me duele en el alma decir esto, pero no veo otra solución. -

Tanto Tendaji, como su hermana menor miraban con una expresión estoica pero seria al frente, oyendo a lo que cada líder decia. Los ojos de Tendaji, de hecho, solo el ojo, miraba con una mirada fría al líder oscuro.
¿Acaso estaba loco? Tal vez tenia razón, hay lobos que independientemente de su manada se hicieron respetar por si solos ante los humanos.
- No importa como pensemos o que respondamos... siempre acabamos igual. - pensó soltando un suspiro. Mientras que, en el sector de la manada de la Luz y de Oscuridad, Hood y Havoc miraban a sus anchas, aunque disimuladamente, las expresiones del resto.

Era un maldito deleite.

Entonces Tendaji levantó la voz, con intención de que se oyese lo suficiente.
- Tal vez, deberé de concordar con alguna de sus opiniones, aun así, no podemos aliarnos, pero tampoco combatirles. -objetó el tuerto con voz firme.
Hood no se calló tampoco, sólo que lo dijo en un tono normal, apaisado.
- Pese a eso, ellos deben aprender a respetar a quienes son dueños de estos territorios. Y esos somos nosotros.

Gamma le echó una mirada lo más disimulada y expresiva posible a Sprint. El tampoco estuvo de acuerdo con el comentario de unir manadas, sin embargo recordó las palabras de Sek.
Su maestro le había dicho que esa era la mejor solución. Lamentablemente el líder del Fuego había faltado a esa reunión y por eso no conocía los anhelos de Sek.
La hiena se notaba nervioso pensando en las posibilidades de que alguien le hubiese visto enviando señales al líder de otra manada.
Le dió un vistazo a Gatichan para demostrarle que esto no iba bien.

El solitario Sek se encontraba alejado de la zona de reuniones, observando como se desarrollaban las cosas. El también recordó el discurso que le dio a Gamma, Damnum y Michaello. Se arrepentía de no haber llamado a Sprint ese día. -Vaya... Por lo que veo mis discípulos están bastante negados al cambio...- Dice para sus adentros.

El líder del viento escuchaba todo sin mucho afán, sentado con el cuerpo erguido y los ojos cerrados moviendo la cola de lado a lado de forma pacifica. Esperó a que todos callaran para intentar tomar la palabra, se levantó abriendo los ojos. - Si bien es certero que somos depredadores; Tampoco somos asesinos - dijo en un tono calmado mirando al líder de la Manada de la Oscuridad con calma y respeto, no quería provocar a una pelea. Así mismo volteó a ver a los lobos de su manada, buscando consuelo y fuerza en ellos - Como sabrán, muchos de nuestros compañeros han convivido con ellos, entre ellos también me incluyo, tenemos bastante conocimiento de las diferentes experiencias que hemos vivido cada uno... solo hay que buscar una forma de aprovecharlas ya que la violencia no es una opción, si atacamos de frente lo único que lograremos es que nos exterminen - Los murmullos se alzaron, en desacuerdo y a favor, con un ademán Okan los hizo callar, tomando su asiento nuevamente terminó de hablar - La manada del Viento no atacará, si nada se acuerda en esta asamblea tendremos que ver solo por los nuestros -
El lugarteniente del viento, Ybrid, simplemente se mantenía firme al lado de su líder para, cada tanto, desviar algún ojo, por causas de un tic.

La líder del Bosque escuchaba a los demás líderes con atención, calmada mientras estaba acomodada sentada en la roca esperando y esperando. Los grillos resonaban por todo el bosque cada vez que se hacía el silencio. Continuaron hablando hasta que se hizo el silencio de nuevo.
La loba se puso en pie con una postura imponente que hizo que piedrecitas desprendidas de la gran roca cayesen.

Aclaró la voz. - Antes de empezar, quería decir una cosa. -Se giró para mirar a su manada- Podéis decir lo que queráis, no seáis tímidos. ¿Vale? -Dijo con un tono encantador y volvió a girarse hacia los otros líderes.-
- Estoy de acuerdo con algunos de vosotros, muchos vienen de estar con humanos. Mis experiencias con ellos no es que sean muy... buenas, pero he escuchado que hay humanos que... -Hizo una pausa- Aunque creáis que sea una locura... tratan bien a los animales. -Se escucharon voces y susurros que venían de todas las manadas. - La única amenaza son los que nos atacan, los Cazadores. Muchos de ellos sólo nos matan como un trofeo estúpido. -Miró al lugarteniente del agua- No quiero pelear, no quiero matar, no quiero ser violenta, sólo quiero que dejen a Tusken en paz.

Kyle, cuando escucho las palabras de su líder, no pudo evitar poner una cara de asco y ver su herida , ya que no creía que la plaga más grande del mundo tratara bien a los animales.

- ¿Aliarse...? ¿Estáis locos...? - Gruñó, refiriéndose a todos ellos que querían aliarse entre todos, pero sin intención de buscar pelea. - No podemos aliarnos. Lo dicen los ancestros.

Tornado, con una sonrisa arrogante y confianda se puso al frente. - Pues en eso tiene razón Sprint. De ninguna manera me gustaría que manadas tan debiluchas se juntaran con la mía. ¡No, señor! Quiero decir, un ser tan extraordinariamente fuerte como yo no puede pelear a lado de lobitos tan débiles sería mucha vergüenza...- Rió confiado de sí mismo.

Mientras tanto, Hiroto y Sasayaku, guerreros de la Oscuridad se encontraban tumbados juntos muy pegados a la roca. Hiroto era el único que no estaba prestando atención, prefería ver el agua del manantial fluir. El perro escuchó las palabras de Tornado que le irritaron a la mínima, pero sabiendo que armaría una guerra en ese momento prefirió lanzarle una mirada de desprecio.

- Mi líder tiene razón. Somos la manada más fuerte y no vamos a dejar que la mierda-humanos vengan a acercarse a mi precioso territorio. - Hiroto asintió a su respuesta.

Burg, el pequeño bulldog que se encontraba al lado de su líder frunció el ceño al escuchar las palabras de Sasayaku.

- ¿Pero tú de que coño vas, quillo? - Dijo sin ninguna delante de todos, sin pelos en la lengua, refiriéndose al perro de la cadena.

Tornado habló de nuevo. - Pues... si Sasayaku es tan fuerte como su "habilidad" - Dijo en tono burlón - de conseguir pareja; Dudo mucho que se pueda defender, ni siquiera con una pequeña pulga. -

Burg se rió ante el comentario de Tornado. - ¡Toma ya, nene! ¡Menudo zas ta'metio! - Le gritó a Sasayaku. Hiroto también se reía. El perro lo único que hizo fue darle un cabezazo a su compañero.

Roig sólo movió la cabeza con entendimiento del otro, más tuvo que responderle.- Nunca dije de atacar al frente, Okan. - tomó una bocanada, mirando los lobos de la manada del viento.- Tu clan es valeroso y vuestro poder muy peligroso, de tan sólo hacer que el viento bufe fuerte, muchos humanos cobardes no se acercarían por mera vagonería, no querrían molestarse en pasar un mal día por el viento.- se giró hacia su propia manada, sonriendo dándoles confianza.- Aquí prevalece la inteligencia y no la fuerza bruta. Son cobardes por naturaleza. Se creen fuertes por sus armas y sus perros, pero solos son débiles, demasiado y todo. Asustemos a sus perros, destruyamos sus armas y, sin derramar sangre, tendremos la victoria asegurada. - Dijo.

Nube de repente interrumpió su discurso de golpe.- ¡Esos cazadores ME ROBARON CINCO PRESAS en menos de dos días! No es justo! - dijo con gritos y una clara molestia.

Michaello se sentía indiferente, escuchaba atentamente y ojeaba a todos los machos que estaban presentes, mantenía una sonrisa picarona cuando alguno le devolvía la mirada, pero siempre le ignoraban. Se reía a sus adentros pensando en cosas que nadie aquí presente querría conocer.

Kiara estaba sentada cerca de los canes de su manada y al lado del cachorro al que cuidaba, Salvaje. Miraba con atención a todo el mundo, pero no paraba de mirar de vez en cuando al pequeño lobo, ya que ese era su deber.

Gatichan estaba sentada justo al lado de su hermanito Gamma, miraba a todos y escuchaba sus opiniones, pensaba para sí misma las respuestas que les podría decir, pero prefería mantenerse en silencio y escuchar. De repente una molestia en la garganta de la gatita le impedía respirar con normalidad, entonces comenzó a toser levemente para no llamar excesivamente la atención. De repente la molestia se transformó en algo más molesto aún y no pudo evitar comenzar a experimentar unas arcadas y a hacer muchos sonidos parecidos a regurgitaciones. Todo este alboroto terminó con un último tosido, liberando así su garganta y volviendo a respirar con normalidad, y eso que le molestaba tanto salió, una enorme, babosa y peluda bola de pelo calló de la boca y rodó por el suelo. Cuando la gata se incorporó, vio a gran parte de los lobos observándola con una expresión de, entre asco y asombro. Tras lo sucedido, se encogió de hombros, echó las orejas hacia atrás de la vergüenza y pidió disculpas.- Lo... lo siento mucho. - Bajó la cabeza y se escondió detrás de la fuerte pata de Gamma.

Andrómeda estaba bastante ajena al tema de la reunión, solo escuchaba buscando ya una conclusión. Le encantaba salir de la rutina con cosas así, y cuando se enteró de que iba a haber una reunión saltó de la emoción, pero en aquel momento le pareció que estaban perdiendo el tiempo. Ella iba a tener que seguir curando lobos se unieran o no, tenía un trabajo bien definido, así que se entretenía jugando con su luminosa galaxia. De repente escuchó a Gatichan toser muy fuerte y se asustó. Cuando llegó a su lado ya había echado una bola de pelo. La loba sonrió con ternura.

- No te disculpes, pequeña, mejor fuera que dentro -Dijo, guiñando un ojo.

Gamma intentó esbozar una sonrisa ante la amabilidad de Andrómeda, sin embargo era muy superficial puesto que en su interior realmente se estaba poniendo muy nervioso.

Kassia se encontraba cerca de aquellos de la manada de la luz, algo inquieta, todos los lobos andaban con quejas entre la disputa por culpa de que los cazadores invadian cada vez los territorios y se apropiaban de las cazas de otros.

- Es injusto que siemore anden robando nuestras presas, pero como dicen, también se podría esperar y planear algo, es mala idea atacar directamente a los cazadores y los perros que les acompañan ya que si nos toman como premios o nos transforman como amenaza, podríamos estar en peligro, ¿no creen? - Dijo con la esperanza de que pudiese alguien escuchar ese reclamo suyo. - Las presas escasean, hay lobos incómodos debido a esta situación, y algunos llegarían de seguro a estar en peligro. Hay que tramar algo o esto podría llegar a peor si se confían. - Respondía con tristeza, odiaba los enfrentamientos y a veces se movía de un lado a otro, ondeando la cola más no era de alegria, sino lo contrario, era una molestia constante.

Cheyenne escuchaba a lo lejos, no era de la manada de la luz de hace tiempo, pero no pudo evitar escuchar las conversaciones de todos, le causó pena que les robaran sus pertenencias. Pero no sabía si podría intervenir o no, debido a ser una solitaria. Mientras pensaba cómo ser capaz de poder entrar a la conversación, quería ayudar y aportar algo, pero su voz de voto seguramente sería nulo, agachando sus orejas y manteniendose callada cerca a la manada de la luz. Kassia al verla se sentó a su lado para estar acompañada de la quien más confiaba en ese momento, alzando las orejas y mirando a todos los líderes y lobos que hablaban en bajo y otros que alzaban la voz para hacer su acto de precencia y opinión. Ellas esperaron a las demás respuestas.

Thalestris ni se inmutó al oír la poca recepción que habían tenido sus decisiones por parte de las otras manadas, pues más le importaba tener la aceptación de su propio clan respecto a aquella decisión, aunque sabía que habían opiniones encontradas dentro del círculo. Sin embargo, no pareció flaquear ante los comentarios del resto de los líderes, y lejos de querer parecer desinteresado, sólo desvió el rostro hasta perfilarlo para contrarrestar su silueta con el reflejo de la luna y observó en dirección a donde se encontraban sus cánidos, esperando a que alguno de éstos alzase la voz.

De entre el grupo, un lobo-zorro de pelaje manchado como la tinta se asomó con cierta timidez, y con una sonrisa torcida e inocente rió levemente, mirando de reojo hacia donde se encontraba Kassia, sentándose sobre sus patas traseras para ganar un poco más de altura entre la multitud. Era Seto.
- Estoy de acuerdo con la loba de la luz en cierto punto, quizás atacar directamente no sea la solución.. ¡Pero vaya que funciona espantarlos! Deberían haber oído sus alaridos, ni siquiera sus perros de compañía eran capaz de defenderlos ante un simple gruñido -Exclamó con energía el bipolar y enérgico guerrero, pasando de mirar a Kassia al ojo pálido y perdido de su líder.

- No estoy diciendo que el enfrentarnos directamente sea la solución, joven -Respondió firmemente el lobo oscuro, dirigiéndose a Kassia con sus palabras- Lo he conversado con mi clan, y creemos que al menos una solución parche para esta situación es demostrarle a los humanos que también sabemos defendernos, pero no arrasar con sus territorios. Sólo defender lo que por ley nos pertenece; es todo. -Inquirió el lobo, entrecerrando su único ojo hábil con parsimonía, sin perder esa calma escalofriante que a veces despedía- Sin embargo, ¿Una unión entre los clanes? No, eso no me huele a nada aceptable, por algo estamos divididos.

- ¡Exacto! -Exclamó Espectro de Tinta, moviendo entusiastamente su cola tras de sí- Digo, digo, no es que no esté de acuerdo, no me malentiendan -Se enredó- Es sólo que.. -Moduló un par de veces, intentando explayarse, mas solo consiguió un par de ladridos de reclamo por parte de sus compañeros, los cuales amenizó con una pequeña risa antes de continuar- Es sólo que.. por algo no somos desde ya una sola manada, quizás porque efectivamente divididos podemos ser más fuertes enfrentando esta amenaza.. sólo debemos llegar a algo en común -Concluyó.

Leo, quien escuchaba desde el fondo, rodó los ojos ante tantas tonterías escuchada. ¿Qué tenían que discutir? La respuesta estaba delante de sus narices y nadie la veía, al menos no totalmente. Con paso firme y molesto, se puso al lado de su líder, con todo el descaro del mundo, mirando en dirección a solo los demás líderes, sin prestar atención a los demás, sin darse cuenta que cierto alguien le veía desde lejos.- Pero mira que sois todos idiotas.- se escuchó un gran revuelo, pero de un ladrido los cayó.- ¡La solución es simple! Cada cual que se busque la vida. Yo no tengo porque arriesgarme por alguien que ni siquiera conozco. Ni quiero hacerlo por mi clan, y lo hago por obligación. Así que ¿Qué coño hay que discutir? Nada, que cada uno se busque la vida y, di es débil, que se joda. - Todos estaban conmocionados por sus palabras, escucha el revuelo pero le daba igual ¿por qué callarse? - Aquí cada uno dice lo suyo, tengo el derecho de hacer lo mismo. Si queréis morir por alguien que en el futuro os traicionará, vosotros mismos. Pero más de uno será sensato y no moverá ni la cola por los demás.-

Sprint quedó embobado con la respuesta de Leo, sin duda no se esperaba su respuesta. Se llenó de ira y le gruñó por tales palabras. ¿Como se había atrevido a subirse a la roca y a mencionar tales cosas? La verguenza ajena era lo único que podía sentir. Por otro lado, sorprendentemente Sprint daba voto positivo a la respuesta de Tinieblas.

Ludwig roncó al escuchar las palabras de Leo, se ocultó entre los demás para no ser visto y pertenecer a las voces de los demás. - Ni en broma. No me pienso unir a nadie. - Protestó él. - Ya estoy "feliz" - dijo sarcásticamente - con unirme a los de la manada del Bosque... - Resopló.

Diana intentó darse a conocer entre la multitud que hablaba sobre las palabras de Manto Nocturno, siendo un poco aplastada por la multitud. - Creo que los cazadores no son los culpables de las muertes. Ellos son también seres vivos y necesitan alimentarse, como nosotros también necesitamos alimentarnos de los conejos. ¿Acaso está mal sobrevivir? Ahora sí hablamos d-.... - Fue empujada por Nuttall. - ¡NI MODO! !TENEMOS QUE MATARLES A TODOS! ¡YA LES CARGÓ EL PAYASO WEY! - Diana se levantó rápidamente y le empujó a él. - Tu quietecito ¿Eh? ... Ahora si hablamos de matar por diversión... eso está mal, pero no sabemos cuando van a atacar por superviviencia y cuando van a atacar por deleite propio...

Rose solo miraba a los de su manada, callada y sin opinión, ella no quería juntarse con los de la manada de la Luz, pero si no lo hacían, sus presas, que de por si eran difíciles de encontrar, desaparecerían, además muchos compañeros también morirían por culpa de los humanos, quienes solo desean quedarse con todo lo que ven.

Cazdrid con la mirada amargada de siempre, observaba solamente su garras, no prestaba atención a la discusión, pero al escuchar las palabras de Leo, levantó la cara y sin asombro o inquietud solo pensó en ello.
Yun miraba a su compañera y prestaba atención a la junta pero cuando hablo Seto, noto una pequeña luz en los ojos de Cazdrid.

Hipotermia solamente miraba con atención que algunos caninos susurraban a favor o en contra de las cosas, pensando si convivir con los de la manada del fuego o oscuridad seria una buena idea.

Courageux, el lugarteniente de la luz, observaba y pensaba en aquellas opiniones que más llamaron su atención, una de ellas fueron las palabras de Morgana la líder de la manada del Bosque, recordando algunas experiencias personales, cuando los otros lobos callaron, dijo: - Creo que juntarnos y atacar, no servirá, muchos no están de acuerdo en atacar junto a otras manadas, yo me incluyo, pero debemos de hacer algo, o pronto este lugar que era nuestro, terminará lleno de cosas humanas. Además de alguna manera todos llegamos aquí, necesitamos este hogar y a la naturaleza de la que sobrevivimos. - Aclaró.

Grande fue la sorpresa entre los cánidos al oír la exclamación de sinceridad por parte de Leo, y no era para menos; ¿Quién tenía siquiera las agallas para alzar así la voz frente a su figura de autoridad y desmerecer de ese modo la vida de sus compañeros? El líder de la manada de la oscuridad miró de reojo en dirección hacia donde se encontraba la manada del viento, y sin disimularlo, sonrió de forma leve. Le gustaba esa actitud, y lamentaba, en cierto modo, no tenerla entre las voces de su clan. Sin embargo, sí habían otras que eran capaces de alzar la voz, y sabía que entre esas habría alguna opinión sensata que no hubiese sido oída previamente entre los demás canes.

- Podrían oír a este lobo, parece que incluso siendo de un clan sabe velar por sí mismo -Alzó la voz Thalestris, haciendo jolgorio de las palabras expuestas por parte de Manto Nocturno - Eso no se ve muy amenudo, el estar entre otros nos hace ser dependientes, excesivamente a mi juicio; el saber defender la vida propia por sobre la del resto es una virtud.. Pero.. -Se mantuvo unos momentos en silencio, hasta que decidió agregar en un suspiro nasal- Lamentablemente, no estamos hablando con un solitario, y aquí hay que respetar la vida de los otros de la misma forma en que intentamos velar por la de nosotros mismos.

Muchas voces se alzaron a favor de las sabias palabras del cánido oscuro, unas que eran curiosamente inesperadas viniendo de su propio hocico. ¿Quién diría que Thalestris, la pesadilla de la oscuridad misma, hablaría tan retóricamente sobre el cuidado al prójimo? ¿Ese que podía sacrificar a otros sólo por sus propósitos y que incluso había arremetido con violencia frente a los hombres?
Tenía muchas sorpresas para dar, y sin duda, ésta había sido una de ellas.

Soac literalmente su mente estaba en un estado de semishock, realmente tenía ganas de llorar en esos momentos. Sin embargo alzó su mirada a la luna tratando de buscar consuelo a las estrellas. Suspiró entrecortadamente, aulló con todas sus fuerzas, ganándose las miradas de algunos caninos, no obstante los ignoró y se puso de pie, se sacudió para sacarse la tierra del pelaje y a paso tranquilo caminó línea recta hacia donde estaban postrados los líderes. Una vez ahí hizo una reverencia completa por unos segundos - Mis líderes... Con sumo respeto deseo dejar algo claro aunque están en todo su derecho de ignorarme... - Se calló por un momento. - No importa cómo, no importa cuantas vueltas le den al asunto, eventualmente todas las sugerencias irán por un camino y esa es la pelea por más que me duela admitirlo yo mismo, eso es lo único que al final de cuentas se podrá hacer ya sea incluso en defensa, terminaremos con las patas y los hocicos manchados lo que se debe hacer es pensar que hacer con los cachorros, las embarazadas y los ancianos, en lo que mi concierne alguien debe guiar y custodiar a estos tres grupos a una zona segura mientras se desata la batalla...

Leo sonrió orgulloso unos segundos ante la primer respuesta del líder de la oscuridad, pero la borró al escuchar lo siguiente.- Tks, si tantas ganas de morir tenéis adelante, pero yo solo lucharé por mi mismo.- y así se retiró a su respectivo sitio.

Zafira, luego de escuchar el lobo blanquecino dio un paso al frente con su típica sonrisa picara y su elegancia vanidosa, riendo para llamar la atención de los demás.- Coincido con el blanquito, los cachorros no pueden luchar, los viejos menos y ya ni hablemos de las embarazadas. - sorprendentemente su rostro se volvió serio, para sorpresa para más de uno.- Lo mejor seria traerlos aquí. Todos aquellos que no puedan luchar, sea cual sea la manada y, que la mitad de los curanderos fuera a la batalla para ayudar a los guerreros mientas la otra mitad cuida de los que se queden aquí, si se piensa es lo más lógico.-

Júpiter se encontraba en los alrededores de donde se iba llevando a cabo la reunión, olfateando con gran interés los alrededores - oh, nuevos lobos - pensó para si mismo, al ser un lobo solitario de toda la vida no conocía a muchos y tampoco sabía mucho de las manadas. Se acercó más al lugar con el hocico en el suelo hasta llegar al claro donde había, lo que pareció para Júpiter, cientos de lobos. Los ojos se le iluminaron de emoción, quería saludar a todos pero se limitó a hacerse un espacio en el centro para escuchar más atentamente lo que hablaban, aún que, honestamente, no entendía nada.

Cazdrid escuchó a los demás y se puso en pie, lanzó un aullido y djo :- La verdad... a mi no me importa si me sacan de la manada. - algunos lobos le lanzaron miradas, pero sin importarle mucho su opinión, continó :- yo estoy aquí por... - se queda callada - bueno, yo no tengo problema en estar aquí, pero si me sacan de la manada, no me importará tampoco, es divertido molestar a los humanos, les diré algo, si ellos nos roban, ¿Por qué nosotros no? Quiero decir, ellos se creen reyes, pero nos temen, ¿Si no para que construir armas y traer a perros que nos traicionaron?

Damnum había escuchado la respuesta de su líder con gran orgullo. El lobo negro se encontraba tumbado apaciblemente bajo un árbol viendo cómo se desarrollaba todo a lo lejos. En cuanto se propuso el unir a las manadas recordó las palabras de su maestro. El lobo no era estúpido y sabía que así tendrían más posibilidades de ganar, la guerra tenía un enemigo claro y común, así que no sabía a qué se debía tanto alboroto por unir o no unir. También le parecía nefasto que hubiera líderes cuya opinión fuera dejar a los humanos cazar todo lo que les diera la gana sin repercusión alguna hasta que se celebrara una asamblea. Él mismo había presenciado como aquellos sucios homínidos le habían arrebatado la familia al pequeño zorro que ahora cuidaba. Crímenes como ese no debían quedar impunes durante tanto tiempo. La opinión del lobo oscuro de la manada del viento le llamó la atención, sonrió con bravuconería, como compadeciéndose de aquel pobre individuo y su inocencia. Dos opiniones siguieron, y el lobo no podía guardar su mueca divertida. Una risa se escuchó lejos de la multitud mientras una figura negra manchada de blanco y plata se acercaba a dar su opinión:

- Se ve que alguien se aburría en su casa y decidió reunirnos a todos aquí para reírse de cómo nos mordemos nuestra propia cola - Alegó, con su inconfundible sonrisa- Estáis diciendo todos lo mismo y no os dáis ni cuenta. Hay que luchar por la manada de uno, claro; hay que proteger al bosque, evidentemente. Si cada lobo se preocupa de su culo habrá menos bajas, lógico, pero acabarían matando a todos de uno en uno. ¿No véis que podemos luchar sin unirnos? Cada uno en nombre de su casa pero todos a un enemigo común. Que vengan si tienen huevos. - Concluyó el lobo, al cual no le interesaba mucho la política, pero había empezado a cansarse.

Okan, el líder, volteaba a ver a todos los lobos reunidos, captando miles de esencias que venían de todas las manadas. El perrolobo se alzó nuevamente, con ademán agresivo gritó - ¡Silencio! - ordenó - Esto se está volviendo un caos.

Sprint despertó de su confusión que estaba teniendo en esos momentos y vió como todo se convertía en una locura. Obedeció la orden de Okan y se calló esperando a que todos hicieran lo mismo. Con la mirada ordenó a Nuttall que se callase porque sabía que el perro iba a ofender. Ludwig y Diana hicieron lo mismo que su líder. La manada del Fuego había entrado en completo silencio.

Burg vió que su Manada Aliada se callaba y decidió callarse también, soltando pequeñas risas por el chiste de Tornado aún.

Hiroto estaba un poco noqueado por el golpe de Sasayaku. - ¡NO ME DA LA GANA! - Chilló el perro hacia el líder del Viento, acto seguido el curandero de su manada, Skoll, le tapó la boca. - ¡Cállese, Susurro Infernal! ¿No ve que podría armar un escándalo? - se dirigió a los demás - ¡Silencio! ¡Silencio porfavor! - Ladró.

Zafira no pudo evitar reírse de Hiroto y Sasayaku, creó una risa entre divertida y coqueta, ninguno de los dos estaba nada mal. E incluso el que parecía el curandero estaba bien. Se acercó a ellos con sonrisa pícara, moviendo la cola con elegancia.- Si debemos unirnos no me molestaría hacer grupo con ellos... - fue entonces que vio a Damnun reírse con arrogancia y picardía, borrando toda sonrisa de su rostro.- Declino la oferta.-

Sin darse cuenta todo había terminado en un empedernido caos. Los ladridos se oían furiosamente entre la multitud, algunos alegando paz con los homínidos, otros reclamando el valor de su sangre sobre las tierras, y así era imposible llegar a una idea en común que permitiera consolidar el real motivo que los había reunido a todos allí. Poco a poco, la escasísima paciencia del líder de la manada de la oscuridad fue agotándose, y ante la falta de criterio a su juicio de los demás para mantener el orden de sus propios cánidos, soltó un aullido feroz al viento, como clamándole a la luna una paz que requería con urgencia.

El silencio se hizo presente, y toda mirada cayó directamente sobre la figura noctámbula del lobo.

Al tener la atención de todos, cerró su único ojo hábil y se irguió con orgullosa postura, barriendo con la cola tras de sí el polvo como manera de demostrar cierto fastidio.
- Esto no está llegando a ningún lado, y si hemos venido a discutir cosas que todos conocemos y no decantaremos a una solución, preferiría perder mi tiempo haciendo otras actividades. -Concluyó Thalestris, quien rápidamente se giró sobre sus pasos dispuesto a retirarse.

Pero podía ser detenido; iba de hecho a ser detenido. Sólo hacía falta que una voz se alzara justamente para que Tinieblas no partiera con su clan a cuestas.

Ya algo molesto por el comportamiento de muchos Roig ladró con fuerza, captando la atención del lobo negro que se iba, no podía permitirlo.- ¿Acaso todos no vivimos en el mismo bosque? ¡Eso nos hace iguales! Muchos de aquí sois descendientes no sólo de un clan, sino de varios. He tenido el placer de conocer a la encantadora Brisa Nevada - Observó a Nube - ella es la hija de un guerrero del bosque y una vigilante de la Luz. ¿Acaso por ello, así debe elegir una sola manada? Todos somos iguales a todos, nadie es mas que nadie. ¿Acaso mi vida prevalece encima de la vuestra? Dejad vuestro orgullo y vanidad atrás, hablamos de nuestras vidas y nuestro bosque. Dejad de discutir por quien debe ser salvado, todos merecemos el derecho a la vida.

Andrómeda escuchó el ladrido de Roig y atendió con más entusiasmo, pues lo que decía era la pura verdad, aquel era su bosque y su vida, el de todos los lobos por igual. ahora tenía que dar un paso al frente y hacerse oír.

- ¡Tinieblas, no te vayas! -Gritó- Escucha a Roig, este es nuestro bosque, el de todos. Así que tenemos que hacer algo, lo que sea - Mientras hablaba miraba a su alrededor y su galaxia brillaba intensamente para que la hicieran caso- ¿No has escuchado? Están cortando los árboles que os cobijan del sol por el día, están matando a nuestras presas y a nuestra gente, no sé cómo puedes atreverte siquiera a pensar en abandonarnos. -Gritó con tono de indignación.

Gamma le lanzó una mirada a Damnum mientras no podía dejar de pensar en la relación que tenía con él.
Quizás era muy evidente que le estaba observando. - ¿No tiene pensado seguir los consejos de ese vejestorio? - Susurró - ¿Está intentando ocultarlo?-

De pronto la voz fuerte y clara de la niñera de la oscuridad se hizo presente, y, ante los reclamos de que hiciera silencio por parte de algunos compañeros.
Un ladrido basto para que todo quedara en silencio absoluto.
- ¡ES SUFICIENTE! ¡POR PARTE DE TODOS! Hasta que calman la paciencia de los mas calmados, joder, sin ofender. -dijo refiriéndose a cada líder- Pero, no todas sus palabras son correctas, ni todas son incorrectas. Tal vez, pelear no está bien, pero es lo único que algunos sabemos hacer, ese es mi caso, yo peleé junto a un miembro de los iluminados de por aquí. Y estoy orgullosa de que me salvara el pellejo más de una vez, jamás conocí a alguien que pudiera hablar con tanta naturalidad sobre los problemas que podia observar en los territorios, pese a no pertenecer a ninguno. Tal vez, la única solución a todo esto, sería calmarnos, no perder los estribos y, por último, tratar de llegar a un puto acuerdo. -finalizó mirando hacia el frente con un rostro estoico.

Soac para este punto una sonrisa de amargura y cansancio adornó su hocico junto a un tic nervioso - A mis hermanos les hubiera encantado este tipo de reuniones... Eclipse hubiese apostado un estómago completo de jabalí a que dentro de poco habría lugar para una pelea por cosas estúpidos - La niñera de la oscuridad tenía razón. El albino generalmente era muy paciente, pero hasta ahí tenía un límite que ya se estaba rompiendo. - Supongo que decir que yo y mis hermanos somos hijos de un iluminado y una oscura no les ayudará a ver que nadie es realmente "puro". Esta discusión es pura tontería y nos estamos alejando del verdadero punto importante que es la protección y preservación del bosque y de las futuras generaciones...

- ¿Te aburres tanto como yo? -Dijo Damnum, y Umbra puso ojos de cansancio y dio una vuelta vertical.
Entonces notó la mirada de Gamma y se irguió, se podía imaginar lo que la hiena estaba pensando, así que pasó entre todos los lobos que estaban entre sus manadas para poder hablar con él. No le importaba nada que los de la manada de la luz pudieran lanzársele al cuello por su procedencia, pues era de noche y podía usar sus habilidades para desaparecer. No iba a atacar a nadie, lo último que buscaba era otra guerra, tan solo quería hablar con Gamma, al estar cerca de él carraspeó para llamar su atención.
- Gamma, no estoy desestimando las palabras del viejo, solo viendo la realidad- Explicó el lobo, que empezaba a sentir compañerismo hacia la macabra hiena- No hemos empezado nada y ya están discutiendo, míralos -Señaló con el hocico a los líderes- Yo me refería a un gran ejército con un sector por elemento...lo cual que es bastante parecido a lo que quiere Sek.

Gamma esbozó una sonrisa más acorde con su personalidad, esta vez era sincera y terrorífica. En parte por el mensaje de Damnum, pero sobretodo por la gracia que le causaba ver lo incómodos que estaban todos sus compañeros. - Jajajaja... ¿¡Es una pena que no nos den la libertad de desatarnos verdad?! - Dice en voz alta pero sin mirar a los de su clan, solo para molestar un poco.

Tendaji ya no soportaba aquella situación de estrés, lo entendía, sí. Además, él ya habia lidiado con humanos y perros caseros antes, y no todo era pintado como la mayoría decía.
Los del bosque podrían tener razón, aun así, el tuerto se encontraba sumido en sus pensamientos cuando sintío una pequeña pero leve y algo maníaca risa desde atrás, sabia que era ella, lo sabía porque no era la primera vez que la oía reir de esa manera. Hood podia descontrolarse a veces, pero le resultaba muy díficil el poder volver a su estado normal. Soltó un sonoro suspiro de molestia.

Jilena y Marine estaban sentadas juntas, apostándose quien daría la respuesta final hasta que Marine dijo para los de su manada. - Hey, ¿qué podemos hacer en esta horrible discusión para que acabe? - mientras, Jilena pensaba en todas las opiniones de los líderes. Ayame, por su parte solo cuidaba de los cachorritos, sin saber que opinar, pues las respuestas que creía que podía ayudar tan solo las ignoraban los demás.
Kyle seguía escuchando todo lo que decían los lideres y los otros lobos, pero teniendo una gran duda, miró a su manda buscando a Nube, caminó hacia ella y se sentó a su lado, pues le agrada mucho y además tal vez la discusión podría hacerse menos escandolosa.
Kiyuni solo quería que la discusión acabara y que el bosque no muriera.

Courageux el lugarteniente de la luz, un poco confundido por tantas voces, alzó la suya. - Bien, si nadie quiere unir manadas, tampoco habrá que destruirlas, tengo mi opinión y es que cada quien defienda a su manada, pero si los humanos comienzan a invadir cada vez más al territorio, nos uniremos, claro que solo es mi opinión, por si alguien tiene otra idea.

Subira, la cual se había mantenido callada durante la mayoría de la reunión, bajó las orejas.
- Seguro que ninguno es completamente "puro". Habrá excepciones, pero... somos todos iguales, literalmente.

El ya experimentado líder Ark, se había mantenido callado durante la reunión, pues había visto innecesaria su voz, debido al constante debate entre los dos "bandos" formados durante la discusión, aquellos que se negaban a actuar y los que preferían la violencia. Celeste, su fiel consejero, mantenía un vuelo sobre los cánidos presentes.
Ark no pudo evitar aprobar el comentario de su lugarteniente - Concuerdo contigo Courageux -se elevó y alzó su cabeza para obtener una mejor "visión" de su panorama - Esto no llega a ningún lado, hasta que ninguno de los presentes declare alguna otra propuesta, propongo que se mantenga distancia ante los humanos, si estos se adentran a nuestros territorios tomaremos decisiones del el líder correspondiente a la manada afectada, y podrá pedir ayuda de otra manada sólo en caso extremo.

- Yo tengo una propuesta. Pero... no se que pensaréis vosotros. - habló Hood, Danza de Trueno levantando la voz - Tal vez... si unimos fuerzas... no todos... pero si pequeños escuadrones... y armamos un plan, podríamos tratar de mantener al humano a raya... yo... conozco sus hábitos y... puedo ayudar. Se como cazan y como se movilizan... los he visto... -

Ark se mostró interesado en la propuesta - Me resulta interesante esa opción - miró de reojo a sus camaradas esperando una respuesta de parte de ellos.
Hood no pudo evitar mover la cola disimuladamente demostrando su satisfacción.

Stalin estaba muy nervioso, era un líder joven e inexperto, durante la sesión se mantuvo callado. La propuesta le había parecido interesante, ladeó la cabeza a su lugarteniente.
Roig miró también a Stalin ladeando la cabeza. No era mala idea, al mismo tiempo y al ver que su líder parecía nervioso le ayudó y se sentó a su lado, en señal de compañerismo y de que iba a tomar de nuevo la palabra.- Mi líder y yo estamos de acuerdo con la propuesta de la joven, si los demás líderes están de acuerdo, podríamos empezar los entrenamientos y preparativos cuanto antes, además... - buscó por su grupo con la mirada a la pequeña Sari, que siendo tan tarde no parecía estar muy despierta. - Los cachorros deberían retirarse ya. Por mi parte tienen permiso para dormir aquí mismo, supongo que para mi desgracia alguien no querrá formar equipo con nadie.- y diciendo esto se refería al descarado de Leo, no le gustó el hecho de que se metiera así en la conversación, fue un insulto para muchos presentes.

Las hojas del collar de Dylan comenzaron a volverse en un color verde oscuro, el había estado fuera de la discusión durante el debate, más el tenía algo muy en claro, no quería tener trabajo extra. Observó a los líderes de cada manada y después miró hacia el cielo nocturno. -Si pueden mandar una señal que acabe con esta reunión de una vez, háganlo! - dijo para sí mismo buscando una señal.

Hamidoria llegó corriendo jadeando. Relajó su cuerpo e intentó decir unas palabras - ¿Qu-qué? - observó como algunos lobos empezaron a esparcirse y otros se retiraban del lugar- Ay, no puede ser... - bajó la cabeza - llegué tarde, y yo que quería decir algo también... justo acababa de terminar mi rutina de patrullaje, y se me hizo tarde por ir más allá de lo que tenía planeado... - Se sentó en el suelo y murmuró - tonto, tonto, ¿por qué no puedes ser más puntual? agh... me he demorado, espero que alguien escuche mi mensaje - agachó la cabeza mucho más - O pueden pasarlo de largo si así lo desean; estos seres extraños llamados humanos, parece que me he dado cuenta de que incluso entre ellos hay desacuerdos... los ví, los ví dentro del bosque, en la zona este, en la frontera de la región supuestamente desconocida para nosotros...

Encontré una especie de muro, un muro muy, muy largo y alto, con señales extrañas colgando de él... en éste muro, había un gran hueco, por el que estaban entrando un par de humanos, con una especie de palos de metal en sus manos, uno de ellos hizo tronar uno de esos palos, se escuchó un gran estruendo, fue aterrador... me quería ir pero no podía, me intrigaba mucho el por qué una multitud de humanos había llegado a la escena, en algo que no puedo describir, es como, a lo que le dicen vehículos o algo así... creí que venían con los primeros humanos, pero en su lenguaje estaban diciendo cosas extrañas, se veían muy enojados, estos dos grupos de humanos empezaron a luchar entre ellos y terminaron llevándose bajo su merced a los humanos con palos de metal estruendosos, fue algo muy confuso, no entendí lo que pasaba...

Intenté leer uno de los carteles que estaba en el muro una vez que los humanos se fueron y sellaron el agujero, decía una frase muy rara, pero según lo que he investigado en ese letrero decía algo parecido a ''Área protegida, prohibida la caza''... qué es lo que intentan decirnos, ¿por qué están exactamente los humanos aquí? ¿Por qué esas criaturas, lucen tan superiores e inalcanzables... por qué luchan entre ellos mismos?

Yo... yo no creo que, que deberíamos entrometernos en estas cosas... ¿qué tal si los humanos son más temibles de lo que dicen que son, o qué tal si no es así?
Creí que nuestras tierras eran inmensas, sin fin, pero me he dado cuenta, de que somos un montón de conejos en una madriguera, controlados por la ira y el miedo, es un juego de poderes... - Suspiró.

Gerix caminó junto con su manada a su territorio, la idea no le había parecido mal, sin embargo sabía que había muchos otros que no habían estado de acuerdo. Caminó hacia su compañero Hamidoria, tocó el omóplato de él con su nariz en forma afectuosa. - Vámonos, en la próxima asamblea podremos. Te ayudaré con las tareas para que podamos llegar a tiempo.

El líder de la luz lanzo un último aullido al cielo indicando que era hora de irse a toda su manada. Celeste por su parte, bajó del cielo y se colocó en el hombro del líder. Ark ladeo la cabeza hacia su lugarteniente - adelántalos, yo llegare un poco más tarde. -

Stalin se sentía mal al no haber dado un argumento durante la asamblea, estaba en deuda con su lugarteniente, él sin duda le ayudó cuando lo necesitaba. A continuación se volteó y alzó también un aullido que indicaba a sus miembros que era hora de irse.

"Pérdida de tiempo" era como Noche, lugarteniente de la Oscuridad el se refería a las reuniones. Bien su líder se había referido a que la fuerza es una arma perfecta para mantener a los humanos al margen, durante la asamblea soltó ligeros bostezos, no veía porque seguían hablando puesto a que la manada oscura ya había dado su punto de vista. Cuando escuchó que las manadas se retiraban se alzó y busco a Kassia, no la pudo ver más que en una ocasión cuando dio su punto de vista, decidió que tal vez iría con ella en lo que todos se retiraban.

Sprint permaneció en silencio viendo como todos se retiraban. Su cabeza se había hecho un lío, y quizás concordaba con la opinión del lugarteniente de la Luz, pero su orgullo no le dejaba decir "Tiene razón"
Viendo como todos se retiraban hacia sus respectivos territorios Sprint suspiró.
- Nos vamos - Dijo un tono estoico.
Al bajar de la roca se dió cuenta de la presencia de Hamidoria, que estaba hablando solo. Se acercó a él y escuchó las palabras a medida que su manada se dirigía a su territorio, el quedó atrás.

Quedó mucho más confuso de lo que estaba.
¿Una muralla?
¿Humanos peleándose entre ellos?
...
¿No se supone que todos eran las bestias?

Browner, el gran ojo de Serpiente se acercó, y miró a su joven compañero.
- Creo que has hecho un buen trabajo en tu patrullaje. - Respondió con su voz anciana, mirándole con su único ojo mientras sonreía.

Sprint simplemente asintió a la respuesta de Ojo de Serpiente y después de una reverencia se fue corriendo hacia su territorio, mientras la cabeza le daba vueltas.

Burg también se acercó a Hamidoria, sorprendentemente estaba confuso también. El había vivido en la ciudad, había visto esas murallas pero nunca había visto a los humanos pelear entre ellos. - Mejor vayámonos. - Respondió él, dándose media vuelta para irse a su territorio. Ojo de Serpiente empujó a Hamidoria para animarle - Acabas de correr, pero es lo que hay - Respondió firme.

Elliot no había hablado en toda la reunión, pero le llamó la atención ese lobo, Soac. El ejemplo de su compañero Leo le pareció una falta de respeto pero a la vez tenía razón.
Diana estaba nerviosa, había visto a su líder y amigo confuso muchas veces pero no de esa manera tan grande. Ludwig ni se preocupó, seguía a los demás con una expresión despreocupada.
Nuttall estaba nervioso, quizás la había fastidiado cuando él habló y se sintió un poco culpable.
Sasayaku e Hiroto estaban igual de despreocupados como Ludwig, teniendo en la cabeza de que su líder SIEMPRE tenía la razón. Skoll por su parte solo se molestó en suspirar aliviado de que la reunion terminara.
Hund había permanecido al lado de Kiba. A él le preocupó la invasión de los humanos hacia su territorio, pero el perro decidió tomarlo como un chiste. Le dió gracia algunas actitudes de los miembros, como la de Nuttall.
Agallas permaneció al lado de Reiko todo el rato. El no tenía nada que decir y se encontraba terriblemente agobiado cuando todos empezaron a hablar. Cuando Leo se subió a la roca sintió miedo, Manto Nocturno le imponía, más sin embargo tenía razón.

Pero vivir en manadas era por algo.

Porque el bosque es muy difícil como para sobrevivir solo.

Porque Tusken es el lugar de los lobos de la Madre Naturaleza. JODER, PORFIN.
Debo aclarar que no todo lo que han escrito está puesto, lo he ordenado un poco y creo que ha quedado bien ^^
Disfruten y muchas gracias

Los personajes pertenecen a sus respectivos autores.

Description
"Protege a tu familia, honra a los ancianos, enseña a los cachorros, se fiel a tus amigos, trabaja en equipo, expresa tu opinión, mantén tu posición, juega mientras puedas... Y siempre deja tu marca. "

La Luna Llena reinaba la noche en aquel momento. La luz brillante del astro penetraba en los ojos abiertos de los cánidos del lugar, mientras el agua del manantial fluía con tranquilidad. Después de que todos recitaran el famoso "Código de Tusken" hubo un gran silencio. Lo único que se podía escuchar eran los grillos cantando su típica serenata nocturna. Había muchísimos caninos, entre ellos perros y lobos, todos juntos en grandes grupos y pegados a una gran roca; En donde se posaban diferentes lobos. Estos eran los líderes, que mantenían una posición tensa y autoritaria.
Los caninos en grupos, que eran los miembros de distintas manadas, se miraban entre sí, buscando qué hacer. Se notaban tensos y algo intimidados.
Al fin, uno de los líderes habló.

- ... Buenas noches a todos. - Dijo en un tono serio. - Nos hemos reunido aquí para algo importante... - Tragó saliva por un momento - Los cazadores. Mis vigilantes y yo hemos avistado a esos seres repugnantes andando por las fronteras. - Se sentó esperando la respuesta de los líderes.

La caída de la noche había levantado no sólo el horario para debatir las diversas sospechas y hechos que reunían a los seis clanes, sino también, la pesada figura del líder de la sombra que con la llegada de la luna, sentía de nuevo la vitalidad que el sol y el día le arrebataban. Junto con el grupo de cánidos que conformaba su creciente manada, el lobo oscuro se sentó sobre sus patas traseras con una postura firme y orgullosa, además de autoritaria, dejando tras su espalda a sus lobos quienes compartían lenguas entre éstos, miradas a lo lejos, y ladridos o aullidos que se apagaron con la voz de uno de los líderes alzadas para dar inicio a la asamblea.
Thalestris, estoico como era su costumbre, mantuvo su posición y su expresión seria sin variar ni aunque oía cosas que a otros les revolvía los nervios, y al oír finalizar a su contrario, tomó una gran bocanada de aire y ladró en respuesta en un suspiro, alzando su ronco y seco tono de voz.

- No son los únicos que han avistado señales que no podemos pasar por alto, pero a diferencia de lo que creo ha hecho la mayoría, la manada de la oscuridad no ha sido cautelosa al respecto - Entremezcló un poco de saliva entre sus palabras, relamiéndose el hocico antes de continuar, no sin antes dedicar una mirada de soslayo a los cánidos reunidos a su alrededor y especialmente, a los líderes presentes en el frente- Nosotros hemos hecho respetar la autoridad sobre nuestro territorio, y hemos demostrado que no somos una presa dócil, sino todo lo contrario: somos depredadores, y no hemos tenido miedo en demostrárselo a esos humanos. Ellos deben conocer su posición.

Una serie de murmullos se hicieron presentes, haciendo evidente la polémica que despertaba el actuar tan ofensivo por parte de la manada de la oscuridad ante esa amenaza. ¿Por qué no habían esperado a la asamblea? ¿Por qué no habrían aguardado a acordar correctamente las cosas antes de tomar una decisión?
Muchas voces se alzaron en protesta, pero bastó una mirada del hostil lobo para que muchas de éstas callaran en el acto.

Fuminator, vigilante de la manada del Fuego acababa de terminar su típica meditación.

- En mi mera opinión, sería más sencillo si pudiéramos dejar nuestras diferencias y ser una sola manada. Todos somos lobos y lobas iguales, peleando por sobrevivir en este frío y cruel mundo. Quizás no sea fácil para algunos y creo que tienen sus razones, pero hermanos y hermanas, todos seguimos el mismo camino hacia nuestra propia felicidad y no somos una presa dócil, pero no creo que sea prudente pelear, siempre hay otras formas de resolver los conflictos. Eso es lo que pienso. - Se quedó en su sitio, sentado, cerca de los de su manada esperando a que sus palabras pudieran llegar hacia los oídos de los demás.

Sprint miró enternecido a Fuminator como si se tratara de un cachorro. Con una sonrisa finjida habló hacia él:
- Oh, Fumi. Qué inocente eres.
Levantó la mirada hacia los demás líderes, en especial hacia el líder de la manada de la Oscuridad.

El lugarteniente del clan del agua, sentado detrás del líder Gota de Acero, con posición admirable y de hacer respetar, pero con una mirada que demostraba su cálidez natural pero a la vez su poder de justicia que no permitiría que nadie manchara, se levantó para hablar, luego de con un movimiento de cabeza, le pidió permiso a su líder, hablando en nombre de toda su manada.

- Estoy de acuerdo con el gran lobo del humo, nuestro territorio ha sido invadido, no solo por tierra, sino también por mar por la presencia humana. Nos roban con gran descaro toneladas de peces en frente de nuestros hocicos, y no podemos hacer nada.- Mira con seriedad pero también con respeto al líder de la oscuridad.- La violencia no siempre es la mejor solución, ellos son temerarios e irrespetuosos, pero no todos los humanos son así, te lo puedo asegurar, gran líder Thalestris. - miró al frente de nuevo, y con un ladrido aumentó el tono amble de si voz a uno de molesto.- ¡Pero han intentado cazar, no sólo a nuestras presas, entre ellos castores, que ya de por si escasean, sino que encima tratan de matar como trofeos a nuestros compañeros, A MI FAMILIA! Traté de razonar con varios de sus fieles perros, y con gran vergüenza de decir esto, me contestaron que éramos simples trofeos para ellos, no son cazadores, ya que los cazadores de verdad cazan para subsistir... ¡Ellos son asesinos! Debemos pararlos cuanto antes o sino, vendrán más y más. Matar a sus perros no serviría de nada, debemos acabar con ellos y... Me duele en el alma decir esto, pero no veo otra solución. -

Tanto Tendaji, como su hermana menor miraban con una expresión estoica pero seria al frente, oyendo a lo que cada líder decia. Los ojos de Tendaji, de hecho, solo el ojo, miraba con una mirada fría al líder oscuro.
¿Acaso estaba loco? Tal vez tenia razón, hay lobos que independientemente de su manada se hicieron respetar por si solos ante los humanos.
- No importa como pensemos o que respondamos... siempre acabamos igual. - pensó soltando un suspiro. Mientras que, en el sector de la manada de la Luz y de Oscuridad, Hood y Havoc miraban a sus anchas, aunque disimuladamente, las expresiones del resto.

Era un maldito deleite.

Entonces Tendaji levantó la voz, con intención de que se oyese lo suficiente.
- Tal vez, deberé de concordar con alguna de sus opiniones, aun así, no podemos aliarnos, pero tampoco combatirles. -objetó el tuerto con voz firme.
Hood no se calló tampoco, sólo que lo dijo en un tono normal, apaisado.
- Pese a eso, ellos deben aprender a respetar a quienes son dueños de estos territorios. Y esos somos nosotros.

Gamma le echó una mirada lo más disimulada y expresiva posible a Sprint. El tampoco estuvo de acuerdo con el comentario de unir manadas, sin embargo recordó las palabras de Sek.
Su maestro le había dicho que esa era la mejor solución. Lamentablemente el líder del Fuego había faltado a esa reunión y por eso no conocía los anhelos de Sek.
La hiena se notaba nervioso pensando en las posibilidades de que alguien le hubiese visto enviando señales al líder de otra manada.
Le dió un vistazo a Gatichan para demostrarle que esto no iba bien.

El solitario Sek se encontraba alejado de la zona de reuniones, observando como se desarrollaban las cosas. El también recordó el discurso que le dio a Gamma, Damnum y Michaello. Se arrepentía de no haber llamado a Sprint ese día. -Vaya... Por lo que veo mis discípulos están bastante negados al cambio...- Dice para sus adentros.

El líder del viento escuchaba todo sin mucho afán, sentado con el cuerpo erguido y los ojos cerrados moviendo la cola de lado a lado de forma pacifica. Esperó a que todos callaran para intentar tomar la palabra, se levantó abriendo los ojos. - Si bien es certero que somos depredadores; Tampoco somos asesinos - dijo en un tono calmado mirando al líder de la Manada de la Oscuridad con calma y respeto, no quería provocar a una pelea. Así mismo volteó a ver a los lobos de su manada, buscando consuelo y fuerza en ellos - Como sabrán, muchos de nuestros compañeros han convivido con ellos, entre ellos también me incluyo, tenemos bastante conocimiento de las diferentes experiencias que hemos vivido cada uno... solo hay que buscar una forma de aprovecharlas ya que la violencia no es una opción, si atacamos de frente lo único que lograremos es que nos exterminen - Los murmullos se alzaron, en desacuerdo y a favor, con un ademán Okan los hizo callar, tomando su asiento nuevamente terminó de hablar - La manada del Viento no atacará, si nada se acuerda en esta asamblea tendremos que ver solo por los nuestros -
El lugarteniente del viento, Ybrid, simplemente se mantenía firme al lado de su líder para, cada tanto, desviar algún ojo, por causas de un tic.

La líder del Bosque escuchaba a los demás líderes con atención, calmada mientras estaba acomodada sentada en la roca esperando y esperando. Los grillos resonaban por todo el bosque cada vez que se hacía el silencio. Continuaron hablando hasta que se hizo el silencio de nuevo.
La loba se puso en pie con una postura imponente que hizo que piedrecitas desprendidas de la gran roca cayesen.

Aclaró la voz. - Antes de empezar, quería decir una cosa. -Se giró para mirar a su manada- Podéis decir lo que queráis, no seáis tímidos. ¿Vale? -Dijo con un tono encantador y volvió a girarse hacia los otros líderes.-
- Estoy de acuerdo con algunos de vosotros, muchos vienen de estar con humanos. Mis experiencias con ellos no es que sean muy... buenas, pero he escuchado que hay humanos que... -Hizo una pausa- Aunque creáis que sea una locura... tratan bien a los animales. -Se escucharon voces y susurros que venían de todas las manadas. - La única amenaza son los que nos atacan, los Cazadores. Muchos de ellos sólo nos matan como un trofeo estúpido. -Miró al lugarteniente del agua- No quiero pelear, no quiero matar, no quiero ser violenta, sólo quiero que dejen a Tusken en paz.

Kyle, cuando escucho las palabras de su líder, no pudo evitar poner una cara de asco y ver su herida , ya que no creía que la plaga más grande del mundo tratara bien a los animales.

- ¿Aliarse...? ¿Estáis locos...? - Gruñó, refiriéndose a todos ellos que querían aliarse entre todos, pero sin intención de buscar pelea. - No podemos aliarnos. Lo dicen los ancestros.

Tornado, con una sonrisa arrogante y confianda se puso al frente. - Pues en eso tiene razón Sprint. De ninguna manera me gustaría que manadas tan debiluchas se juntaran con la mía. ¡No, señor! Quiero decir, un ser tan extraordinariamente fuerte como yo no puede pelear a lado de lobitos tan débiles sería mucha vergüenza...- Rió confiado de sí mismo.

Mientras tanto, Hiroto y Sasayaku, guerreros de la Oscuridad se encontraban tumbados juntos muy pegados a la roca. Hiroto era el único que no estaba prestando atención, prefería ver el agua del manantial fluir. El perro escuchó las palabras de Tornado que le irritaron a la mínima, pero sabiendo que armaría una guerra en ese momento prefirió lanzarle una mirada de desprecio.

- Mi líder tiene razón. Somos la manada más fuerte y no vamos a dejar que la mierda-humanos vengan a acercarse a mi precioso territorio. - Hiroto asintió a su respuesta.

Burg, el pequeño bulldog que se encontraba al lado de su líder frunció el ceño al escuchar las palabras de Sasayaku.

- ¿Pero tú de que coño vas, quillo? - Dijo sin ninguna delante de todos, sin pelos en la lengua, refiriéndose al perro de la cadena.

Tornado habló de nuevo. - Pues... si Sasayaku es tan fuerte como su "habilidad" - Dijo en tono burlón - de conseguir pareja; Dudo mucho que se pueda defender, ni siquiera con una pequeña pulga. -

Burg se rió ante el comentario de Tornado. - ¡Toma ya, nene! ¡Menudo zas ta'metio! - Le gritó a Sasayaku. Hiroto también se reía. El perro lo único que hizo fue darle un cabezazo a su compañero.

Roig sólo movió la cabeza con entendimiento del otro, más tuvo que responderle.- Nunca dije de atacar al frente, Okan. - tomó una bocanada, mirando los lobos de la manada del viento.- Tu clan es valeroso y vuestro poder muy peligroso, de tan sólo hacer que el viento bufe fuerte, muchos humanos cobardes no se acercarían por mera vagonería, no querrían molestarse en pasar un mal día por el viento.- se giró hacia su propia manada, sonriendo dándoles confianza.- Aquí prevalece la inteligencia y no la fuerza bruta. Son cobardes por naturaleza. Se creen fuertes por sus armas y sus perros, pero solos son débiles, demasiado y todo. Asustemos a sus perros, destruyamos sus armas y, sin derramar sangre, tendremos la victoria asegurada. - Dijo.

Nube de repente interrumpió su discurso de golpe.- ¡Esos cazadores ME ROBARON CINCO PRESAS en menos de dos días! No es justo! - dijo con gritos y una clara molestia.

Michaello se sentía indiferente, escuchaba atentamente y ojeaba a todos los machos que estaban presentes, mantenía una sonrisa picarona cuando alguno le devolvía la mirada, pero siempre le ignoraban. Se reía a sus adentros pensando en cosas que nadie aquí presente querría conocer.

Kiara estaba sentada cerca de los canes de su manada y al lado del cachorro al que cuidaba, Salvaje. Miraba con atención a todo el mundo, pero no paraba de mirar de vez en cuando al pequeño lobo, ya que ese era su deber.

Gatichan estaba sentada justo al lado de su hermanito Gamma, miraba a todos y escuchaba sus opiniones, pensaba para sí misma las respuestas que les podría decir, pero prefería mantenerse en silencio y escuchar. De repente una molestia en la garganta de la gatita le impedía respirar con normalidad, entonces comenzó a toser levemente para no llamar excesivamente la atención. De repente la molestia se transformó en algo más molesto aún y no pudo evitar comenzar a experimentar unas arcadas y a hacer muchos sonidos parecidos a regurgitaciones. Todo este alboroto terminó con un último tosido, liberando así su garganta y volviendo a respirar con normalidad, y eso que le molestaba tanto salió, una enorme, babosa y peluda bola de pelo calló de la boca y rodó por el suelo. Cuando la gata se incorporó, vio a gran parte de los lobos observándola con una expresión de, entre asco y asombro. Tras lo sucedido, se encogió de hombros, echó las orejas hacia atrás de la vergüenza y pidió disculpas.- Lo... lo siento mucho. - Bajó la cabeza y se escondió detrás de la fuerte pata de Gamma.

Andrómeda estaba bastante ajena al tema de la reunión, solo escuchaba buscando ya una conclusión. Le encantaba salir de la rutina con cosas así, y cuando se enteró de que iba a haber una reunión saltó de la emoción, pero en aquel momento le pareció que estaban perdiendo el tiempo. Ella iba a tener que seguir curando lobos se unieran o no, tenía un trabajo bien definido, así que se entretenía jugando con su luminosa galaxia. De repente escuchó a Gatichan toser muy fuerte y se asustó. Cuando llegó a su lado ya había echado una bola de pelo. La loba sonrió con ternura.

- No te disculpes, pequeña, mejor fuera que dentro -Dijo, guiñando un ojo.

Gamma intentó esbozar una sonrisa ante la amabilidad de Andrómeda, sin embargo era muy superficial puesto que en su interior realmente se estaba poniendo muy nervioso.

Kassia se encontraba cerca de aquellos de la manada de la luz, algo inquieta, todos los lobos andaban con quejas entre la disputa por culpa de que los cazadores invadian cada vez los territorios y se apropiaban de las cazas de otros.

- Es injusto que siemore anden robando nuestras presas, pero como dicen, también se podría esperar y planear algo, es mala idea atacar directamente a los cazadores y los perros que les acompañan ya que si nos toman como premios o nos transforman como amenaza, podríamos estar en peligro, ¿no creen? - Dijo con la esperanza de que pudiese alguien escuchar ese reclamo suyo. - Las presas escasean, hay lobos incómodos debido a esta situación, y algunos llegarían de seguro a estar en peligro. Hay que tramar algo o esto podría llegar a peor si se confían. - Respondía con tristeza, odiaba los enfrentamientos y a veces se movía de un lado a otro, ondeando la cola más no era de alegria, sino lo contrario, era una molestia constante.

Cheyenne escuchaba a lo lejos, no era de la manada de la luz de hace tiempo, pero no pudo evitar escuchar las conversaciones de todos, le causó pena que les robaran sus pertenencias. Pero no sabía si podría intervenir o no, debido a ser una solitaria. Mientras pensaba cómo ser capaz de poder entrar a la conversación, quería ayudar y aportar algo, pero su voz de voto seguramente sería nulo, agachando sus orejas y manteniendose callada cerca a la manada de la luz. Kassia al verla se sentó a su lado para estar acompañada de la quien más confiaba en ese momento, alzando las orejas y mirando a todos los líderes y lobos que hablaban en bajo y otros que alzaban la voz para hacer su acto de precencia y opinión. Ellas esperaron a las demás respuestas.

Thalestris ni se inmutó al oír la poca recepción que habían tenido sus decisiones por parte de las otras manadas, pues más le importaba tener la aceptación de su propio clan respecto a aquella decisión, aunque sabía que habían opiniones encontradas dentro del círculo. Sin embargo, no pareció flaquear ante los comentarios del resto de los líderes, y lejos de querer parecer desinteresado, sólo desvió el rostro hasta perfilarlo para contrarrestar su silueta con el reflejo de la luna y observó en dirección a donde se encontraban sus cánidos, esperando a que alguno de éstos alzase la voz.

De entre el grupo, un lobo-zorro de pelaje manchado como la tinta se asomó con cierta timidez, y con una sonrisa torcida e inocente rió levemente, mirando de reojo hacia donde se encontraba Kassia, sentándose sobre sus patas traseras para ganar un poco más de altura entre la multitud. Era Seto.
- Estoy de acuerdo con la loba de la luz en cierto punto, quizás atacar directamente no sea la solución.. ¡Pero vaya que funciona espantarlos! Deberían haber oído sus alaridos, ni siquiera sus perros de compañía eran capaz de defenderlos ante un simple gruñido -Exclamó con energía el bipolar y enérgico guerrero, pasando de mirar a Kassia al ojo pálido y perdido de su líder.

- No estoy diciendo que el enfrentarnos directamente sea la solución, joven -Respondió firmemente el lobo oscuro, dirigiéndose a Kassia con sus palabras- Lo he conversado con mi clan, y creemos que al menos una solución parche para esta situación es demostrarle a los humanos que también sabemos defendernos, pero no arrasar con sus territorios. Sólo defender lo que por ley nos pertenece; es todo. -Inquirió el lobo, entrecerrando su único ojo hábil con parsimonía, sin perder esa calma escalofriante que a veces despedía- Sin embargo, ¿Una unión entre los clanes? No, eso no me huele a nada aceptable, por algo estamos divididos.

- ¡Exacto! -Exclamó Espectro de Tinta, moviendo entusiastamente su cola tras de sí- Digo, digo, no es que no esté de acuerdo, no me malentiendan -Se enredó- Es sólo que.. -Moduló un par de veces, intentando explayarse, mas solo consiguió un par de ladridos de reclamo por parte de sus compañeros, los cuales amenizó con una pequeña risa antes de continuar- Es sólo que.. por algo no somos desde ya una sola manada, quizás porque efectivamente divididos podemos ser más fuertes enfrentando esta amenaza.. sólo debemos llegar a algo en común -Concluyó.

Leo, quien escuchaba desde el fondo, rodó los ojos ante tantas tonterías escuchada. ¿Qué tenían que discutir? La respuesta estaba delante de sus narices y nadie la veía, al menos no totalmente. Con paso firme y molesto, se puso al lado de su líder, con todo el descaro del mundo, mirando en dirección a solo los demás líderes, sin prestar atención a los demás, sin darse cuenta que cierto alguien le veía desde lejos.- Pero mira que sois todos idiotas.- se escuchó un gran revuelo, pero de un ladrido los cayó.- ¡La solución es simple! Cada cual que se busque la vida. Yo no tengo porque arriesgarme por alguien que ni siquiera conozco. Ni quiero hacerlo por mi clan, y lo hago por obligación. Así que ¿Qué coño hay que discutir? Nada, que cada uno se busque la vida y, di es débil, que se joda. - Todos estaban conmocionados por sus palabras, escucha el revuelo pero le daba igual ¿por qué callarse? - Aquí cada uno dice lo suyo, tengo el derecho de hacer lo mismo. Si queréis morir por alguien que en el futuro os traicionará, vosotros mismos. Pero más de uno será sensato y no moverá ni la cola por los demás.-

Sprint quedó embobado con la respuesta de Leo, sin duda no se esperaba su respuesta. Se llenó de ira y le gruñó por tales palabras. ¿Como se había atrevido a subirse a la roca y a mencionar tales cosas? La verguenza ajena era lo único que podía sentir. Por otro lado, sorprendentemente Sprint daba voto positivo a la respuesta de Tinieblas.

Ludwig roncó al escuchar las palabras de Leo, se ocultó entre los demás para no ser visto y pertenecer a las voces de los demás. - Ni en broma. No me pienso unir a nadie. - Protestó él. - Ya estoy "feliz" - dijo sarcásticamente - con unirme a los de la manada del Bosque... - Resopló.

Diana intentó darse a conocer entre la multitud que hablaba sobre las palabras de Manto Nocturno, siendo un poco aplastada por la multitud. - Creo que los cazadores no son los culpables de las muertes. Ellos son también seres vivos y necesitan alimentarse, como nosotros también necesitamos alimentarnos de los conejos. ¿Acaso está mal sobrevivir? Ahora sí hablamos d-.... - Fue empujada por Nuttall. - ¡NI MODO! !TENEMOS QUE MATARLES A TODOS! ¡YA LES CARGÓ EL PAYASO WEY! - Diana se levantó rápidamente y le empujó a él. - Tu quietecito ¿Eh? ... Ahora si hablamos de matar por diversión... eso está mal, pero no sabemos cuando van a atacar por superviviencia y cuando van a atacar por deleite propio...

Rose solo miraba a los de su manada, callada y sin opinión, ella no quería juntarse con los de la manada de la Luz, pero si no lo hacían, sus presas, que de por si eran difíciles de encontrar, desaparecerían, además muchos compañeros también morirían por culpa de los humanos, quienes solo desean quedarse con todo lo que ven.

Cazdrid con la mirada amargada de siempre, observaba solamente su garras, no prestaba atención a la discusión, pero al escuchar las palabras de Leo, levantó la cara y sin asombro o inquietud solo pensó en ello.
Yun miraba a su compañera y prestaba atención a la junta pero cuando hablo Seto, noto una pequeña luz en los ojos de Cazdrid.

Hipotermia solamente miraba con atención que algunos caninos susurraban a favor o en contra de las cosas, pensando si convivir con los de la manada del fuego o oscuridad seria una buena idea.

Courageux, el lugarteniente de la luz, observaba y pensaba en aquellas opiniones que más llamaron su atención, una de ellas fueron las palabras de Morgana la líder de la manada del Bosque, recordando algunas experiencias personales, cuando los otros lobos callaron, dijo: - Creo que juntarnos y atacar, no servirá, muchos no están de acuerdo en atacar junto a otras manadas, yo me incluyo, pero debemos de hacer algo, o pronto este lugar que era nuestro, terminará lleno de cosas humanas. Además de alguna manera todos llegamos aquí, necesitamos este hogar y a la naturaleza de la que sobrevivimos. - Aclaró.

Grande fue la sorpresa entre los cánidos al oír la exclamación de sinceridad por parte de Leo, y no era para menos; ¿Quién tenía siquiera las agallas para alzar así la voz frente a su figura de autoridad y desmerecer de ese modo la vida de sus compañeros? El líder de la manada de la oscuridad miró de reojo en dirección hacia donde se encontraba la manada del viento, y sin disimularlo, sonrió de forma leve. Le gustaba esa actitud, y lamentaba, en cierto modo, no tenerla entre las voces de su clan. Sin embargo, sí habían otras que eran capaces de alzar la voz, y sabía que entre esas habría alguna opinión sensata que no hubiese sido oída previamente entre los demás canes.

- Podrían oír a este lobo, parece que incluso siendo de un clan sabe velar por sí mismo -Alzó la voz Thalestris, haciendo jolgorio de las palabras expuestas por parte de Manto Nocturno - Eso no se ve muy amenudo, el estar entre otros nos hace ser dependientes, excesivamente a mi juicio; el saber defender la vida propia por sobre la del resto es una virtud.. Pero.. -Se mantuvo unos momentos en silencio, hasta que decidió agregar en un suspiro nasal- Lamentablemente, no estamos hablando con un solitario, y aquí hay que respetar la vida de los otros de la misma forma en que intentamos velar por la de nosotros mismos.

Muchas voces se alzaron a favor de las sabias palabras del cánido oscuro, unas que eran curiosamente inesperadas viniendo de su propio hocico. ¿Quién diría que Thalestris, la pesadilla de la oscuridad misma, hablaría tan retóricamente sobre el cuidado al prójimo? ¿Ese que podía sacrificar a otros sólo por sus propósitos y que incluso había arremetido con violencia frente a los hombres?
Tenía muchas sorpresas para dar, y sin duda, ésta había sido una de ellas.

Soac literalmente su mente estaba en un estado de semishock, realmente tenía ganas de llorar en esos momentos. Sin embargo alzó su mirada a la luna tratando de buscar consuelo a las estrellas. Suspiró entrecortadamente, aulló con todas sus fuerzas, ganándose las miradas de algunos caninos, no obstante los ignoró y se puso de pie, se sacudió para sacarse la tierra del pelaje y a paso tranquilo caminó línea recta hacia donde estaban postrados los líderes. Una vez ahí hizo una reverencia completa por unos segundos - Mis líderes... Con sumo respeto deseo dejar algo claro aunque están en todo su derecho de ignorarme... - Se calló por un momento. - No importa cómo, no importa cuantas vueltas le den al asunto, eventualmente todas las sugerencias irán por un camino y esa es la pelea por más que me duela admitirlo yo mismo, eso es lo único que al final de cuentas se podrá hacer ya sea incluso en defensa, terminaremos con las patas y los hocicos manchados lo que se debe hacer es pensar que hacer con los cachorros, las embarazadas y los ancianos, en lo que mi concierne alguien debe guiar y custodiar a estos tres grupos a una zona segura mientras se desata la batalla...

Leo sonrió orgulloso unos segundos ante la primer respuesta del líder de la oscuridad, pero la borró al escuchar lo siguiente.- Tks, si tantas ganas de morir tenéis adelante, pero yo solo lucharé por mi mismo.- y así se retiró a su respectivo sitio.

Zafira, luego de escuchar el lobo blanquecino dio un paso al frente con su típica sonrisa picara y su elegancia vanidosa, riendo para llamar la atención de los demás.- Coincido con el blanquito, los cachorros no pueden luchar, los viejos menos y ya ni hablemos de las embarazadas. - sorprendentemente su rostro se volvió serio, para sorpresa para más de uno.- Lo mejor seria traerlos aquí. Todos aquellos que no puedan luchar, sea cual sea la manada y, que la mitad de los curanderos fuera a la batalla para ayudar a los guerreros mientas la otra mitad cuida de los que se queden aquí, si se piensa es lo más lógico.-

Júpiter se encontraba en los alrededores de donde se iba llevando a cabo la reunión, olfateando con gran interés los alrededores - oh, nuevos lobos - pensó para si mismo, al ser un lobo solitario de toda la vida no conocía a muchos y tampoco sabía mucho de las manadas. Se acercó más al lugar con el hocico en el suelo hasta llegar al claro donde había, lo que pareció para Júpiter, cientos de lobos. Los ojos se le iluminaron de emoción, quería saludar a todos pero se limitó a hacerse un espacio en el centro para escuchar más atentamente lo que hablaban, aún que, honestamente, no entendía nada.

Cazdrid escuchó a los demás y se puso en pie, lanzó un aullido y djo :- La verdad... a mi no me importa si me sacan de la manada. - algunos lobos le lanzaron miradas, pero sin importarle mucho su opinión, continó :- yo estoy aquí por... - se queda callada - bueno, yo no tengo problema en estar aquí, pero si me sacan de la manada, no me importará tampoco, es divertido molestar a los humanos, les diré algo, si ellos nos roban, ¿Por qué nosotros no? Quiero decir, ellos se creen reyes, pero nos temen, ¿Si no para que construir armas y traer a perros que nos traicionaron?

Damnum había escuchado la respuesta de su líder con gran orgullo. El lobo negro se encontraba tumbado apaciblemente bajo un árbol viendo cómo se desarrollaba todo a lo lejos. En cuanto se propuso el unir a las manadas recordó las palabras de su maestro. El lobo no era estúpido y sabía que así tendrían más posibilidades de ganar, la guerra tenía un enemigo claro y común, así que no sabía a qué se debía tanto alboroto por unir o no unir. También le parecía nefasto que hubiera líderes cuya opinión fuera dejar a los humanos cazar todo lo que les diera la gana sin repercusión alguna hasta que se celebrara una asamblea. Él mismo había presenciado como aquellos sucios homínidos le habían arrebatado la familia al pequeño zorro que ahora cuidaba. Crímenes como ese no debían quedar impunes durante tanto tiempo. La opinión del lobo oscuro de la manada del viento le llamó la atención, sonrió con bravuconería, como compadeciéndose de aquel pobre individuo y su inocencia. Dos opiniones siguieron, y el lobo no podía guardar su mueca divertida. Una risa se escuchó lejos de la multitud mientras una figura negra manchada de blanco y plata se acercaba a dar su opinión:

- Se ve que alguien se aburría en su casa y decidió reunirnos a todos aquí para reírse de cómo nos mordemos nuestra propia cola - Alegó, con su inconfundible sonrisa- Estáis diciendo todos lo mismo y no os dáis ni cuenta. Hay que luchar por la manada de uno, claro; hay que proteger al bosque, evidentemente. Si cada lobo se preocupa de su culo habrá menos bajas, lógico, pero acabarían matando a todos de uno en uno. ¿No véis que podemos luchar sin unirnos? Cada uno en nombre de su casa pero todos a un enemigo común. Que vengan si tienen huevos. - Concluyó el lobo, al cual no le interesaba mucho la política, pero había empezado a cansarse.

Okan, el líder, volteaba a ver a todos los lobos reunidos, captando miles de esencias que venían de todas las manadas. El perrolobo se alzó nuevamente, con ademán agresivo gritó - ¡Silencio! - ordenó - Esto se está volviendo un caos.

Sprint despertó de su confusión que estaba teniendo en esos momentos y vió como todo se convertía en una locura. Obedeció la orden de Okan y se calló esperando a que todos hicieran lo mismo. Con la mirada ordenó a Nuttall que se callase porque sabía que el perro iba a ofender. Ludwig y Diana hicieron lo mismo que su líder. La manada del Fuego había entrado en completo silencio.

Burg vió que su Manada Aliada se callaba y decidió callarse también, soltando pequeñas risas por el chiste de Tornado aún.

Hiroto estaba un poco noqueado por el golpe de Sasayaku. - ¡NO ME DA LA GANA! - Chilló el perro hacia el líder del Viento, acto seguido el curandero de su manada, Skoll, le tapó la boca. - ¡Cállese, Susurro Infernal! ¿No ve que podría armar un escándalo? - se dirigió a los demás - ¡Silencio! ¡Silencio porfavor! - Ladró.

Zafira no pudo evitar reírse de Hiroto y Sasayaku, creó una risa entre divertida y coqueta, ninguno de los dos estaba nada mal. E incluso el que parecía el curandero estaba bien. Se acercó a ellos con sonrisa pícara, moviendo la cola con elegancia.- Si debemos unirnos no me molestaría hacer grupo con ellos... - fue entonces que vio a Damnun reírse con arrogancia y picardía, borrando toda sonrisa de su rostro.- Declino la oferta.-

Sin darse cuenta todo había terminado en un empedernido caos. Los ladridos se oían furiosamente entre la multitud, algunos alegando paz con los homínidos, otros reclamando el valor de su sangre sobre las tierras, y así era imposible llegar a una idea en común que permitiera consolidar el real motivo que los había reunido a todos allí. Poco a poco, la escasísima paciencia del líder de la manada de la oscuridad fue agotándose, y ante la falta de criterio a su juicio de los demás para mantener el orden de sus propios cánidos, soltó un aullido feroz al viento, como clamándole a la luna una paz que requería con urgencia.

El silencio se hizo presente, y toda mirada cayó directamente sobre la figura noctámbula del lobo.

Al tener la atención de todos, cerró su único ojo hábil y se irguió con orgullosa postura, barriendo con la cola tras de sí el polvo como manera de demostrar cierto fastidio.
- Esto no está llegando a ningún lado, y si hemos venido a discutir cosas que todos conocemos y no decantaremos a una solución, preferiría perder mi tiempo haciendo otras actividades. -Concluyó Thalestris, quien rápidamente se giró sobre sus pasos dispuesto a retirarse.

Pero podía ser detenido; iba de hecho a ser detenido. Sólo hacía falta que una voz se alzara justamente para que Tinieblas no partiera con su clan a cuestas.

Ya algo molesto por el comportamiento de muchos Roig ladró con fuerza, captando la atención del lobo negro que se iba, no podía permitirlo.- ¿Acaso todos no vivimos en el mismo bosque? ¡Eso nos hace iguales! Muchos de aquí sois descendientes no sólo de un clan, sino de varios. He tenido el placer de conocer a la encantadora Brisa Nevada - Observó a Nube - ella es la hija de un guerrero del bosque y una vigilante de la Luz. ¿Acaso por ello, así debe elegir una sola manada? Todos somos iguales a todos, nadie es mas que nadie. ¿Acaso mi vida prevalece encima de la vuestra? Dejad vuestro orgullo y vanidad atrás, hablamos de nuestras vidas y nuestro bosque. Dejad de discutir por quien debe ser salvado, todos merecemos el derecho a la vida.

Andrómeda escuchó el ladrido de Roig y atendió con más entusiasmo, pues lo que decía era la pura verdad, aquel era su bosque y su vida, el de todos los lobos por igual. ahora tenía que dar un paso al frente y hacerse oír.

- ¡Tinieblas, no te vayas! -Gritó- Escucha a Roig, este es nuestro bosque, el de todos. Así que tenemos que hacer algo, lo que sea - Mientras hablaba miraba a su alrededor y su galaxia brillaba intensamente para que la hicieran caso- ¿No has escuchado? Están cortando los árboles que os cobijan del sol por el día, están matando a nuestras presas y a nuestra gente, no sé cómo puedes atreverte siquiera a pensar en abandonarnos. -Gritó con tono de indignación.

Gamma le lanzó una mirada a Damnum mientras no podía dejar de pensar en la relación que tenía con él.
Quizás era muy evidente que le estaba observando. - ¿No tiene pensado seguir los consejos de ese vejestorio? - Susurró - ¿Está intentando ocultarlo?-

De pronto la voz fuerte y clara de la niñera de la oscuridad se hizo presente, y, ante los reclamos de que hiciera silencio por parte de algunos compañeros.
Un ladrido basto para que todo quedara en silencio absoluto.
- ¡ES SUFICIENTE! ¡POR PARTE DE TODOS! Hasta que calman la paciencia de los mas calmados, joder, sin ofender. -dijo refiriéndose a cada líder- Pero, no todas sus palabras son correctas, ni todas son incorrectas. Tal vez, pelear no está bien, pero es lo único que algunos sabemos hacer, ese es mi caso, yo peleé junto a un miembro de los iluminados de por aquí. Y estoy orgullosa de que me salvara el pellejo más de una vez, jamás conocí a alguien que pudiera hablar con tanta naturalidad sobre los problemas que podia observar en los territorios, pese a no pertenecer a ninguno. Tal vez, la única solución a todo esto, sería calmarnos, no perder los estribos y, por último, tratar de llegar a un puto acuerdo. -finalizó mirando hacia el frente con un rostro estoico.

Soac para este punto una sonrisa de amargura y cansancio adornó su hocico junto a un tic nervioso - A mis hermanos les hubiera encantado este tipo de reuniones... Eclipse hubiese apostado un estómago completo de jabalí a que dentro de poco habría lugar para una pelea por cosas estúpidos - La niñera de la oscuridad tenía razón. El albino generalmente era muy paciente, pero hasta ahí tenía un límite que ya se estaba rompiendo. - Supongo que decir que yo y mis hermanos somos hijos de un iluminado y una oscura no les ayudará a ver que nadie es realmente "puro". Esta discusión es pura tontería y nos estamos alejando del verdadero punto importante que es la protección y preservación del bosque y de las futuras generaciones...

- ¿Te aburres tanto como yo? -Dijo Damnum, y Umbra puso ojos de cansancio y dio una vuelta vertical.
Entonces notó la mirada de Gamma y se irguió, se podía imaginar lo que la hiena estaba pensando, así que pasó entre todos los lobos que estaban entre sus manadas para poder hablar con él. No le importaba nada que los de la manada de la luz pudieran lanzársele al cuello por su procedencia, pues era de noche y podía usar sus habilidades para desaparecer. No iba a atacar a nadie, lo último que buscaba era otra guerra, tan solo quería hablar con Gamma, al estar cerca de él carraspeó para llamar su atención.
- Gamma, no estoy desestimando las palabras del viejo, solo viendo la realidad- Explicó el lobo, que empezaba a sentir compañerismo hacia la macabra hiena- No hemos empezado nada y ya están discutiendo, míralos -Señaló con el hocico a los líderes- Yo me refería a un gran ejército con un sector por elemento...lo cual que es bastante parecido a lo que quiere Sek.

Gamma esbozó una sonrisa más acorde con su personalidad, esta vez era sincera y terrorífica. En parte por el mensaje de Damnum, pero sobretodo por la gracia que le causaba ver lo incómodos que estaban todos sus compañeros. - Jajajaja... ¿¡Es una pena que no nos den la libertad de desatarnos verdad?! - Dice en voz alta pero sin mirar a los de su clan, solo para molestar un poco.

Tendaji ya no soportaba aquella situación de estrés, lo entendía, sí. Además, él ya habia lidiado con humanos y perros caseros antes, y no todo era pintado como la mayoría decía.
Los del bosque podrían tener razón, aun así, el tuerto se encontraba sumido en sus pensamientos cuando sintío una pequeña pero leve y algo maníaca risa desde atrás, sabia que era ella, lo sabía porque no era la primera vez que la oía reir de esa manera. Hood podia descontrolarse a veces, pero le resultaba muy díficil el poder volver a su estado normal. Soltó un sonoro suspiro de molestia.

Jilena y Marine estaban sentadas juntas, apostándose quien daría la respuesta final hasta que Marine dijo para los de su manada. - Hey, ¿qué podemos hacer en esta horrible discusión para que acabe? - mientras, Jilena pensaba en todas las opiniones de los líderes. Ayame, por su parte solo cuidaba de los cachorritos, sin saber que opinar, pues las respuestas que creía que podía ayudar tan solo las ignoraban los demás.
Kyle seguía escuchando todo lo que decían los lideres y los otros lobos, pero teniendo una gran duda, miró a su manda buscando a Nube, caminó hacia ella y se sentó a su lado, pues le agrada mucho y además tal vez la discusión podría hacerse menos escandolosa.
Kiyuni solo quería que la discusión acabara y que el bosque no muriera.

Courageux el lugarteniente de la luz, un poco confundido por tantas voces, alzó la suya. - Bien, si nadie quiere unir manadas, tampoco habrá que destruirlas, tengo mi opinión y es que cada quien defienda a su manada, pero si los humanos comienzan a invadir cada vez más al territorio, nos uniremos, claro que solo es mi opinión, por si alguien tiene otra idea.

Subira, la cual se había mantenido callada durante la mayoría de la reunión, bajó las orejas.
- Seguro que ninguno es completamente "puro". Habrá excepciones, pero... somos todos iguales, literalmente.

El ya experimentado líder Ark, se había mantenido callado durante la reunión, pues había visto innecesaria su voz, debido al constante debate entre los dos "bandos" formados durante la discusión, aquellos que se negaban a actuar y los que preferían la violencia. Celeste, su fiel consejero, mantenía un vuelo sobre los cánidos presentes.
Ark no pudo evitar aprobar el comentario de su lugarteniente - Concuerdo contigo Courageux -se elevó y alzó su cabeza para obtener una mejor "visión" de su panorama - Esto no llega a ningún lado, hasta que ninguno de los presentes declare alguna otra propuesta, propongo que se mantenga distancia ante los humanos, si estos se adentran a nuestros territorios tomaremos decisiones del el líder correspondiente a la manada afectada, y podrá pedir ayuda de otra manada sólo en caso extremo.

- Yo tengo una propuesta. Pero... no se que pensaréis vosotros. - habló Hood, Danza de Trueno levantando la voz - Tal vez... si unimos fuerzas... no todos... pero si pequeños escuadrones... y armamos un plan, podríamos tratar de mantener al humano a raya... yo... conozco sus hábitos y... puedo ayudar. Se como cazan y como se movilizan... los he visto... -

Ark se mostró interesado en la propuesta - Me resulta interesante esa opción - miró de reojo a sus camaradas esperando una respuesta de parte de ellos.
Hood no pudo evitar mover la cola disimuladamente demostrando su satisfacción.

Stalin estaba muy nervioso, era un líder joven e inexperto, durante la sesión se mantuvo callado. La propuesta le había parecido interesante, ladeó la cabeza a su lugarteniente.
Roig miró también a Stalin ladeando la cabeza. No era mala idea, al mismo tiempo y al ver que su líder parecía nervioso le ayudó y se sentó a su lado, en señal de compañerismo y de que iba a tomar de nuevo la palabra.- Mi líder y yo estamos de acuerdo con la propuesta de la joven, si los demás líderes están de acuerdo, podríamos empezar los entrenamientos y preparativos cuanto antes, además... - buscó por su grupo con la mirada a la pequeña Sari, que siendo tan tarde no parecía estar muy despierta. - Los cachorros deberían retirarse ya. Por mi parte tienen permiso para dormir aquí mismo, supongo que para mi desgracia alguien no querrá formar equipo con nadie.- y diciendo esto se refería al descarado de Leo, no le gustó el hecho de que se metiera así en la conversación, fue un insulto para muchos presentes.

Las hojas del collar de Dylan comenzaron a volverse en un color verde oscuro, el había estado fuera de la discusión durante el debate, más el tenía algo muy en claro, no quería tener trabajo extra. Observó a los líderes de cada manada y después miró hacia el cielo nocturno. -Si pueden mandar una señal que acabe con esta reunión de una vez, háganlo! - dijo para sí mismo buscando una señal.

Hamidoria llegó corriendo jadeando. Relajó su cuerpo e intentó decir unas palabras - ¿Qu-qué? - observó como algunos lobos empezaron a esparcirse y otros se retiraban del lugar- Ay, no puede ser... - bajó la cabeza - llegué tarde, y yo que quería decir algo también... justo acababa de terminar mi rutina de patrullaje, y se me hizo tarde por ir más allá de lo que tenía planeado... - Se sentó en el suelo y murmuró - tonto, tonto, ¿por qué no puedes ser más puntual? agh... me he demorado, espero que alguien escuche mi mensaje - agachó la cabeza mucho más - O pueden pasarlo de largo si así lo desean; estos seres extraños llamados humanos, parece que me he dado cuenta de que incluso entre ellos hay desacuerdos... los ví, los ví dentro del bosque, en la zona este, en la frontera de la región supuestamente desconocida para nosotros...

Encontré una especie de muro, un muro muy, muy largo y alto, con señales extrañas colgando de él... en éste muro, había un gran hueco, por el que estaban entrando un par de humanos, con una especie de palos de metal en sus manos, uno de ellos hizo tronar uno de esos palos, se escuchó un gran estruendo, fue aterrador... me quería ir pero no podía, me intrigaba mucho el por qué una multitud de humanos había llegado a la escena, en algo que no puedo describir, es como, a lo que le dicen vehículos o algo así... creí que venían con los primeros humanos, pero en su lenguaje estaban diciendo cosas extrañas, se veían muy enojados, estos dos grupos de humanos empezaron a luchar entre ellos y terminaron llevándose bajo su merced a los humanos con palos de metal estruendosos, fue algo muy confuso, no entendí lo que pasaba...

Intenté leer uno de los carteles que estaba en el muro una vez que los humanos se fueron y sellaron el agujero, decía una frase muy rara, pero según lo que he investigado en ese letrero decía algo parecido a ''Área protegida, prohibida la caza''... qué es lo que intentan decirnos, ¿por qué están exactamente los humanos aquí? ¿Por qué esas criaturas, lucen tan superiores e inalcanzables... por qué luchan entre ellos mismos?

Yo... yo no creo que, que deberíamos entrometernos en estas cosas... ¿qué tal si los humanos son más temibles de lo que dicen que son, o qué tal si no es así?
Creí que nuestras tierras eran inmensas, sin fin, pero me he dado cuenta, de que somos un montón de conejos en una madriguera, controlados por la ira y el miedo, es un juego de poderes... - Suspiró.

Gerix caminó junto con su manada a su territorio, la idea no le había parecido mal, sin embargo sabía que había muchos otros que no habían estado de acuerdo. Caminó hacia su compañero Hamidoria, tocó el omóplato de él con su nariz en forma afectuosa. - Vámonos, en la próxima asamblea podremos. Te ayudaré con las tareas para que podamos llegar a tiempo.

El líder de la luz lanzo un último aullido al cielo indicando que era hora de irse a toda su manada. Celeste por su parte, bajó del cielo y se colocó en el hombro del líder. Ark ladeo la cabeza hacia su lugarteniente - adelántalos, yo llegare un poco más tarde. -

Stalin se sentía mal al no haber dado un argumento durante la asamblea, estaba en deuda con su lugarteniente, él sin duda le ayudó cuando lo necesitaba. A continuación se volteó y alzó también un aullido que indicaba a sus miembros que era hora de irse.

"Pérdida de tiempo" era como Noche, lugarteniente de la Oscuridad el se refería a las reuniones. Bien su líder se había referido a que la fuerza es una arma perfecta para mantener a los humanos al margen, durante la asamblea soltó ligeros bostezos, no veía porque seguían hablando puesto a que la manada oscura ya había dado su punto de vista. Cuando escuchó que las manadas se retiraban se alzó y busco a Kassia, no la pudo ver más que en una ocasión cuando dio su punto de vista, decidió que tal vez iría con ella en lo que todos se retiraban.

Sprint permaneció en silencio viendo como todos se retiraban. Su cabeza se había hecho un lío, y quizás concordaba con la opinión del lugarteniente de la Luz, pero su orgullo no le dejaba decir "Tiene razón"
Viendo como todos se retiraban hacia sus respectivos territorios Sprint suspiró.
- Nos vamos - Dijo un tono estoico.
Al bajar de la roca se dió cuenta de la presencia de Hamidoria, que estaba hablando solo. Se acercó a él y escuchó las palabras a medida que su manada se dirigía a su territorio, el quedó atrás.

Quedó mucho más confuso de lo que estaba.
¿Una muralla?
¿Humanos peleándose entre ellos?
...
¿No se supone que todos eran las bestias?

Browner, el gran ojo de Serpiente se acercó, y miró a su joven compañero.
- Creo que has hecho un buen trabajo en tu patrullaje. - Respondió con su voz anciana, mirándole con su único ojo mientras sonreía.

Sprint simplemente asintió a la respuesta de Ojo de Serpiente y después de una reverencia se fue corriendo hacia su territorio, mientras la cabeza le daba vueltas.

Burg también se acercó a Hamidoria, sorprendentemente estaba confuso también. El había vivido en la ciudad, había visto esas murallas pero nunca había visto a los humanos pelear entre ellos. - Mejor vayámonos. - Respondió él, dándose media vuelta para irse a su territorio. Ojo de Serpiente empujó a Hamidoria para animarle - Acabas de correr, pero es lo que hay - Respondió firme.

Elliot no había hablado en toda la reunión, pero le llamó la atención ese lobo, Soac. El ejemplo de su compañero Leo le pareció una falta de respeto pero a la vez tenía razón.
Diana estaba nerviosa, había visto a su líder y amigo confuso muchas veces pero no de esa manera tan grande. Ludwig ni se preocupó, seguía a los demás con una expresión despreocupada.
Nuttall estaba nervioso, quizás la había fastidiado cuando él habló y se sintió un poco culpable.
Sasayaku e Hiroto estaban igual de despreocupados como Ludwig, teniendo en la cabeza de que su líder SIEMPRE tenía la razón. Skoll por su parte solo se molestó en suspirar aliviado de que la reunion terminara.
Hund había permanecido al lado de Kiba. A él le preocupó la invasión de los humanos hacia su territorio, pero el perro decidió tomarlo como un chiste. Le dió gracia algunas actitudes de los miembros, como la de Nuttall.
Agallas permaneció al lado de Reiko todo el rato. El no tenía nada que decir y se encontraba terriblemente agobiado cuando todos empezaron a hablar. Cuando Leo se subió a la roca sintió miedo, Manto Nocturno le imponía, más sin embargo tenía razón.

Pero vivir en manadas era por algo.

Porque el bosque es muy difícil como para sobrevivir solo.

Porque Tusken es el lugar de los lobos de la Madre Naturaleza. JODER, PORFIN.
Debo aclarar que no todo lo que han escrito está puesto, lo he ordenado un poco y creo que ha quedado bien ^^
Disfruten y muchas gracias

Los personajes pertenecen a sus respectivos autores.