Description
Nombre: Max Leichtle
Edad: 27
Género: Masculino
Altura: 1,86
Personalidad:
Tranquilo/Caballeroso/Ordenado/Pacífico/Orgulloso
Max es sin dudas la tranquilidad personificada. Ya sea con su sonrisa o su suave tono al hablar, uno puede percatarse inmediatamente de su nivel de paz que su alma evoca.
Es muy difícil sacarlo de sus casillas, a menos de que se altere su preciado orden.
Cuando se trata de trabajo suele ser una persona demasiado ordenada y enfocada, pero nunca suele dejar de lado lo que es realmente importante como en ese caso lo era su familia o seres cercanos. Es muy emprendedor y nada discriminador, pero si te llamara la atención y te dirá donde andas mal o te has equivocado. ¿Castigos? O si, suele aplicarlos si no cumples sus normas o lo que te pide. “Si haces un desastre lo limpias”
Por cierto una buena taza de Té o café en las mañanas o en las noches con un buen libro antes de dormir es la mejor forma de pasar el rato.
Historia:
Maximilian nació en una familia de gran renombre dentro del mundo de los negocios. Su padre era el jefe, en este caso, de una compañía orientada a la publicidad y/o marketing. Él termino sus respectivos estudios en la carrera administrativa y sucedió posteriormente la compañía familiar.
Se casó a la edad de los 20 años y tuvo a su primer hijo dos años después. Todo era felicidad al principio, pero como siempre, “todo lo que sube, tiene que bajar”.
Su querida esposa sufrió un espantoso accidente que produjo en ella una fuerte amnesia. Olvidó quién era él, su hijo y hasta quién podría llegar a ser ella.
No obstante, lo peor era que no había posibilidad alguna de recuperarse a causa de una lesión profunda en su cerebro, la cual por más que el tratamiento surtiera efecto un día, le haría perder sus recuerdos con el tiempo.
Para evitarle más sufrimientos a su mujer decidió dejarla ir, ocultándole la verdad sobre su hijo y la relación que tenían, convirtiéndose así en padre soltero. Por supuesto, esto no era problema, él amaba a su hijo más que a nada en el mundo, por lo que cargar solo con la responsabilidad de su crianza no era nada. Pero… el destino le tenía otra jugada preparada.
Su hijo contrajo una enfermedad que no fue detectada hasta después de cumplir algunos meses. Un horrible y desconocido padecimiento que acabaría con una vida normal del pequeño poco a poco.
Así que la pregunta era : ¿Cómo podría salvar a su hijo? ¿Por qué le tuvo que tocar a él, a ese ángel?
La desesperación y tristeza empezaría consumirlo. A su trabajo ya no lo desempeñaba igual y casi siempre estaba ausente cuidado de su hijo.
“Todo estaba perdido”…
O quizás no.
La suerte le sonrió por una vez, cuando estaba casi a punto de tocar piso. Si había una oportunidad de salvar a su hijo, tan solo una, daría lo que fuera para que eso sea posible. Incluso si se trataba de…
“Tu alma, dame tu alma.”
Sí, ese era el pago por el deseo que pediría, aquel que salvaría a su hijo.
“Cerremos este contrato, “amigo”.”
Y así, en cuanto sus palabras terminaron de salir de sus labios, la tinta en el papel era absorbida.
”Mientras pueda verlo crecer sano y feliz, lo que pase con mi alma no me interesa...”
Contrato: Morado
Deseo: "Añoro curar la enfermedad de mi hijo."
Arma: Rapier (Espada)
Extras:
-La enfermedad de su hijo es conocida como Xerodermia pigmentosa
-No es exactamente la carrera que el quiso estudiar.
-Aborrece el alcohol pero lo tomaba por cortesía y negocios.