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Inicialmente la Luftwaffe descartó equiparse con el Heinkel 211, pero en 1943 tuvo que reconsiderar su decisión al necesitarse una plataforma de lanzamiento para los misiles Fieseler Fi 103.

A finales de los años treinta la compañía Argus había desarrollarlo el pulsorreactor, un motor de reacción de diseño primitivo pero muy económico, y lo ofreció al Reichsluftfahrtministerium como medio de propulsión de una bomba guiada de largo alcance. A pesar de la oposición del general Udet el proyecto siguió adelante y el 6 de mayo de 1942 tuvo lugar el primer vuelo de la Fi 103 V7. Se trataba de una aeronave sin piloto de tan bajo coste que resultaba más económica que los bombarderos tradicionales en coste por tonelada de explosivos lanzada. Sin embargo tenía varias limitaciones, siendo una de ellas su escasa precisión, con un error probable con el máximo alcance de caso 30 kilómetros, por lo que solo podía emplearse para atacar blancos de gran tamaño (es decir, ciudades o grandes áreas industriales). Otro inconveniente era su limitado alcance, de 250 kilómetros, lo que significaba que solo el sureste de Inglaterra estaba dentro de su alcance. Una tercera deficiencia se hizo patente cuando en 1943 empezó a ser empleada a gran escala como respuesta a los bombardeos aliados: su vuelo recto y nivelado la hacía relativamente sencilla de interceptar, bien por cazas, bien por las baterías antiaéreas que se desplegaron en los alrededores de Dóver.

La Fi 103 (o Gustav I como fue apodada) había sido diseñada para ser lanzada desde rampas fijas, lo que hacía su curso predecible. Se estudió una versión que podía ser lanzada desde un vagón ferroviario, pero no solucionaba el problema del alcance. La alternativa fue el lanzamiento aéreo. Si se empleaba un avión portador el misil podía lanzarse contra objetivos más alejados a los que podría atacar desde direcciones inesperadas. Se estudió el lanzamiento del nuevo misil por varias plataformas, pero paradójicamente la que mejor se adaptaba resultó ser el viejo bombardero Heinkel He 111. Sin embargo el He 111 ya no se fabricaba y los pocos que seguían en servicio estaban en unidades de segunda línea. La alternativa era el He 211, más grande y capaz pero con aerodinámica similar a la de su antecesor. Las pruebas resultaron un éxito y el RLM encargó varios centenares de He 211C-2 adaptados al lanzamiento de misiles, que empezaron sus operaciones en otoño de 1943.

En esa época el rendimiento del primitivo Fi 103A había mejorado instalando un navegador inercial que le dio un error probable de cinco kilómetros, lo que le permitía atacar blancos más reducidos como las bases aéreas. Además se desarrolló la versión Fi 103C de largo alcance, la Fi 103E provista de equipos electrónicos de medida (que permitían calcular la precisión real de las bombas) y la Fi 103G que sustituía la carga explosiva por un dispensador de submuniciones (pudiendo emplear bombetas SD2, SD4 o SD10). La Fi 103J llevaba una cabeza química con gas Sarín; aunque no llegó a ser empleada en combate se le dio amplia publicidad como amenaza contra las armas similares aliadas. La combinación He 211 con la bomba Gustav I resultó muy temida ya que podía atacar objetivos hasta entonces considerados seguros. Aunque los aliados intentaron combatirlos empleando cazas de largo alcance, era habitual que las formaciones de He 211 fuesen apoyadas por cazas de escolta (Me 328 o Fw 190N), y al lanzar sobre el mar desde direcciones inesperadas las intercepciones eran muy difíciles.

La historia completa puede consultarse en
El Visitante. Historia Alternativa de la SGM - Foro Militar General
La Pugna. Continuación de "El Visitante" - Foro Militar General

Crisis. "El Visitante", tercera parte - Foro Militar General

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Inicialmente la Luftwaffe descartó equiparse con el Heinkel 211, pero en 1943 tuvo que reconsiderar su decisión al necesitarse una plataforma de lanzamiento para los misiles Fieseler Fi 103.

A finales de los años treinta la compañía Argus había desarrollarlo el pulsorreactor, un motor de reacción de diseño primitivo pero muy económico, y lo ofreció al Reichsluftfahrtministerium como medio de propulsión de una bomba guiada de largo alcance. A pesar de la oposición del general Udet el proyecto siguió adelante y el 6 de mayo de 1942 tuvo lugar el primer vuelo de la Fi 103 V7. Se trataba de una aeronave sin piloto de tan bajo coste que resultaba más económica que los bombarderos tradicionales en coste por tonelada de explosivos lanzada. Sin embargo tenía varias limitaciones, siendo una de ellas su escasa precisión, con un error probable con el máximo alcance de caso 30 kilómetros, por lo que solo podía emplearse para atacar blancos de gran tamaño (es decir, ciudades o grandes áreas industriales). Otro inconveniente era su limitado alcance, de 250 kilómetros, lo que significaba que solo el sureste de Inglaterra estaba dentro de su alcance. Una tercera deficiencia se hizo patente cuando en 1943 empezó a ser empleada a gran escala como respuesta a los bombardeos aliados: su vuelo recto y nivelado la hacía relativamente sencilla de interceptar, bien por cazas, bien por las baterías antiaéreas que se desplegaron en los alrededores de Dóver.

La Fi 103 (o Gustav I como fue apodada) había sido diseñada para ser lanzada desde rampas fijas, lo que hacía su curso predecible. Se estudió una versión que podía ser lanzada desde un vagón ferroviario, pero no solucionaba el problema del alcance. La alternativa fue el lanzamiento aéreo. Si se empleaba un avión portador el misil podía lanzarse contra objetivos más alejados a los que podría atacar desde direcciones inesperadas. Se estudió el lanzamiento del nuevo misil por varias plataformas, pero paradójicamente la que mejor se adaptaba resultó ser el viejo bombardero Heinkel He 111. Sin embargo el He 111 ya no se fabricaba y los pocos que seguían en servicio estaban en unidades de segunda línea. La alternativa era el He 211, más grande y capaz pero con aerodinámica similar a la de su antecesor. Las pruebas resultaron un éxito y el RLM encargó varios centenares de He 211C-2 adaptados al lanzamiento de misiles, que empezaron sus operaciones en otoño de 1943.

En esa época el rendimiento del primitivo Fi 103A había mejorado instalando un navegador inercial que le dio un error probable de cinco kilómetros, lo que le permitía atacar blancos más reducidos como las bases aéreas. Además se desarrolló la versión Fi 103C de largo alcance, la Fi 103E provista de equipos electrónicos de medida (que permitían calcular la precisión real de las bombas) y la Fi 103G que sustituía la carga explosiva por un dispensador de submuniciones (pudiendo emplear bombetas SD2, SD4 o SD10). La Fi 103J llevaba una cabeza química con gas Sarín; aunque no llegó a ser empleada en combate se le dio amplia publicidad como amenaza contra las armas similares aliadas. La combinación He 211 con la bomba Gustav I resultó muy temida ya que podía atacar objetivos hasta entonces considerados seguros. Aunque los aliados intentaron combatirlos empleando cazas de largo alcance, era habitual que las formaciones de He 211 fuesen apoyadas por cazas de escolta (Me 328 o Fw 190N), y al lanzar sobre el mar desde direcciones inesperadas las intercepciones eran muy difíciles.

La historia completa puede consultarse en
El Visitante. Historia Alternativa de la SGM - Foro Militar General
La Pugna. Continuación de "El Visitante" - Foro Militar General

Crisis. "El Visitante", tercera parte - Foro Militar General